23 de febrero 2025 - 12:10

Elecciones en Alemania: las claves de los comicios y el impacto en la geopolítica de Europa

Las últimas encuestas apuestan por el triunfo del bloque conservador, con la ultraderecha como segunda fuerza más votada. La participación en los comicios fue elevada: un 84% frente al 76,4% de 2021, la mayor desde la reunificación alemana.

Qué hay que saber sobre los comicios en Alemania.

Qué hay que saber sobre los comicios en Alemania.

Las elecciones en Alemania, en las que están habilitados a votar casi 60 millones de ciudadanos, transcurren con calma hasta el momento.

Los comicios regulares, cada cuatro años, se celebran al finalizar el verano local -no en pleno invierno- y estaban planeados para septiembre de 2025. Pero a final del 2024, colapsó el gobierno del canciller y candidato Olaf Scholz y todo cambió. Desde entonces, el país está en una campaña política frenética y atípica.

¿Qué está en juego? ¿Y por qué importa, para la política y economía mundial, lo que ocurra este domingo en Alemania?

Elecciones en Alemania: las claves políticas y económicas de los comicios

La estabilidad económica de Alemania como potencia

Las elecciones importan porque Alemania es la tercera economía del mundo, la principal potencia económica de la Unión Europea y miembro de bloques internacionales como el G7 y el G20.

Actualmente el país está en una delicada crisis económica. Si este año el país termina en recesión, sería la primera vez desde la posguerra que Alemania encadenaría tres años consecutivos con ese resultado negativo.

Entre las razones de ese declive están la inestabilidad política, el impacto de la crisis energética, la escasez de mano de obra cualificada, el estancamiento industrial y la competencia de China.

Es un problema que claramente afecta a los alemanes, pero también impacta el desempeño económico de la Unión Europea, cuyos países están profundamente interconectados.

Las elecciones de este domingo determinarán, en gran medida, cuál será la estrategia alemana para salir de la crisis y cómo termine afectada la Unión Europea.

No hay que olvidar que el problema concreto que desencadenó el colapso de la coalición fue precisamente un tema económico: la coalición tripartita de Olaf Scholz no pudo ponerse de acuerdo sobre el presupuesto nacional.

Ese colapso ha generado preguntas sobre la estabilidad política en Alemania, un tema que también será clave tras las elecciones del domingo, cuando los diferentes partidos empezarán a buscar posibles coaliciones.

Inmigrantes: una política migratoria más restrictiva

Además de la economía, un tema central de la campaña electoral ha sido cómo endurecer las leyes alemanas para reducir la migración irregular. El canciller Scholz reiteró que su gobierno redujo el número de peticiones de asilo y prometió más deportaciones.

Pero para muchos alemanes, eso no es suficiente, en especial luego de varios ataques perpetrados por migrantes en los últimos meses, como atropellamientos masivos en Magdeburgo y Múnich, y un ataque con cuchillo en Aschaffenburg.

El 68%, según una encuesta nacional de enero, quiere que Alemania reciba menos migrantes. Y apenas el 9 por ciento cree que las autoridades tienen el control sobre quiénes entran al país y quiénes no.

De ahí que la mayoría pida medidas como deportaciones directamente en las fronteras o controles fronterizos permanentes. Estas medidas son apoyadas por el bloque conservador CDU/CSU y por su líder, Friedrich Merz, quien será probablemente el próximo canciller alemán.

Pero estas ideas albergan dos potenciales problemas que podrían tener implicaciones considerables más allá de Alemania.

El primero es que hay preguntas sobre si las medidas son legales bajo leyes alemanas y europeas.

Los controles fronterizos son aceptados en casos excepcionales y limitados, mas no de manera permanente, pues esto iría en contra de uno de los principios fundamentales europeos: la libertad de movimiento.

El segundo problema relacionado es que una decisión tal de Alemania -un país que tiene fronteras con nueve países distintos- podría generar conflictos con sus vecinos e incluso un efecto dominó donde otros países también cierren sus fronteras.

La ultraderecha fortalecida

Un endurecimiento migratorio tiene un componente adicional, pues podría terminar favoreciendo al partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), que ha venido pidiendo exactamente eso desde hace una década.

El AfD actualmente está segundo en las encuestas nacionales y podría duplicar el domingo su resultado electoral comparado a los últimos comicios de 2021.

Los demás partidos en el Parlamento han rechazado una cooperación con el AfD, asegurando que debe mantenerse un muro de contención -o cordón sanitario- hacia el AfD. Esto se debe a que algunos de los estamentos del partido son considerados tan extremistas que están bajo vigilancia de los servicios de inteligencia.

Pero el muro de contención ha empezado a mostrar grietas. Precisamente para ratificar sus planes migratorios, el conservador Merz propuso una moción no vinculante en el parlamento que fue aprobada gracias al apoyo del AfD.

Pero el ascenso de la ultraderecha en Alemania tiene otro componente controversial y relevante más allá de Alemania.

El AfD se diferencia de la mayoría de partidos en que quisiera que Alemania se acerque a Rusia. El partido busca reactivar los lazos políticos y económicos con Moscú, por ejemplo a través del gasoducto Nord Stream 2, y no apoya un posible ingreso de Ucrania a la OTAN o a la Unión Europea.

Un AfD fortalecido tras las elecciones podría incrementar y polarizar aun más el debate en Alemania sobre el rol del país en el futuro de Ucrania, un tema que está en el centro de las discusiones gracias a Donald Trump.

Una nueva era en las relaciones con Estados Unidos

El gobierno de Trump le ha dado su visto bueno al AfD. Elon Musk, el dueño de X y asesor de Trump, ha usado su red social para apoyar abiertamente al partido de ultraderecha e incluso habló virtualmente durante una conferencia del partido.

Y la semana pasada, el vicepresidente JD Vance se reunió en Múnich con la candidata del AfD, Alice Weidel, y aseguró en su discurso ante la Conferencia de Seguridad que “no hay espacio para cortafuegos”, como también se conoce al cordón sanitario contra el AfD.

El canciller Scholz, así como Friedrich Merz, rechazaron estas declaraciones de Vance, un ejemplo más de la crisis actual entre los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea.

Para Alemania se trata de un tema mayor. Durante décadas, Alemania confió en el soporte político y militar estadounidense, una de las bases de la recuperación alemana tras la posguerra. Pero con Trump en la Casa Blanca, el panorama promete ser distinto.

De ahí que el nuevo gobierno alemán, sea cual sea, deberá darle prioridad a sus difíciles relaciones con Washington. Y, sobre todo, tendrá que encontrar un equilibrio entre fortalecer la relación transatlántica donde sea posible y defenderse al mismo tiempo de los ataques de Trump.

Fuente: DW/France24

Dejá tu comentario

Te puede interesar