El F BI inició una investigaciónsobre una serie de incidentes ocurridos en diversas partes de Estados Unidos en los que se produjeron daños en estaciones de carga y concesionarios de Tesla. La semana pasada, la fiscal general Pam Bondi destacó los cargos contra tres individuos acusados de lanzar bombas molotov a vehículos eléctricos de la marca.
EEUU: el FBI investiga los ataques a Tesla como "terrorismo doméstico"
Grupos de manifestantes expresaron su rechazo a las decisiones del Departamento de Eficiencia Gubernamental bajo Elon Musk, atacando especialmente las exhibiciones de Tesla. La decisión de la justicia apunta a ampliar el radar de vigilancia.
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Investigan las intervenciones a Tesla como "terrorismo doméstico".
En al menos uno de estos hechos, también se encontraron "mensajes profanos contra el presidente Donald Trump" cerca de las estaciones de carga, junto con otros actos vandálicos.
"Que esto sea una advertencia: si te unes a esta ola de terrorismo doméstico contra las propiedades de Tesla, el Departamento de Justicia (DOJ) te pondrá tras las rejas", advirtió Bondi en un comunicado, en el que detalló las detenciones recientes en Oregón, Colorado y Carolina del Sur.
Grupos de manifestantes expresaron su rechazo a las decisiones del Departamento de Eficiencia Gubernamental bajo Elon Musk, atacando especialmente las exhibiciones de Tesla. Trump defendió a la compañía, etiquetando los ataques como "terrorismo doméstico".
Plantean cambios en la vigilancia de EEUU
Los expertos en libertades civiles alertan que tratar los ataques contra la infraestructura de Tesla como actos de terrorismo podría otorgar a las autoridades federales y locales amplios poderes de vigilancia sobre aquellos que protestan contra la influencia de Elon Musk en el gobierno.
La designación de estos incidentes como "terrorismo" le podría permitir al magnate sudafricano y otros ejecutivos de Tesla acceder a la información recabada por las autoridades en sus investigaciones.
El anuncio de la fiscal se produjo justo antes de que se llevaran a cabo cientos de protestas en contra de Musk y su influencia en Washington DC, manifestaciones que se han multiplicado desde mediados de febrero, atrayendo a cientos de personas en cada ocasión.
Aunque la mayoría de las protestas han sido pacíficas, algunas han derivado en actos de vandalismo y presuntos incendios provocados en concesionarios y estaciones de carga de Tesla, incluidos los incidentes ocurridos en Las Vegas y Boston.
El FBI, al clasificar estos incidentes como "terrorismo doméstico", podría obtener órdenes de registro más amplias que en otros casos.
Según un informe de 2023 de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO), la Ley USA PATRIOT, promulgada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, otorga a las fuerzas de seguridad "facultades especiales" para investigar casos de terrorismo, lo que incluye la posibilidad de emitir "órdenes de registro de jurisdicción única" que pueden aplicarse en cualquier lugar de EEUU.
Gracias a una orden judicial, las fuerzas del orden podrían acceder a "expedientes educativos confidenciales" de cualquier centro u organismo durante una investigación de terrorismo.
El FBI tiene a su disposición una red nacional de Grupos de Trabajo Conjuntos contra el Terrorismo, que le permite tomar prestados agentes, expertos y datos de más de 30 organismos federales encargados de hacer cumplir la ley y de inteligencia, como el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el ejército de Estados Unidos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), así como la policía local.
Además, el FBI dispone de tecnología avanzada de vigilancia a la que las autoridades locales no tienen acceso, como herramientas para monitorear redes sociales, programas de reconocimiento facial y, supuestamente, dispositivos stingrays, es decir, simuladores de torres celulares, capaces de interceptar datos de teléfonos móviles.
Aunque la mayoría de las competencias y recursos del FBI en una investigación sobre terrorismo también están disponibles en otros tipos de casos penales, algunos abogados argumentan que las fuerzas del orden utilizan un alcance más amplio en investigaciones específicas.
El acceso privilegiado para las empresas como Tesla
Aunque no existen leyes explícitas que obliguen al FBI a mantener informadas a las empresas cuando son víctimas de incidentes de "terrorismo nacional", el exagente especial y actual miembro del Centro Brennan para la Justicia, Michael German, señaló que el buró suele hacerlo: "El FBI decide tratar a la empresa como víctima de un delito, lo que hace que los intercambios de información sean habituales".
Esto podría permitir a Musk y a otros ejecutivos de Tesla acceder a información de vigilancia o a informes sobre manifestantes que no están disponibles para el público. Ni Tesla ni el DOJ respondieron a las solicitudes de comentarios sobre si planean compartir información sobre la investigación.
Existen antecedentes de empresas que no sólo reciben información de las autoridades en investigaciones sobre terrorismo nacional, sino que también colaboran directamente con el FBI.
German menciona el caso de las protestas contra los oleoductos a principios de la década de 2010, donde el FBI permitió que una empresa operadora de oleoductos tuviera "acceso directo a la Casa Blanca" y a información confidencial, además de involucrarse en la estrategia con el FBI, el DHS, la Guardia Nacional y la policía local.
Qué puede pasar con los manifestantes
Las investigaciones sobre terrorismo doméstico suelen ser delicadas, y organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) sostienen que el FBI suele utilizarlas para vigilar a activistas y comunidades de color sin la debida supervisión.
El presidente Trump indicó que su administración se tomará muy en serio los incidentes relacionados con Tesla: "Las personas que sean sorprendidas irán a la cárcel por hasta veinte años, y eso incluye a los financiadores. ¡¡¡¡LOS ESTAMOS BUSCANDO!!!!", escribió Trump en redes sociales la semana pasada.
Hina Shamsi, directora del proyecto de seguridad nacional de la ACLU, afirma que, en lugar de centrarse en "delitos más graves", las agencias federales han malgastado recursos y abusado de su poder al tratar la desobediencia civil no violenta o el vandalismo como justificación para investigaciones arbitrarias de derechos civiles.
German agrega que el FBI respaldó la teoría de la "radicalización", que postula que las creencias extremistas se desarrollan de manera natural a partir de ideas más moderadas y extendidas. Esto justificaría una red de vigilancia más amplia, especialmente hacia activistas.
También destaca que esta lógica fue utilizada históricamente para ampliar el alcance de las investigaciones del FBI, lo que ha resultado en abusos de poder en torno a grupos de defensa nacional.
Cinco años atrás, el FBI utilizó la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) para vigilar a participantes de las protestas de Black Lives Matter, investigando sus posibles vínculos con terroristas. Según el inspector general del DOJ, este incidente fue un ejemplo de "incumplimiento generalizado" de las normativas de la FISA por parte del FBI. German concluye que, en lugar de centrarse solo en los actos de violencia, el FBI podría ampliar su vigilancia sobre aquellos que simplemente expresan su frustración con Tesla o Musk.
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