Un poco alejada del centro de la Ciudad, Parrilla La Vuelta se ubica casi en la esquina de Montiel y Ercilla, en pleno barrio de Mataderos. Allí se despliega un vistoso deck en la vereda, con mesas para 30 personas y adaptable a cualquier época del año. Y, frente a este, el interior del local, que es pequeño y acogedor, con pocas mesas. Allí, se destaca la barra, desde la que salen los platos.
La parrilla porteña que replica la experiencia de comer un asado en casa
Parrilla La Vuelta abrió sus puertas en julio de este año y se posicionó como una parada obligada en Barrio Naón, Mataderos, donde rinde homenaje a la zona tradicionalmente vinculada con la industria de la carne. El ambiente descontracturado y la atención cálida invitan a sentirse como en casa y ofrece cortes premium y ensaladas poco convencionales.
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El lugar aprovecha la lejanía del ruidoso centro y propone una experiencia que transporta enseguida al asado casero, donde uno está relajado y comparte los cortes de carne, las ensaladas, las guarniciones y verduras a la parrilla. En esta línea, se distinguen alternativas como marucha y arañita —de alguna manera, los protagonistas de la casa— que son poco frecuentes en los restaurantes y se reservan para el asado entre amigos. Y también, claro, los cortes tradicionales más pedidos.
Otro factor llamativo son las entradas, con una impronta de bodegón, ya que tienen opciones como buñuelos de acelga y empanadas de carne, que son fritas. Lo mismo sucede con las ensaladas, ya que la carta exhibe combinaciones más comunes en las casas y poco habituales en restaurantes, donde suele haber otro tipo de variedad. El plus viene en la panera estilo vintage (de plástico y de colores llamativos), con todos productos artesanales y originales, elaborados con masa madre, como tortas fritas, focaccias, pan de campo y flauta. Y la presencia de los sifones, que remiten a la tradición y al barrio.
En la misma línea que sugiere cercanía y compartir como en la casa familiar o entre amigos, los postres son en su mayoría caseros. Un ejemplo es el flan de naranja con dulce de leche, que parte de una receta de la abuela del chef, Fernando Fontana.
Actualmente, Barrio Naón sigue sumando propuestas originales al creciente polo gastronómico y así presenta lugares para quienes desean alejarse un poco —sin ir tan lejos— del caos de la ciudad y probar, como en este caso, asados con cortes diferentes.
Dirección: Montiel 1593, Barrio Naón, Mataderos.
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