Virginia Guidetti era una modelo muy reconocida en las pasarelas, pero en pocos años cambió la modelación para las más prestigiosas firmas de la alta costura por el tronar de las motos y el vértigo de las pistas del Superbike argentino.
Virginia Guidetti, la modelo que cambió las pasarelas por las motos
La oriunda de San Lorenzo, Santa Fe, compite hoy en la categoría Superbike argentino con una moto R3 Cup
-
Motos: mercado argentino entre los que más crecieron en la región
-
Honda prevé que el mercado de motos termine el año con crecimiento
Nació el 29 de marzo de 1988 en San Lorenzo, Santa Fe, tuvo un paso por el modelaje en el que trabajó con grandes firmas como Stella McCartney, Alberta Ferretti o Paul Smith. Sin embargo, tuvo la curiosidad, el deseo y fundamentalmente la convicción de manejar una moto. Eligió la categoría R3 Cup del Superbike argentino y se subió a una Yamaha.
Antes de desembarcar el Superbike, Guidetti también trabajó en su carrera de modelo con Emiliano Mocchiutti, creador de la agencia Look 1 (el primer look que sale en pasarela en los desfiles y la modelo que lo porta se transforma en la musa del diseñador), y por su actividad vivió en Nueva York, Londres, París y Tokio.
La santafesina admitió que se retiró del "modelaje full time", pero que hace algunos trabajos puntuales, como campañas para algunas marcas de indumentaria para motos, como LS2 y Minetoone, que son sus sponsors.
Superbike argentino
Hoy reparte su vida en tres lugares, San Lorenzo, Buenos Aires y Uruguay, pero sin desviarse de su principal objetivo, como destaca, de "llegar a ser alguien en el motociclismo", más precisamente en el Superbike argentino.
Así como su intuición la llevó a darse cuenta que tenía un don para ser modelo profesional, buscó para su nueva "aventura" a un asesor y consejero de lujo, uno de los máximos referentes del motociclismo y automovilismo argentino, René Zanatta, entrerriano de nacimiento, y rafaelino por adopción.
El exmotociclista y automovilista, múltiple campeón argentino y sudamericano de motociclismo y bicampeón de Superbike, y con una extensa carrera en el automovilismo, en Fórmula Renault, Top Race, Turismo Nacional y TC, además dirige su propia escudería 'René Zanatta Sport'.
Guidetti, que debutó en el autódromo Oscar y Juan Gálvez en la lluviosa fecha inicial de la temporada del Superbike hace dos semanas, contó que fue el propio René Zanata quien la "empujó" y "estimuló" para que se animara a competir.
"Nunca pensé en correr, aunque participé de clínicas de cómo andar off-road (todo terreno) en la Ruta 40. Sin darme cuenta me fui interiorizando en lo que era el motociclismo de competición", reconoció.
"Desde chiquita fui fanática del Moto GP -señaló Guidetti- y veía las carreras con mi viejo, pero pasaron muchos años hasta que empecé a andar en moto. Me dedicaba a otra cosa".
Las motos
"Me acuerdo que, a los 20 años, mi papá compró una moto, primero una Harley Davidson y luego una BMW K1300R. Con esta última surgió como un amor a primera vista y me llevaron a una clínica de conducción en el autódromo de Rosario".
Para Virginia, eso fue "todo un flash". "Me di cuenta que esto me gustaba, y lo que más hice fue Track Days y girar con amigos, siempre con pocas expectativas, por el solo hecho de ir a pasarla bien. Siempre me decían si quería competir y se ve que me quedó en el fondo de la cabeza, aunque en ese momento no me animaba", recordó.
Virginia no se perdía ninguna carrera del MotoGP, la categoría reina del motociclismo, y tuvo como ídolo al español Jorge Lorenzo, tricampeón de la especialidad. "Jamás voy a buscar imitarlo porque eso es imposible", dijo sobre su referente.
Después de su etapa recreativa y antes de su debut en el Superbike, René Zanatta fue quien la terminó de convencer para que corriera a nivel profesional.
"Me compré una moto chica porque me di cuenta que con la BMW estaba como estancada en mi nivel y quería estar más a la par de mis amigos cuando íbamos a girar a Termas de Río Hondo", explicó.
Con el objetivo de correr, Guidetti hizo algunas locuras como vender un terreno para comprar la moto de carrera. "Me hice de una R3 y ahí empecé a pensar más seriamente en la posibilidad de competir, ya que muchos equipos me incentivaban a hacerlo. En el último tiempo, René fue quien más me alentó y me dio la confianza".
"Para comprarme la R3 Cup tuve que vender un terreno que tenía. Dije, "la vida es una sola". Tenía ese terreno como inversión y lo vendí para adquirir la moto de competición", agregó.
La flamante integrante del Superbike argentino detalló: "Estuve viendo en YouTube todas las carreras que pude y andan muy rápido. Hace dos meses, cuando todavía no caía en la realidad de lo que estaba por pasar, me daba vuelta en la cabeza todo. A la noche me desvelaba e imaginaba la largada y decía interiormente '¿Qué estoy haciendo? ¿Dónde me metí?', pero más cerca de la fecha ya me sentí más segura y con más ganas".
El futuro
Para la santafesina, haber competido en la primera carrera en el Gálvez, más allá de que sufrió una caída, fue "una experiencia espectacular, un sueño cumplido".
"Apunto a terminar las carreras y, si llegara a pasar que me meto en el top diez sería una hermosura. Un buen resultado me incentivaría para el resto de la temporada, ya que el proyecto base es vivir la experiencia, Más adelante veremos", remarcó.
Guidetti cree que su historia puede servir como envión para aquellos indecisos que todavía no se animaron a competir. "Yo comencé de grande y en una familia en la que no venimos del palo de la competición. Mi chance puede ser un empujón para aquellas personas que todavía no se animan a correr".
Con el optimismo reflejado en su voz, Guidetti aseguró que "puede ser una buena posibilidad para fomentar el motociclismo en la Argentina, ya que si somos más los que damos el paso adelante para competir se pueden generar cosas muy lindas, como la aparición de más escuelas de manejo o track days apuntados a los aficionados y principiantes".
La santafesina enfatizó que "esto lo hago por mí y no para gustarle a los demás o ser cómo los otros quieren que sea, Me metí en el motociclismo porque es algo que me salía de adentro".
"Los nervios antes de salir a desfilar son muy parecidos a los que sentí en las largadas de las carreras amateur que hice en Termas, fueron sensaciones similares", destacó.
"Trabajé más de 15 años de modelo viajando por todo el mundo, hasta que llegó un punto en el que me di cuenta que no era lo que me gustaba. Estaba en Japón, mi viejo compró unas motos y ese fue el click que me hacía falta para decidirme. Mi papá tuvo la buena idea de llevarme a una clínica en el Autódromo de Rosario y de ahí no paré más", concluyó.
- Temas
- Motos
Dejá tu comentario