Tal vez haya sido la intención del presidente argentino, Javier Milei, hacer lo que su par norteamericano, Donald Trump, hizo hace ocho años, cuando en su primera “ponencia sobre el Estado de la Unión” nos sorprendió a todos dando un discurso… ¿Cómo decirlo?: Presidencial.
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Donald Trump habla hoy en el Congreso, ante la mirada atenta de los mercados: el paralelismo con Milei y el rol de la oposición
Los paralelismos entre Donald Trump y Javier Milei, no dejan de sorprender y acumularse. En unas horas, a las once de la noche (hora Argentina), el Presidente de los EE.UU. dará el tradicional “Discurso sobre el Estado de la Unión” y enfrenta un escenario parecido a lo que vivió su par argentino unos días atrás.
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Hoy a las 21 hs del este en los EE.UU. y 23 en Argentina, Donald Trump dará el primer discurso a la nación norteamericana, desde el Congreso.
Al final Milei no pudo con su genio y se salió malamente del libreto atacando, en un recinto semivacío, a Facundo Manes, quien después debió enfrentar el desmadre del asesor estrella, “Santi” Caputo.
Cuestión de rating
En la sección 63, la Constitución Argentina establece que “Ambas Cámaras se reunirán en sesiones ordinarias todos los años desde el 1 de marzo hasta el 30 de noviembre. También pueden ser convocadas extraordinariamente por el Presidente de la Nación o prorrogadas por este”.
La Cláusula 8 de la sección 99 complementa lo anterior al decir que el Presidente “abre las sesiones anuales del Congreso”. Mas allá de esto, no hay ninguna reglamentación sobre cómo es el procedimiento y el evento ha sido utilizado desde siempre por los Presidentes para hacerse algo de “autobombo”, presentando en público en racconto de su gestión y los proyectos que seguirán.
Si algo une Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Javier Milei es haber tomado este evento -históricamente de bajo perfil- para convertirlo en algo “masivo” a través del su transmisión por “Cadena Nacional (todos los medios audiovisuales están obligados a transmitirlo en vivo; Macri no lo hizo). Pero hay una diferencia. Tradicionalmente el discurso presidencial se dio entre las 10 y las doce de la mañana, dando tiempo para que todos los aspectos ceremoniales pudieses cumplimentarse a la luz del día y las dos Cámaras pudiesen comenzar a trabajar. Esto cambio con Milei que optó por hacerlo en el primer time televisivo, el año pasado a las 20:45 y este a las 21hs (con lo cual las Cámaras recién comienzan a trabajar al día siguiente, si es que no es feriado).
En los EE.UU. el Congreso arranca sus sesiones el 3 de enero, sin la presencia del Presidente, pero el Artículo II, Sección 3, Cláusula 1 de la Constitución Norteamericana requiere que el Presidente "de vez en cuando proporcione al Congreso información sobre el estado de la Unión y recomiende para su consideración las medidas que considere necesarias y convenientes". Antes de 1934 por una cuestión de costumbre, esto se realizaba en diciembre y desde entonces algún momento entre fines de enero y comienzo de marzo, pasando al horario de la tarde noche desde que comenzó a transmitirse por TV en 1947. Cuando se trata del primer año de una nueva administración esto es lo que se llama el “Discurso ante una Sesión Conjunta” y en los demás, “Discurso Sobre el Estado de la Unión”
Parangonando la práctica norteamericana, nuestro presidente define a su discurso inaugural de las sesiones en el Congreso como “Estado de la Nación”, aunque como vimos -mas allá del aprovechamiento político y marketinero-, no tenga nada que ver
Gritos en el Congreso
Lo de Milei no es la primera vez que algo así ocurre -me refiero a lo del cuestionamiento al Presidente, no lo de la prepeada a un legislador- en el Congreso. Los que tenemos algunos años recordamos casi con vergüenza el comportamiento de los peronistas y la izquierda, cuando en marzo de 2001 Fernando de la Rúa hacia lo imposible para tratar de mostrar alguna firmeza y proyectar algo de estabilidad.
Néstor Kirchner no escapó al escarnio de la oposición en el Congreso, especialmente en 2006 cuando tocó la cuestión de derogar las leyes de amnistía y punto final. Para ser justos, hay que reconocer que “el Furia” venía haciendo lo posible para inflamar el ánimo de los dueños de casa.
A su esposa, Cristina Fernández le llegó el turno en 2010 mientras resaltaba los logros económicos de la gestión matrimonial, lo que desató la ira de Radicales y partidarios de la derecha acusándola a los gritos de manipular los números de la inflación.
Mauricio Macri la pasó mal en 2019 (los resultados económicos de los años previos “lo blindaron” mientras el viento estuvo a favor), en particular cuando se puso a hablar de la lucha contra la inflación y la pobreza, y los representantes justicialista -más bien kirchneristas- empezaron a gritarle y cantarle cosas no demasiado bellas.
En su primer alocución al Parlamento en 2020, la cosa se le puso incomoda a Alberto Fernández, cuando comenzó a criticar la gestión anterior y quienes se sintieron aludidos pasaron a rebatirlo a los gritos. El año siguiente fue el de la pandemia, así que nadie cuestionaba nada, pero en 2022 las interrupciones y gritos fueron evidentes tanto desde el lado de la oposición, como entre los propios. En su último discurso, los propios -tal vez avergonzados, callaron mientras los de Juntos por el Cambio lo interrumpían y acusaban a viva voz de cosas varias.
