10 de enero 2025 - 12:30

¿Adiós a los ruidos molestos? El fabuloso invento del MIT que podría generar ganancias millonarias en el futuro

El MIT revoluciona el mercado con un tejido que bloquea ruidos y vibraciones, prometiendo soluciones acústicas innovadoras y ganancias de millones.

Esta tecnología no solo promete un futuro más silencioso, sino también oportunidades económicas significativas, marcando un antes y un después en el manejo del ruido a nivel global.

Esta tecnología no solo promete un futuro más silencioso, sino también oportunidades económicas significativas, marcando un antes y un después en el manejo del ruido a nivel global.

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En muchos barrios del país, las discusiones entre vecinos por los ruidos molestos a altas horas del día o la noche son moneda corriente. Ahora, un avance tecnológico podría acabar con estos conflictos, y de paso, abrir las puertas a un negocio que generará millones en el mercado del aislamiento acústico.

El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) presentó un innovador tejido insonorizante que promete reducir tanto los sonidos indeseados como las vibraciones, ofreciendo una solución revolucionaria para hogares, oficinas y vehículos. Este desarrollo combina ciencia, tecnología y potencial económico.

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Este proyecto está despertando el interés de industrias globales que estan dispuestas a invertir millones para sacar al mercado el invento

Este proyecto está despertando el interés de industrias globales que estan dispuestas a invertir millones para sacar al mercado el invento

Cómo funciona el tejido insonorizante que cancela ruido y vibraciones

El pilar central de este invento es una tela ultrafina que puede bloquear hasta el 75% de los ruidos y un 95% de las vibraciones. Basado en materiales piezoeléctricos, este tejido utiliza la electricidad para deformarse y generar ondas sonoras que neutralizan los sonidos externos. Según Yoel Fink, líder del proyecto, "el ruido es mucho más fácil de crear que el silencio, pero esta innovación cambia las reglas del juego".

El tejido se compone de una fibra piezoeléctrica de 0,13 mm de grosor integrada en su estructura. Al entrar en contacto con un sonido, la fibra genera ondas que se desfasen respecto al ruido original, anulándolo. Este mecanismo es similar al de los auriculares con cancelación de sonido, pero en una versión que puede aplicarse a cortinas, paredes o incluso a interiores de vehículos.

En pruebas realizadas, la tela logró reducir las vibraciones de un espacio en un 95% mientras disminuía la transmisión de sonido en un 75%. Estas cifras son impresionantes, especialmente considerando que el material también refleja el sonido en un 68%, lo que refuerza su capacidad para mantener espacios silenciosos.

Además de su eficacia acústica, el tejido ofrece una ventaja práctica: ocupa mucho menos espacio que las soluciones tradicionales como paredes gruesas o paneles acústicos. Esto lo convierte en una opción ideal para espacios abiertos o lugares con restricciones arquitectónicas.

Los investigadores también señalaron que el rendimiento del tejido puede variar según el tamaño de los poros del material y la frecuencia del sonido. Sin embargo, este diseño flexible podría adaptarse a diferentes necesidades, desde oficinas hasta habitaciones familiares.

El siguiente paso de los científicos

Aunque este desarrollo ya es impresionante, los investigadores del MIT están lejos de dar por terminado su trabajo. Grace Yang, una de las autoras principales del estudio, asegura que "esto es solo el principio", destacando el potencial de mejorar aún más las capacidades del tejido.

El equipo planea explorar cómo el tejido puede bloquear múltiples frecuencias de sonido, una característica clave para garantizar su efectividad en entornos más complejos. Además, están estudiando cómo variar la arquitectura del material, modificando aspectos como la orientación de las fibras piezoeléctricas o el voltaje aplicado.

Otro objetivo del proyecto es ampliar el rango de materiales utilizados. Aunque la seda ha demostrado ser especialmente eficaz, otros tejidos como la lona podrían tener aplicaciones específicas en función de las frecuencias de sonido a bloquear. Este enfoque diversificado abre nuevas posibilidades en el diseño de soluciones acústicas.

El impacto comercial también es un punto destacado en la agenda de los científicos. Con un mercado global que busca tecnologías más eficientes para controlar el ruido, los inventores creen que el tejido podría generar ingresos millonarios en sectores como la construcción, el diseño de interiores y la industria automotriz.

Finalmente, el equipo confía en que su trabajo inspire a otros investigadores e innovadores a repensar cómo controlamos el sonido y las vibraciones. "Queremos que la gente vea el potencial de suprimir el ruido desde la raíz, no solo mitigarlo", concluye Yang.

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