Madre e hija de Baja California se hicieron pasar por empleadas de una notaria, engañaron a 14 personas y robaron 1.4 millones de pesos

Son oriundas de Ensenada y actuaron bajo la modalidad de fraude telefónico. Ambas fueron detenidas y se enfrentan a graves cargos en su contra.

Las fotos de la madre e hija implciadas en los fraudes telefónicos.

tiempo.com.mx

Dos mujeres que viven en Ensenada, Baja California, quedaron vinculadas por la Justicia a 14 fraudes telefónicos podrían recibir graves condenas: se trata de Alessandra y Rosa Martha, madre e hija, quienes se hicieron pasar por empleadas de una notaria para engañar a sus víctimas.

El operativo con orden de aprehensión lo realizó días atrás por parte de elementos de la Fiscalía en Operaciones Estratégicas, en colaboración con Agentes de la Policía de Investigación de esa entidad. Cuentan con al menos dos órdenes de aprehensión más en su contra debido a estafas de la misma modalidad.

En medio de la investigación, un Juez de Control del Distrito Judicial Morelos halló elementos suficientes para dictarles vinculación a proceso por su participación activa en el ilícito de fraude, previsto y sancionado en el numeral 223 fracción III del Código Penal del Estado.

Según se informó, son 14 las víctimas de estas dos mujeres, quienes robaron mediante el engaño la suma de $1,456,100 de pesos mexicanos. Se sospecha que podría haber más personas que hayan sufrido un fraude telefónico por parte de ellas, aunque por el momento son solo esos casos los asentados en la Justicia.

¿La Biblia ordena que los cristianos a dejar el diezmo en la Iglesia?

Así eran los fraudes telefónicos de la madre e hija de Baja California

Madre e hija se contactaban con sus vítimas por teléfono y les decían que tienen los papeles de algún trámite de escrituración de algún familiar cercano y que los mandarán por paquetería.

Pero, como el supuesto familiar implicado carecía de recursos, que les hagan el favor de prestarle dinero para hacer el pago, porque al no reflejarse, incurrirá en una multa o penalización por recargos.

Por lo anterior, las víctimas acceddieron y empezaron a realizar los depósitos a las cuentas proporcionadas por las supuestas empleadas de la notaría, destacando que las cantidades de cada afectado pueden variar y en ocasiones, cuando son personas adultas mayores, les facilitaban algún vehículo de plataforma digital para su traslado a las instituciones bancarias para hacer los depósitos.