Una rutina de entrenamiento o cualquier actividad física es vital para llevar adelante un estilo de vida saludable. Junto con una alimentación balanceada esto puede aumentar considerablemente la calidad de vida y la longevidad de las personas. Son cada vez más quienes, después de atravesar la barrera de los 50 o 60 años deciden continuar con los ejercicios y esto les trae beneficios visibles.
Se acabaron las excusas: los cinco pasos claves para comenzar a entrenar, mantener la constancia y no abandonar
Es cierto que cuesta dar el primer paso para hacer ejercicios, y más aún ser constante. Acá las claves para generar el hábito.
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Una rutina de entrenamiento constante es muy favorable para la salud.
Por eso, a pesar de las dificultades, la falta de constancia, tiempo y ganas, es altamente recomendable tratar de hacerse el hábito de realizar actividad física independientemente de la edad que se tenga. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar al menos entre 150 y 300 minutos de actividad semanales.
Las cinco claves para arrancar con tu entrenamiento
Para cada persona existe un tipo de actividad que puede resultar favorable o al menos no le genere tanto rechazo. Siempre se puede optar por deportes, o rutinas de entrenamiento generales, ya sea aeróbicas, de resistencia o fuerza. En este sentido, existen múltiples razones para comenzar con la actividad, y para hacerlo más específico, enumeramos cinco consejos para arrancar con el entrenamiento y no fracasar en el intento.
1. Plantearse objetivos
A partir de un objetivo claro, se puede planificar qué tipo de ejercicio se realizará. No es lo mismo querer bajar de peso, por ejemplo, que optar por un entrenamiento para ganar masa muscular. Es importante conocer la situación en la que estamos y saber a dónde queremos llegar. Lo ideal es fijar metas claras y accesibles, con plazos entre 6 meses y 1 año.
2. Chequeos preventivos
Siempre que se inicie una actividad hay que estar prevenido ante los posibles riesgos. Por lo tanto, hacerse un chequeo preventivo es vital para no correr peligros innecesarios.
3. Elegir la actividad acorde
Es difícil ser constante en una actividad, y más difícil aún en una actividad que no nos guste o genere rechazo. Además, consultar con un profesional, ayudará a la persona a conocerse a sí mismo tanto en el plano físico como en el de las metas personales.
4. Ir despacio
Los profesionales de la preparación física, a menudo señalan que es preferible comenzar de a poco y tratar de ser constante antes de involucrar intensidad para obtener resultados más rápidos. Por lo tanto, sobre todo aquellas personas que nunca se ejercitaron, es preferible que arranquen de a poco y progresivamente, sin sobre exigirse.
5. Incorporar nutrientes en la dieta
La alimentación es uno de los pilares fundamentales para mantener una vida sana. Y también es una aliada indiscutible del ejercicio físico. Para soportar el desgaste físico, el cuerpo necesita valerse de energía. Por eso, incluir alimentos con una alta cantidad de nutrientes y evitar los procesados puede ayudar enormemente. Lo que se ingiere antes y después del entrenamiento impactará en el rendimiento.
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