¿Las ranas y los sapos son lo mismo? las diferencias para poder identificar a cada uno

Ambos animales son anfibios anuros que comparten un ciclo de vida casi idéntico, pero poseen cualidades que los vuelven únicos y distintivos del otro.

Conocé cuáles son las diferencias principales entre las ranas y los sapos. 

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Las ranas y los sapos son ambos animales de familias de anfibios del orden Anura, y si bien sus nombres marcan la diferencia entre ellos, a veces es difícil determinar con exactitud cuáles son las características que distinguen a cada uno.

La mayoría podemos generar fácilmente una imagen mental de estos dos animales: tamaño pequeño, ojos saltones, largos saltos y un sonido característico muy particular. Sin embargo, probablemente sería complicado poder establecer qué los identifica individualmente.

Tanto en sus orígenes, como en sus cualidades biológicas y estéticas, les contamos los datos indispensables para que puedas diferenciar rápidamente las ranas de los sapos.

Sus principales diferencias radican en sus características corporales y su hábitat.

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Cómo reconocer las diferencias entre sapos y ranas

La piel y morfología

Los sapos poseen una piel más rugosa y seca, con una apariencia verrugosa que se debe a que están mucho más adaptados a la vida lejos del agua y esta característica los protege. En cuanto a su cuerpo, suelen ser más robustos y compactos, con extremidades más cortas y piernas que no les permiten saltar, ya que tienen hábitos más terrestres y son más caminadores.

Respecto a las ranas, tienen una piel más suave, menuda, lisa y brillante, con un aspecto húmedo. Su cuerpo posee extremidades más largas, piernas más estilizadas y delgadas, con su parte trasera palmeada para facilitar su salto.

Hábitat y comportamientos

Ambas familias son anfibias, pero los sapos eligen vivir largos períodos de tiempo de forma terrestre, ambientes más secos y alejados del agua, ya que su organismo les permite un mayor control de la retención de la misma en sus cuerpos. Para desplazarse, tienden a ser más lentos, pasar más tiempo en tierra y prefieren correr o enterrar sus patas traseras, debido a que son menos ágiles. Sus croaeres son más graves y repetitivos.

Las ranas se mantienen cercanas a las fuentes de agua y ambientes húmedos, ya que son dependientes de ellos. Respecto a su comportamiento, son más activas y ágiles, se caracterizan por ser las reinas de los saltos debido a su bajo peso, y algunas tienen hasta la capacidad de trepar por poseer ventosas en las patas. Sus croares son más variados y melódicos.

Alimentación y reproducción

Si bien ambos ponen sus huevos en el agua, los sapos lo realizan poniendo sus huevos en líneas sobre las hojas de las plantas acuáticas, en cambio, las ranas lo hacen formando agrupaciones.

Su alimentación también presenta sutiles diferencias. Los dos son carnvívoros, pero los sapos suelen esperar a que las presas se acercan hacia ellos para comerlas, mientras que la ranas tienen una tendencia a cazar insectos en movimiento.