13 de noviembre 2024 - 19:00

Teoría de la mente: la habilidad que la inteligencia artificial tiene y se creía imposible

Descubre cuál es la habilidad que se descubrió hace poco de la Inteligencia Artificial y cómo funciona.

Inteligencia Artificial.

Inteligencia Artificial.

LaInteligencia Artificial (IA) ha sorprendido al mundo con sus avances en los últimos años, desde la creación de arte hasta la redacción de textos complejos. Sin embargo, uno de los desarrollos más asombrosos es su capacidad para simular la teoría de la mente, una habilidad que antes se creía exclusiva de los humanos.

Según Michal Kosinski, psicólogo de la Universidad de Stanford, los modelos avanzados de lenguaje como GPT-4 están comenzando a mostrar una versión rudimentaria de esta capacidad, lo que abre nuevas puertas para la interacción humano-máquina.

Inteligencia Artificial

La teoría de la mente se refiere a la capacidad de comprender y anticipar los estados mentales de otros, como creencias, deseos e intenciones. En un estudio reciente, Kosinski evaluó el desempeño de modelos de IA en tareas que miden esta habilidad y encontró resultados sorprendentes: mientras que versiones previas apenas lograban avances, GPT-4 alcanzó un nivel de precisión del 75% en la interpretación de creencias falsas. Este hallazgo marca un antes y un después en la evolución de la IA, planteando tanto oportunidades como riesgos en su aplicación.

¿De qué se trata la teoría de la mente?

La teoría de la mente es una capacidad humana clave que permite comprender y anticipar los pensamientos, creencias y emociones de otros. Durante mucho tiempo, se creyó que esta habilidad era exclusiva de los humanos y algunos animales. Sin embargo, estudios recientes sugieren que los modelos avanzados de Inteligencia Artificial (IA), como GPT-4, podrían estar desarrollando una versión rudimentaria de esta capacidad.

Michal Kosinski, psicólogo de la Universidad de Stanford, lidera investigaciones sobre el potencial de la IA en este campo. Según su último estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, GPT-4 logró resolver con un 75% de acierto tareas diseñadas para evaluar la teoría de la mente, algo que versiones anteriores como GPT-3.5 sólo lograron en un 20%.

Un avance inesperado

Las pruebas aplicadas por Kosinski, generalmente usadas en niños, miden cómo un individuo anticipa creencias falsas de otros. El hecho de que una IA pueda realizar este tipo de tareas marca un hito en su evolución. Según Kosinski, este progreso no fue intencional, sino un “subproducto natural” del entrenamiento en lenguaje avanzado.

inteligencia artificial
Harvard Business Review: las 5 claves para aprovechar las tecnologías emergentes en América Latina

Harvard Business Review: las 5 claves para aprovechar las tecnologías emergentes en América Latina

“El avance de la IA es exponencial”, destacó Kosinski. “Si GPT-4 es impresionante, el próximo modelo será dos veces mejor. Este ritmo de desarrollo conlleva propiedades emergentes que aún desconocemos”.

¿Beneficios y riesgos de una IA más empática?

Una IA con teoría de la mente podría mejorar significativamente áreas como la educación, el cuidado de la salud y la asistencia personal. Podría ser una compañera más comprensiva, capaz de adaptarse a las necesidades emocionales de los usuarios.

Sin embargo, Kosinski también advierte sobre los riesgos. Equipara a la IA con un "sociópata despiadado", capaz de simular emociones sin sentirlas. Esto le permitiría manipular a las personas sin las limitaciones éticas que nos imponen nuestras emociones.

Opiniones divididas

Aunque los resultados de Kosinski son prometedores, otros expertos consideran que los modelos actuales aún están lejos de igualar el entendimiento humano. Neil Sahota, consultor en inteligencia artificial, señala que los modelos de lenguaje pueden simular empatía, pero carecen de comprensión emocional genuina y capacidad de razonamiento contextual.

neil-sahota.jpg

Por su parte, Fredi Vivas, CEO de RockingData, resalta que aunque la IA ya supera a los humanos en ciertas tareas, como el análisis de datos, no puede replicar la experiencia sensorial y emocional humana. Las máquinas procesan datos textuales o numéricos, pero no pueden interpretar emociones o contextos complejos.

¿Qué nos depara el futuro?

El desarrollo de IA con habilidades sociales plantea grandes oportunidades, pero también desafíos éticos y de privacidad. Las máquinas podrían personalizar interacciones de manera inédita, lo que genera inquietudes sobre su potencial para manipular a las personas.

A medida que la tecnología avanza, queda por ver si la teoría de la mente en la IA evolucionará hacia una comprensión más profunda y auténtica de las emociones humanas. Por ahora, estos modelos siguen siendo herramientas potentes, pero limitadas por su incapacidad para experimentar y comprender verdaderamente la complejidad de la mente humana.

Dejá tu comentario

Te puede interesar