¡No te preocupes! Tu gato sabe volver a casa gracias a sus increíbles sentidos

Si tenés de mascota a un gato curioso que le gusta salir a explorar por el barrio, no temas. Ellos saben el camino a casa.

¿Por qué no se pierden los gatos cuando salen a pasear?

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Los gatos se volvieron, recientemente, una de las mascotas más populares para tener en casa. Si bien en Argentina existe una tradición muy grande de tener animales domésticos, los felinos tomaron carrera y cada vez se pueden ver más frecuentemente gracias a su encanto y apariencia tierna, y su personalidad independiente y juguetona.

Sin embargo, uno de los sustos más grades que se puede llevar el dueño de un gato es cuando salen a pasear por el barrio sin supervisión y tardan en volver. Todos los escenarios más trágicos pasan por la mente. Sin embargo, está comprobado que, por si solos, los gatos tienen un excelente sentido de la orientación, y esto se debe a ciertas características físicas.

Cómo saben los gatos el camino de regreso

Uno de los factores clave para la orientación de los gatos es su sentido del olfato, que está mucho más desarrollado que el de los humanos. Son capaces de reconocer y seguir rastros de olor específicos que les resultan familiares, como los de su territorio o los de las personas con las que viven.

Otro aspecto importante es su vista y su memoria espacial. Los gatos son observadores por naturaleza y tienen una habilidad increíble para recordar detalles visuales del entorno, como puntos de referencia, caminos o estructuras particulares. Cuando exploran un lugar, suelen crear un "mapa mental" que les permite ubicar su posición y calcular cómo regresar. Además, su capacidad para ver en condiciones de poca luz les facilita moverse con seguridad durante la noche.

Además de las respuestas rápidas, los expertos analizan una tercera razón para semejante habilidad de ubicación, y sugieren la existencia de una especie de "brújula interna". Aunque no está del todo claro cómo funciona, se cree que pueden detectar campos magnéticos o usar la posición del sol para orientarse, similar a lo que hacen las aves migratorias.