Quién es Mijail Kavelashvili, el exjugador de la Premier League que llegó a la presidencia de Georgia

El nuevo presidente del país que limita entre Europa y Asia tuvo un paso por el Manchester City, así como también por su selección nacional.

El mandato de la presidenta saliente finaliza el 29 de diciembre.

El prorruso Mijail Kavelashvili fue elegido presidente de Georgia tras una votación llevada a cabo en el Parlamento, según anunció la Comisión Electoral Central de la república caucásica.

Kavelashvili, quien obtuvo el respaldo de 224 de los 300 diputados nacionales y municipales convocados, reemplaza en el cargo a la europeísta opositora Salomé Zurabishvili. Sin embargo, Zurabishvili se niega a abandonar el puesto, ya que no reconoce la legitimidad del actual Parlamento, surgido de las elecciones de octubre pasado, según reportó el sitio DW.

Con este nombramiento, Kavelashvili, único candidato en disputa, se convierte en el sexto presidente de Georgia desde que el país declaró su independencia de la Unión Soviética en 1991.

La carrera de Kavelashvili

Postulado por el partido gobernante Sueño Georgiano (SG), Kavelashvili inició su carrera política en 2016 como diputado oficialista, tras destacarse en el ámbito deportivo como futbolista, llegando incluso a jugar en el Manchester City.

Mijail Kavelashvili es fundador de La Fuerza del Pueblo

Nacido en 1971, Mijail Kavelashvili es fundador de La Fuerza del Pueblo, un movimiento que impulsó la aprobación de leyes contra la influencia extranjera y las minorías sexuales. Estas normativas, condenadas tanto por la oposición como por países occidentales, han sido comparadas con las promulgadas en Rusia para reprimir a la oposición y a la comunidad homosexual.

Desde el 28 de noviembre, cuando el Gobierno decidió congelar las negociaciones para el ingreso de Georgia en la Unión Europea, la oposición ha intensificado sus protestas en Tiflis, concentrándose desde primeras horas de la mañana frente al Parlamento.

"Esclavos" y "Rusos" son algunos de los cánticos de los manifestantes, quienes consideran una ofensa que el nuevo presidente carezca de estudios superiores. Por su parte, Salomé Zurabishvili, presidenta de Georgia desde 2018, reiteró en una rueda de prensa que no renunciará a su cargo, calificando la votación como una "parodia anticonstitucional" y exhortando a continuar las movilizaciones.

Zurabishvili, que cuestiona la legitimidad de las elecciones parlamentarias de octubre y el triunfo del partido gobernante Sueño Georgiano, afirmó que un Parlamento ilegítimo no puede elegir un nuevo presidente.

Mientras tanto, las autoridades han advertido a la presidenta saliente, cuyo mandato concluye el 29 de diciembre, que no recurra al Ejército ni a la Policía para enfrentarse al Gobierno, ya que tal acción sería considerada un delito.