En los últimos años, Buenos Aires experimentó una verdadera revolución culinaria, y uno de los fenómenos más destacados en este nuevo panorama gastronómico es el auge de los omakase.
Omakase: la tradición japonesa que se impone en Buenos Aires
Confiar en el chef es el lema de esta experiencia que se destacada por sus productos frescos y de temporada. Opciones en Buenos Aires.
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Aunque el concepto de omakase nació en Tokio, su popularidad se expandió rápidamente. En ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Londres y Sydney, este estilo de cocina se estableció como una de las experiencias gastronómicas más exclusivas. Buenos Aires, siempre receptiva a las tendencias globales, no es la excepción.
“El omakase es una experiencia profundamente japonesa que significa confiar en el chef. Básicamente, el comensal se entrega a la selección del chef, quien elige los platos basándose en los productos más frescos y de mejor calidad del día”, comentó el chef Federico Jorge, quien comanda Rashomon, un nuevo restaurante japonés ubicado en una icónica esquina de Recoleta.
El éxito de los omakase en Buenos Aires se debe a varios factores, siendo uno muy destacado, la exclusividad. El comensal no solo disfruta de una comida, sino de una experiencia completa. El desafío para los chefs es mantenerse a la vanguardia en cuanto a la creatividad y la calidad de los ingredientes. Además, muchos de estos restaurantes ofrecen experiencias adaptadas a la temporada, incorporando productos locales como por ejemplo, la trucha patagónica. Esto no solo asegura frescura, sino que también permite que los platos tengan un giro innovador pero manteniendo la tradición culinaria milenaria.
En Rashomon, por ejemplo, cuyo nombre está inspirado en la icónica película de Akira Kurosawa, la versión más completa de omakase incluye chwanmushi, ostra, sopa miso con almejas, sumono, sashimis, nigiris, norimaki y castella tamago. Para los que buscan una degustación aún más amplia de sabores, hay opciones como berenjena nitsume, curry japonés y yakitori de pulpito. Si bien los nombres pueden ser desconocidos para un comensal tradicional, la entrega es total y hay que confiar. La experiencia es una verdadera oda a la tradición japonesa, con un toque de sofisticación y creatividad en cada plato.
Traer la cultura japonesa a Buenos Aires
“Nos inspiramos en la cocina tradicional japonesa, sin fusiones ni reinterpretaciones. Queríamos ofrecer algo genuino. Además, un viaje a Japón fue clave: vivir la cultura, su cocina, recorrer sus mercados y descubrir su profunda conexión con la materia prima nos marcó”, explicó Jorge, cuyos platos favoritos de Rashomon son el curry con arroz y la milanesa de pescado, ya que ofrece comidas típicas más allá del formato Omakase.
“Sentimos una admiración profunda hacia la cultura japonesa, la historia y, su gastronomía. No es solo una pasión por la comida, sino por lo que representa: el respeto a los ingredientes, la precisión en cada plato, la frescura y la búsqueda de equilibrio”, finalizó.
Opciones variadas para conocer la cultura
Hay varios restaurantes que trabajan con este concepto. La mayoría de los que ofrecen esta experiencia se concentran en la zona norte de CABA. Por ejemplo, Uni omakase, es un recomendado de Palermo por la Guía Michelin. Aunque el restaurante mantiene el respeto por las técnicas tradicionales de la cocina japonesa, también incorpora toques modernos y creativos en sus platos, lo que le da una identidad propia
En tanto, Shimada Omakase, a cargo del japonés Takeshi Shimada, ofrece la experiencia omakase con sushi y nigiris como platos estrella. Ubicado en una barra en el barrio de Belgrano, también cuenta con otras opciones de la cocina japonesa, como sashimis, cortes especiales de pescado y pequeñas tapas.
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