La pasión por la cocina lleva a chefs y cocineros a crear platos que deleitan a millones de personas. A veces, los errores se convierten en innovaciones que cambian para siempre la gastronomía. Un claro ejemplo de esto son las papas fritas como snack, una delicia que nació de un inesperado contratiempo y terminó conquistando al mundo entero.
De no creer: el delicioso invento millonario que revolucionó al mundo culinario y fue creado por error
El chef George Crum transformó un error en la cocina en un plato que deleita a millones en todo el mundo.
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Esta creación accidental, que comenzó como una respuesta a un cliente insatisfecho, no solo revolucionó la forma de disfrutar las papas, sino que también marcó el inicio de un fenómeno culinario que sigue vigente hasta hoy. Descubrí cómo se originó esta icónica receta y cómo podés replicarla en casa.
Cómo se crearon las papas fritas como snacks
El origen de las papas fritas como snack se remonta a 1853, en el restaurante "Moon Lake Lodge", ubicado en Saratoga, Nueva York. En ese entonces, el chef George Crum, reconocido por sus habilidades culinarias, enfrentó una queja inesperada de un cliente. Este insistía en que las papas servidas eran demasiado gruesas, exigiendo que se prepararan más delgadas.
Crum intentó satisfacer al cliente cortando las papas más finas en repetidas ocasiones, pero cada intento era rechazado. Cansado de la situación, decidió llevar la idea al extremo: cortó las papas casi como papel, las frió en aceite caliente y las sazonó con abundante sal. Su intención no era complacer, sino demostrar su descontento.
Para sorpresa del chef, el cliente quedó encantado con el resultado. Estas finas rodajas crujientes, conocidas inicialmente como "Saratoga Chips", se convirtieron rápidamente en el plato más solicitado del restaurante, y el boca a boca hizo el resto: pronto todo Saratoga Springs hablaba de ellas.
El éxito de esta creación impulsó a al chef a abrir su propio restaurante en 1860, llamado "Crum’s House", donde las papas fritas eran el plato estrella. Personalidades adineradas, como Cornelius Vanderbilt, se contaban entre sus fieles comensales, ayudando a popularizar esta deliciosa innovación culinaria.
Con el tiempo, las papas fritas se transformaron en un fenómeno global. A finales del siglo XIX, comenzaron a comercializarse en bolsas, facilitando su transporte y consumo. Décadas después, avances tecnológicos como el pelador de papas permitieron su producción en masa, consolidando su lugar en la gastronomía.
Cómo hacer papas fritas caseras
Preparar papas fritas caseras es más sencillo de lo que parece y puede ser una experiencia divertida para recrear esta icónica receta. A continuación, te contamos cómo hacerlo paso a paso.
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Ingredientes necesarios: Para cuatro porciones, necesitás cuatro papas grandes, aceite de oliva virgen extra, sal al gusto y, si querés, pimentón dulce o picante para realzar el sabor.
Preparación inicial: Lavá y pelá las papas cuidadosamente. Luego, cortalas en rodajas finas, de 2 a 3 milímetros de grosor. Para mejores resultados, podés usar una mandolina, que garantiza un grosor uniforme.
El truco del remojo: Sumergí las rodajas en agua fría durante 30 minutos. Este paso elimina el exceso de almidón y ayuda a obtener papas más crujientes. Luego, escurrílas y secá bien con papel de cocina.
Freír y sazonar: Calentá suficiente aceite en una sartén grande hasta alcanzar los 180 °C. Freí las rodajas en pequeñas tandas para evitar que se amontonen y asegurarte de que se cocinen de manera uniforme. Una vez doradas y crujientes, retiralas y dejalas escurrir sobre papel absorbente. Agregá sal y, si lo deseás, una pizca de pimentón.
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