El conflicto entre la fabricante de neumáticos Bridgestone y el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático de Argentina (SUTNA) entró en un paréntesis. En una primera audiencia que se hizo en la Secretaría de Trabajo de la Nación, el Gobierno consiguió forzar una tregua entre las partes para evitar despidos y paros mientras define si acepta la extensión del Procedimiento Preventivo de Crisis que pidió la multinacional.
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El Gobierno forzó una tregua entre Bridgestone y el sindicato hasta que defina si avala el plan para recortar empleos
Convocó a la Unidad de Crisis para que estudie el pedido de la empresa para ampliar el Procedimiento Preventivo de Crisis. El gremio expresó su rechazo total.
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En el encuentro citado por la cartera laboral, los directivos de la empresa y los dirigentes del gremio que encabeza Alejandro Crespo ratificaron sus posturas frente al arbitraje estatal.
La compañía ratificó el argumento de que enfrenta un panorama crítico para su producción de cara al año que comienza y que no podrá mantener su operación si no reduce su plantel.
“Nos encontramos en una situación de profundización de los factores de distorsión sobre el proceso de fabricación local. Ante esta retracción del consumo y nivel de inventarios, Bridgestone debe reducir aún más sus niveles de producción adecuándolo a los mejores escenarios de demanda”, expresaron los representantes empresariales.
Desde el sindicato, volvieron a rechazar este argumento: “Estos intentos de reabrir el procedimiento preventivo de crisis son ilícitos e improcedentes y no existen causas objetivas reales que los justifiquen. Por eso, rechazamos terminantemente cualquier intento de recorte de personal”.
El SUTNA se mantiene en estado de alerta y movilización desde la semana pasada y amenaza con convocar a medidas de fuerza en todas las empresas si Bridgestone aplica despidos. Según las estimaciones sindicales, son alrededor de 290 los empleos amenazados.
En la reunión virtual que se centralizó desde la sede de la avenida Leandro Alem 650, los funcionarios de la cartera laboral buscaron convencer a las partes de que no adopten medidas drásticas por el momento. Por eso, convocaron a la Unidad de Crisis, una instancia administrativa de análisis dentro de la Secretaría para evaluar la situación y expedirse sobre el pedido de extensión del PPC que hizo la empresa. La normativa prevé sanciones para cualquiera de las partes que viole la tregua.
Los antecedentes del conflicto entre Bridgestone y los trabajadores
El Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) es un régimen de emergencia, que Bridgestone ya utilizó en 2024 y le da a la compañía un marco legal para aplicar un plan de ajuste en sus niveles de producción y empleos.
La reacción del SUTNA frente a este pedido fue inmediata: "Bridgestone Argentina, de forma totalmente improcedente, pide una extensión del fraudulento Procedimiento Preventivo de Crisis ya cerrado, anuncia su intención de ejecutar 290 nuevos despidos y la ruptura del Convenio Colectivo de Trabajo aumentando irracionalmente los ritmos de producción e implementando una rebaja salarial mediante la eliminación de todo tipo de adicionales", señaló en un comunicado.
"Exigimos se desestime este absurdo pedido de extensión, anunciamos que se responderá con dureza en forma colectiva todo intento de despido, y que no se aceptará quita de derechos alguna", agregó.
La postura de la empresa está reflejada en un comunicado oficial difundido la semana pasada: “Bridgestone Argentina ha solicitado la ampliación del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) presentado en su momento al Ministerio de Capital Humano, comunicando el objetivo de reducir la producción para cumplir con la demanda esperada para 2025, asegurando el cumplimiento de nuestros acuerdos comerciales actuales. Estamos decididos a minimizar el impacto que esta decisión tendrá en nuestros colaboradores, clientes y la comunidad”.
Además, la empresa fundamentó este pedido en una situación que tiene como antecedente el extenso conflicto sindical de 2022, que deterioró la base exportadora de su negocio y que todavía tiene repercusiones en su operación: “El negocio y el mercado son desafiantes y las perspectivas para 2025 parecen aún más difíciles, lo que obliga a ser realistas sobre la situación actual de la empresa y evaluar los posibles pasos que se pueden tomar para optimizar la estructura y repriorizar proyectos clave”.
En ese sentido, añadió que “después de una planificación exhaustiva para asegurar la vitalidad a largo plazo de la compañía, Bridgestone ha evaluado cómo implementar mejor las medidas de reducción de costos, incluyendo reducciones de personal en sus operaciones corporativas, de ventas y de manufactura en toda América”.
Bridgestone fabrica neumáticos en su planta de Llavallol, provincia de Buenos Aires, donde trabajan 700 personas y cuenta con cuatro líneas de producción (autos, camionetas, agro y off road). De allí sale la producción que abastece al mercado local y también una porción que se exporta.
Según argumentó oportunamente la empresa, todos los acuerdos de exportación que tenía firmados para proveer a destinos como Brasil y Estados Unidos se cayeron en los últimos dos años por incumplimientos forzados por los conflictos gremiales. Y ahora enfrenta 2025 sin acuerdos de exportación vigentes. Por eso, decidió concentrarse sólo en el mercado local de reposición y la industria automotriz.
Bridgestone es, junto a Fate, uno de los mayores fabricantes de neumáticos de Argentina. Ambas empresas pidieron en octubre del año pasado al Ministerio de Trabajo la instrumentación del Procedimiento Preventivo de Crisis, que fue concedido y le permitió a Bridgestone reducir su plantel en 450 personas.
En ese momento, Bridgestone argumentó: “A partir del extenso conflicto gremial del 2022, sufrimos una pérdida de confianza corporativa que generó la transferencia del volumen de exportación de Argentina a otras plantas de la región. Como consecuencia, hoy estamos exportando solo el 10% de lo que proyectábamos”.
Según las cifras provistas por la empresa, a principios de 2022 sumó nuevos acuerdos de exportación por más de 1,2 millones de neumáticos al año. Pero no pudo cumplir las cantidades prometidas y los acuerdos se cayeron. Y responsabilizó por ese incumplimiento al conflicto sindical que se extendió por 5 meses. Además, aseguró que nunca pudo recuperar la productividad previa al conflicto, ya que pasó de fabricar más de 12.500 neumáticos diarios a poco más de 10.000.
Ahora, con la configuración del nuevo escenario para 2025 la multinacional de origen japonés pide volver a obtener el paraguas del PPC para adaptar las operaciones en su fábrica de Llavallol y ajustar su dotación de empleados.
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