26 de octubre 2024 - 10:44

Las heladerías de Palermo, bajo el control mafioso de la Cosa Nostra

El asunto de las heladerías de Palermo, capital de la isla italiana de Sicilia, es un caso de libro para los italianos acostumbrados a detectar el dinero sucio inyectado en la economía real.

Según el informe Parbonetti, una de cada dos empresas controladas por la mafia es una compañía estrella, que genera buenos ingresos y emplea a gente, y que por eso, se beneficia de un amplio consenso social, económico y político.
Según el informe Parbonetti, una de cada dos empresas controladas por la mafia es una compañía "estrella", que genera buenos ingresos y emplea a gente, y que por eso, se beneficia de un amplio consenso social, económico y político.

¿Pistacho, mango o "sabores sicilianos"? En una famosa heladería de Palermo, los turistas eligen su aroma preferido sin saber que el próspero comercio estaba hasta hace poco bajo el control mafioso de la Cosa Nostra.

El asunto de las heladerías de Palermo, capital de la isla italiana de Sicilia, es un caso de libro para los italianos acostumbrados a detectar el dinero sucio inyectado en la economía real.

Una quiebra oportuna, un testaferro y un padrino versado en artimañas. La ingeniería mafiosa parece aquí elemental, pero los investigadores necesitaron mucha paciencia para acabar con ella.

A finales de los años 2010, Brioscià prospera. Locales y extranjeros acuden en masa a estas heladerías, seducidos por las buenas críticas de los sitios web.

Al frente de las dos tiendas está Mario Mancuso, un empresario jovial que parece estar fuera de toda sospecha.

Pero en la sombra está Michele Micalizzi, jefe de la organización criminal Cosa Nostra, enviado repetidamente a prisión por asociación mafiosa.

Mancuso se ocupa del helado mientras Micalizzi gestiona el resto y ofrece al comerciante, a cambio de una parte de los ingresos, su protección contra los intentos de extorsión de otros grupos.

Pero la "S.r.l. (sociedad de responsabilidad limitada)" está a nombre de la esposa de Mancuso, de quien el empresario se está divorciando.

Temiendo perder el control, organizan la quiebra de Brioscià en 2021, alegando las consecuencias del confinamiento durante la pandemia de covid-19.

El negocio quiebra con un agujero de cuatro millones de euros. "Era una empresa de éxito, muy conocida en Palermo. La quiebra era, por tanto, injustificada", explica una fuente judicial a AFP.

Cuando se abre una investigación, se descubre que los dos socios sueñan en grande y aspiran a vender helados en el extranjero.

Reconstituyen una sociedad de responsabilidad limitada. Las tiendas renacen bajo la marca Sharbat. Y en apariencia, todo sigue igual.

"Ni siquiera estoy seguro de si los empleados sabían para quién trabajaban", confió un hombre en una tienda vecina, bajo condición de anonimato.

Las ganancias se usan para mantener al empresario, al padrino y a sus familiares encarcelados (comedor, honorarios de abogados, etc.).

El 12 de agosto, los magistrados y los policías consideran que tienen pruebas suficientes para intervenir. Mancuso, Micalizzi y otros cuatro cómplices son detenidos, y se incautan de 1,5 millones de euros.

El 24 de septiembre, las dos tiendas son puestas bajo el control de un administrador judicial a la espera del resultado del procedimiento.

Mancuso y Micalizzi están acusados de asociación ilícita, extorsión y quiebra fraudulenta.

El Banco Central italiano estima en 40.000 millones de euros el volumen de negocios anual de las mafias en Italia, es decir, el 2% de la riqueza nacional.

Aunque el crimen organizada no ha renunciado a su histórico negocio principal - la 'Ndrangheta, la mafia calabresa, por ejemplo, reina en el tráfico de cocaína en Europa -, "también está realizando inversiones directas en la economía legal", analiza Rocco Sciarrone, profesor de la Universidad de Turín.

La construcción (31,2%), el comercio (16,7%), el sector inmobiliario (10,4%) y la industria manufacturera (9,9%) representan por sí solos más de dos tercios de la infiltración mafiosa, según el informe publicado en 2022 por el economista Antonio Parbonetti.

Los sectores favoritos varían considerablemente de una región a otra. En Sicilia, "el tejido socioeconómico está formado por pequeñas empresas familiares que se adaptan muy bien al blanqueamiento", explica Eliseo Davi, de la Universidad de Palermo.

Según el informe Parbonetti, una de cada dos empresas controladas por la mafia es una compañía "estrella", que genera buenos ingresos y emplea a gente, y que por eso, se beneficia de un amplio consenso social, económico y político.

En el caso de las heladerías de Palermo, el equipo mafioso nunca recibió las autorizaciones necesarias para una de sus dos tiendas.

¿Hubo connivencia con la administración o incompetencia? Diputados de Palermo empiezan a exigir responsabilidades.

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