La historia de este boxeador mexicano es más común de lo que se cree. Uno tiende a pensar que los deportistas profesionales y reconocidos internacionalmente se salvan económicamente para siempre. En este caso particular hablamos del "Guapo" Víctor Manuel Rabanales, que llegó a vender todos sus premios para realizar una compra insólita que le costó demasiado.
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De no creer: era deportista, fue un exitoso millonario, pero quedó en la ruina tras una compra inédita
Una mala administración del dinero puede llevar incluso a las personas más adineradas a terminar en bancarrota.
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El boxeador malgastó su dinero en la compra de un volcán que fue una estafa.
La historia de la debacle financiera de Víctor Rabanales comenzó con una estafa que le originó la pérdida de grandes sumas de dinero. La compra de una porción del Popocatépetl por 30 mil dólares con la intención de construir un gimnasio y una granja de conejos se convirtió en un fiasco.
La breve gloria de Víctor Rabanales en el boxeo mundial
Rabanales nació en Ciudad Hidalgo, Chiapas, el 23 de diciembre de 1962. Con apenas siete años, se calzó por primera vez los guantes que recién abandonaría a los 41, cuando ya había amasado una buena bolsa de dinero. El nativo de Chiapas, y conocido como el "Rústico" alcanzó su máximo éxito en 1992, cuando se coronó campeón mundial peso gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) luego de derrotar al japonés Joichiro Tatsuyoshi.
Rabanales llegó a acumular ganancias millonarias durante su carrera. No obstante, solo pudo defender con éxito su título una vez, antes de perderlo en 1993 contra el coreano Jung II Byun. Finalmente se retiró a los 41 años con un récord de 49 victorias y 21 derrotas.
La estafa del Popocatépetl: cómo perdió su fortuna Víctor Rabanales
El ex deportista profesional tenía un ostentoso plan. Comprar una porción de tierra al pie de uno del volcán más importante de México, el Pococatépetl y montar allí un gimnasio y una granja de conejos. Para poder llegar a la suma que le pedían tuvo que vender sus premios y luego fue convocado a la base para cerrar el trato que terminó siendo una estafa.
La magnitud del fraude se hizo más evidente con la pérdida de dos apartamentos y una casa en Texcoco, propiedades que nunca registró a su propio nombre. Además, Rabanales tuvo que vender su cinturón del CMB por tan sólo 5,000 pesos, una fracción de su valor real de 15,000 dólares, debido a su precaria situación económica.
De esta manera, terminó su vida laboral como franelero y cargador de frutas en el mercado de Texcoco.
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