El invento millonario que se creó hace dos siglos atrás y que cambió la historia de nuestra salud dental

Lo que comenzó como una idea revolucionaria en la odontología hoy protege a millones de personas, mejorando su salud bucal y previniendo enfermedades.

Este invento que comenzó hace dos siglos sigue formando parte de las rutinas modernas, reafirmando su papel clave en el cuidado de la salud dental.

Freepik

Desde hace siglos, millones de personas commprenden la importancia de mantener una buena higiene bucal. Un cuidado dental adecuado no solo contribuye a tener dientes sanos, sino que también ayuda a prevenir enfermedades graves que pueden afectar al resto del cuerpo,. En este contexto, el hilo dental se convirtió en un elemento crucial para que revoluciono la salud bucal.

El hilo dental, un invento que cumple más de 200 años de existencia, continúa siendo una herramienta indispensable. Descubre cómo su invención cambió el curso de la odontología y por qué su uso sigue siendo fundamental en la actualidad.

En 1898 Johnson & Johnson obtuvo una patente para fabricar hilo dental con el mismo material de seda usado por los médicos . el invento generó millones de usuarios y ventas raápidamente

¿Quién inventó el hilo dental y cómo?

El hilo dental, tal como lo conocemos hoy, fue inventado a principios del siglo XIX por Levi Spear Parmly, un dentista estadounidense de Nueva Orleans. Con una clara visión de mejorar la salud dental de sus pacientes, Parmly recomendaba usar un fino hilo de seda para limpiar los espacios entre los dientes, una práctica que en su tiempo resultaba novedosa y revolucionaria. Su idea de la “limpieza exhaustiva” entre los dientes iba mucho más allá del simple cepillado y se convirtió en una recomendación clave en sus consultas.

La historia cuenta que en 1815 este dentista fue el primero en proponer esta innovadora técnica, y aunque sus ideas tardaron en difundirse, lograron revolucionar el enfoque de la higiene bucal. Según especialistas, "Parmly concibió el hilo dental como un medio para controlar las enfermedades dentales desde su origen”, una práctica que influiría en futuras generaciones de dentistas y en la industria de productos dentales.

No obstante, fue hacia finales del siglo XIX cuando el hilo dental comenzó a comercializarse. En 1896, la empresa Johnson & Johnson lanzó su propio hilo dental de seda, y dos años después obtuvo una patente que le permitía fabricarlo con materiales que ya se utilizaban en medicina para suturas. Esta medida aceleró la expansión del uso del hilo dental y su consolidación como un recurso indispensable en la higiene bucal.

¿Por qué es fundamental el uso del hilo dental?

Este espectacular invento cumple una función que el cepillo de dientes por sí solo no puede lograr. Mientras que el cepillado elimina los restos visibles de la superficie dental, el hilo dental llega a las zonas interdentales donde se acumulan restos de alimentos y placa bacteriana, los cuales podrían dar lugar a caries y enfermedades en las encías. “El hilo dental es el complemento ideal del cepillo”, afirma la Asociación Americana de Odontología, destacando su efectividad en prevenir enfermedades orales graves.

El uso constante de hilo dental contribuye a reducir la cantidad de bacterias en la boca, ayudando a evitar la gingivitis y otras enfermedades periodontales. Según investigaciones, “la acumulación de placa entre los dientes es uno de los factores principales en la aparición de infecciones gingivales”, razón por la cual el uso del hilo dental es considerado por los expertos como una práctica esencial.

Además, este hábito no solo protege los dientes, sino que también combate problemas de halitosis o mal aliento. Los residuos de comida atrapados entre los dientes pueden ser responsables de un aliento desagradable, y el hilo dental ayuda a eliminarlos eficazmente, asegurando una boca más limpia y fresca.

Aunque muchos ignoran la importancia de su uso diario, el hilo dental sigue siendo una herramienta recomendada por dentistas de todo el mundo. Su uso adecuado, al menos una vez al día, es fundamental para una limpieza profunda, ayudando a alcanzar esos espacios donde el cepillo no llega y ofreciendo así una defensa extra contra diversas enfermedades dentales.