4 de febrero 2025 - 16:30

Nunca es tarde: cómo es que hacer ejercicio a los 30, 40 o 50 transforma tu cuerpo y tu salud

Si bien la gente mayor tiende a volcarse al sedentarismo, el entrenamiento es altamente beneficioso sin importar la edad.

No importa la edad, nunca es tarde para empezar a hacer ejercicios. 

No importa la edad, nunca es tarde para empezar a hacer ejercicios. 

Es sabido que las nuevas costumbres y métodos de trabajo llevan a las personas a realizar un estilo de vida cada vez más sedentario. Esta situación es algo que suele agravarse a medida que la edad avanza y las consecuencias en la salud y el estado físico no se hacen esperar. Por eso es importante conocer los beneficios del entrenamiento y saber que nunca es tarde para empezar.

Si bien se suele creer que el momento para realizar actividad física o deportes es en la juventud, o más precisamente entre los 20 y 30 años, este tipo de prácticas es altamente saludable para todas las personas y en todas las edades. Cada vez son más quienes deciden empezar con entrenamiento después de los 30, 40 o 50 años.

Ejercicio a los 50

¿Existe edad ideal para entrenar?

No necesariamente existe una edad ideal para empezar a entrenar, lo que sí es cierto es que mientras antes se entrene, más y mejores resultados se conseguirán. No obstante, los expertos afirman que quienes inician entre los 60 y los 70 años, lejos de tener dificultades, obtienen también grandes resultados en el estado de salud, físico y de ánimo.

A pesar de los cambios actuales en los estilos de vida, se suele relacionar a la juventud con una mayor actividad física. Por este motivo es que se tiende a valorar el ejercicio físico en las personas más grandes. Lo que hay que saber es que comenzar a hacer actividades tiene un impacto en el corto plazo, pero en mayor medida los resultados se ven después de años.

Qué beneficios trae empezar a entrenar a los 30, 40 o 50

Según la Organización Mundial de la Salud, el ejercicio físico genera cambios metabólicos en el cuerpo, independientemente de la edad. No necesariamente se debe acudir a un entrenamiento extenuante, entre 150 minutos por semana de aeróbico y dos o tres veces por semana de ejercicio anaeróbico, esto es de fuerza, que podrá ser levantamiento de pesas u otro tipo de ejercicio como pilates, se considera suficiente.

Algunos especialistas tienden a creer que los 10 años anteriores determinan a los 10 años futuros. En los 30 se construyen los 40, en los 40 se construyen los 50 y así sucesivamente.

A los 30

A esta edad, la actividad física es clave para evitar enfermedades crónicas no transmisibles. Un ejemplo de estas podrían ser la diabetes tipo 2, alto colesterol y la obesidad. Mientras que el deporte o el ejercicio se asocia con menor tasa de obesidad, hipertensión, diabetes y otras patologías. Es una edad en la que el cuerpo sigue respondiendo bien a la intensidad aplicada, indistintamente de los objetivos impuestos.

El ejercicio aeróbico, de fuerza y resistencia son la mejor opción en esta etapa.

A los 40

Esta es una edad donde las exigencias del trabajo, la familia y demás responsabilidades suelen alejar a las personas del ejercicio. A estas alturas, empezar a entrenar sirve para reducir la sarcopenia, una afección que se caracteriza por la pérdida de masa muscular, fuerza y funcionamiento de los músculos acompañada por exceso de grasa.

Aquí se suelen perder más fácilmente las recuperaciones post entrenamiento y las consecuencias de los malos hábitos tienden a asentarse en el cuerpo (dolor de columna, dolores musculares o el alto colesterol).

A los 50

Si no se hizo hasta ahora, incorporar el ejercicio a la vida es fundamental, sobre todo para prevenir la sarcopenia y las enfermedades cardiovasculares, que son muy comunes a esa edad. Tanto en hombres como en mujeres comienza el declive hormonal. Lo bueno es que el ejercicio hará maravillas si es constante y disciplinado.

En esta etapa no deben faltar ejercicios aeróbicos, anaeróbicos, de resistencia y de fuerza muscular.

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