Ingavar Kamprad fue el fundador de una de las empresas más reconocidas de Europa en el rubro de la construcción y ventas de muebles y objetos para el hogar, IKEA. El empresario suizo logró reunir un patrimonio de miles de millones de dólares hasta que falleció en 2018, con 91 años. Su éxito es estudiado en las universidades.
De nacer en una granja a crear a los 17 años un negocio multimillonario reconocido a nivel mundial
Su forma de vender sus productos revolucionó el mercado de muebles al bajar los costos de producción. Esto le permitió ganar millones de dólares en Europa.
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El suizo ahorraba los máximo posible a pesar de su fortuna de millones de dólares.
Al momento de su partida, su marca estaba en 28 países y empleaba a más de 155.000 trabajadores. Los últimos reportes del 2023 revelaron que la cadena cuenta con 475 locales, más de 219.000 empleados y que genera alrededor de 710 millones de euros en beneficios netos. Gran parte de este éxito se debe al modelo de negocio que Kamprad formó en 1943.
Cómo fueron los inicios de Ingvar Kamprad
El fallecido multimillonario nació en Suecia durante el invierno de 1926. Él provenía de una familia de terratenientes que habían llegado al país escandinavo a finales del siglo XIX. Su procedencia hizo aflorar sus espíritu emprendedor y a los cinco años vendía fósforos. A sus diez años pasó a vender bicicletas, pescados y adornos de navidad durante las festividades. El surgimiento de IKEA llegó a sus 17 años, con la inversión del dinero que su padre le regaló como premio por sus buenas notas.
El comienzo del gigante europeo se caracterizó por vender pequeños utensilios para el hogar. El nombre del emprendimiento se debe a la combinación de las primeras letras de su nombre, Ingver Kramprad (I y K) y las dos últimas por la combinación del nombre de la granja de su familia, Elmtarys (E) y el de su pueblo, Angunnaryd (A). Su modelo de negocio comenzó al comprar al por mayor e invertir su ganancia para diversificar sus productos.
Su éxito llegaría a mediados de la década de 1950, cuando sumó la venta de muebles a su negocio y su característica venta de muebles para armar en casa. Esto último revolucionó el mercado al aminorar los costos de producción y de precio, para que el cliente haga una parte del trabajo en su hogar. Su éxito fue rotundo y el gremio de vendedores de muebles en Suecia presionó para excluir el emprendimiento de Kamprad de las ferias más importantes del país.
El hostil accionar de gremio y de su competencia impulsó al fundador de IKEA a fabricar sus propios diseños y a salir al extranjero. Este último factor fue el que impulsó a la compra de materia prima de países asiáticos y a abrir puntos de venta en el resto de Europa. Su mandato formó las bases del imperio en productos para el hogar, que cedería su mando en 1986 para heredarle su posición a sus hijos y tomaría el puesto de asesor.
Cuál fue el secreto de Ingvar Kamprad para hacerse millonario
El suizo llegó a tener un patrimonio neto de 58.000 millones de dólares pero vivía un estilo de vida que se alejaba del estándar de los multimillonarios y de sus lujos. La máxima ley de la vida de Kamprad era: “Todo lo que ganamos lo necesitamos como reserva”. Este manera de ser lo llevaba hasta ahorrar de manera extrema.
El fundador de IKEA era reconocido por sus bajos costos en sus vacaciones, viajes empresariales y en su vida misma. A pesar de llevar una vida cómoda, Kamprad volaba en clase turista, se hospedaba en hoteles económicos y conducía un auto de gama media, Volvo 240Gl, de más de 20 años. El exmultimillonario indicó que aprendió sus actitud de cuidar del dinero en el pequeño poblado donde creció: “Esta en la naturaleza de Smaland ser ahorrativos”.
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