En la primer presentación parlamentaria de Javier Milei la cosa se puso tensa cuando el Presidente apuntó a la casta política por los desaguisados del país y amenazó con avanzar con sus reformas, con o sin el apoyo legislativo. Para acallar la furia de muchos de los presentes, que fue reflejada en Reuters, Le Monde y otros medios internacionales, el oficialismo apeló a llenar los palcos con fanáticos, cuyos cánticos y algarabía opacaba cualquier queja.
Habas en todas las casas
Sin dudas los argentinos somos mucho más “vociferantes”, pero esto de cuestionar al presidente durante la inauguración de las sesiones en el Congreso, no escapa a nadie. Posiblemente el primer caso en los EE.UU. fue el de Gerald Ford en 1975 que al proponer un recorte impositivo y la suba de impuestos a los combustibles enfrentó un fuerte murmullo de descontento desde el ala Demócrata. En vista a lo de hoy, esto fue “nada”, pero abrió la puerta a lo que vino después.
Desde entonces y por bastante tiempo la buena educación reinó, pero en 2005, cuando ante la advertencia de George W. Bush, que “para el año 2042 el sistema (de seguridad Social) estará agotado y quebrado”, se escucharon gritos de “¡NO!” y fuertes “¡buus!” por los demócratas. Esta fue posiblemente la primera vez que la prensa recogió un comportamiento de este tipo por parte de los legisladores.
El primer incidente con nombre y apellido fue en 2009 -esto fue durante la presentación de la reforma de salud- cuando ante la aseveración de Barack Obama que no se iba a cubrir a los inmigrantes indocumentados, Joe Wilson le grito a viva voz “¡estas mintiendo! A esto le siguió una gritería de los “azules” que buscaron callarlo.
Donald Trump siempre supo irritar a sus opositores, así que cuando en 2018 comenzó a cuestionar la política inmigratoria, los demócratas no dudaron en saltarle encima, destacándose Joe Crowley cuando le gritó un “¡Oh!, ¡Dale…!, en medio de los fuertes “buus” y gestos contrarios. En 2019 la cosa prácticamente se repitió y en 2020 cuando pidió una acción bipartidista para bajar el precio de los medicamentos, muchos demócratas se levantaron de sus asientos gritando “H.R.3” (en referencia a un proyecto de ley que el Senado había volteado) levantándole tres dedos al aire, incluido el famoso “fuc… you”.
En 2022 mientras Joe Biden hablaba de los problemas de salud de los veteranos de guerra -lo que involucraba la muerte de su hijo Beau-, Lauren Boebert le gritó “vos los pusiste ahí,… a los 13 de ellos”, en referencia a los 13 soldados muertos durante la retirada de tropas de Afganistán. Instantáneamente los demócratas comenzaron a gritarle, pidiendo su expulsión de la cámara.
En 2023 la cosa escaló aún más. Durante su “Estado de la Unión” Biden fue interrumpido numerosas veces, con Marjorie Taylor Greene gritando repetidamente ¡Mentiroso!. Se le plegaron otros Republicanos y en algún punto la representante de Georgia le gritó “China nos está espiando”; “Asegurá las fronteras”, etc. Esta vez “Sleepy Joe”, fue el primer Presidente Norteamericano en confrontar con quienes lo cuestionaban, lo que le valió un fuerte aplauso desde su bancada.
El año pasado, Biden fue nuevamente interrumpido varias veces, pero con menos dramatismo. El momento más caliente fue cuando al hablar de la seguridad y la frontera, Maryorie Taylor Green le gritó “¡Decí su nombre!”, en referencia a Laken Riley una estudiante de enfermería que había sido asesinada por un inmigrante, lo que generó una respuesta del Presidente, por fuera del discurso.
Los Demócratas no copian a los Kirchneristas
En unas horas, Donald Trump dará su “Discurso ante la Sesión Conjunta”, en el que suele ser el evento de mayor audiencia de los presidentes. Falta poco así que no vale la pena adelantar lo que vaya a decir Trump, mas allá del titulo “La renovación del sueño Americano”
Mas interesante es que es lo que harán los Demócratas.
Por lo pronto la senadora Elisa Slotkin ya ha sido designada como la encargada de dar una respuesta oficial al Republicano, apenas este termine.
Varios Senadores ya han dicho que se ausentaran de sus bancas, en la zona izquierda del recinto.
Chris Murphy y Brian Schatz, dijeron que ante lo que consideran no es más que una farsa, transmitirán en vivo junto al cómico Akilah Huges un podcast mientras hable el presidente.
Otros como Ron Wyden, harán una reunión virtual abierta a sus electores, y otros como Don Beyer, simplemente no irán.
Los menos extremistas, que son los más, convocaron a ir: Hakeem Jeffries, Katherine Clark, Joe Neguse, Lateefah Simon, etc. Esta vez, la idea no es atacar y gritarle al Presidente, sino tratar de mostrar una imagen lo más sombría posible, con muchos vistiendo algo rosa en señal de protesta (hubo una propuesta de usar amarillo y azul en solidaridad con Ucrania, y negro para las mujeres de piel).
Como dijo en 2020 Nancy Pelosi: “Déjenlo que se hierva en su propio jugo”.
Por último está una de las ideas favoritas de legisladores como Joe Courtney, Grace Meng, Ritchie Torres, Jimmy Panetta, Brad Schenider, etc, quienes usaran su derecho a traer un invitado, llevando a trabajadores federales que ya han sido despedidos al recinto. La idea es “mostremos lo que él está haciendo”
Desde ya que, siendo Trump, todo puede llegar a pasar, pero es difícil que alguien tan avezado como él se meta en una trampa, como -lamentablemente- acaba de hacer nuestro Presidente.
Mas allá de esto, si puede, véalo.
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