13 de febrero 2025 - 15:27

El negocio financiero, el único en alza para La Anónima frente a la caída del consumo

La cadena patagónica cerró el semestre con ingresos netos de $1,1 billones, un 5,49% menos que el año pasado. Mientras supermercados y frigoríficos cayeron, las tarjetas de crédito aumentaron un 95,91%.

El negocio supermercadista representa el 92% de los ingresos de La Anónima. 

El negocio supermercadista representa el 92% de los ingresos de La Anónima. 

Mariano Fuchila

La Anónima, una de las principales cadenas de supermercados del país, con fuerte presencia en el sur, cerró el último semestre de 2024 con ingresos netos de $1.123.569 millones, lo que representa una caída del 5,49% respecto al mismo periodo del año anterior. Este descenso refleja el impacto de la retracción del consumo, que afectó directamente sus principales negocios: los supermercados y el sector frigorífico, responsables del 92% y 7,5% de la facturación total, respectivamente. Mientras que las ventas en supermercados cayeron un 6% y las del segmento frigorífico un 1,1%, el segmento financiero, liderado por las tarjetas de crédito, fue el único en crecimiento, con un aumento del 95,91% en ingresos.

Paradójicamente, el negocio financiero, que apenas representa un 0,4% del total de ingresos, se destacó en un semestre marcado por el retroceso en el consumo. A través de su subsidiaria Tarjetas del Mar, La Anónima logró un importante crecimiento en esta área gracias al aumento del financiamiento del consumo, impulsado por la necesidad de los clientes de recurrir al crédito ante el deterioro de su poder adquisitivo. Sin embargo, este crecimiento también implicó riesgos, ya que el cargo por incobrables financieros ascendió a $2.151 millones, frente a los $1.800 millones del mismo periodo del año anterior.

Las cadenas de retail apuestan cada vez más al negocio financiero en un contexto de crisis, ya que las familias se endeudan para compras básicas como las del supermercado. Incluso, con sus tarjetas de crédito, los supermercados ofrecen pagos en tres cuotas y financiaciones que a veces son superiores a las del sistema bancario.

De cualquier manera y frente a este panorama, la compañía implementó un riguroso plan de reducción de costos. En su informe, destacó que los costos laborales se redujeron en un 19,86% gracias a “ajustes en la dotación de personal en sucursales con menor demanda y optimización de turnos de trabajo”. Además, los gastos operativos totales disminuyeron un 9,92%, lo que incluyó menores costos en alquileres, honorarios y servicios, y una mayor eficiencia en la logística y el canal online.

En este marco, según se desprende de la memoria de su último balance, desde La Anónima arriesgan un futuro más prometedor, por lo menos para el sector supermercadista y así lo detallan: "Seguimos percibiendo una recuperación del consumo y estimamos que la misma continuará de la mano del mayor poder adquisitivo de los salarios, la baja de inflación en alimentos y una mayor oferta de promociones bancarias y crédito al consumo. Específicamente en la provincia de Neuquén y en parte de la provincia de Río Negro percibimos una mayor aceleración del consumo influida principalmente por el impacto de los desarrollos en Vaca Muerta".

Mientras tanto, y a pesar de que adelanta una recuperación, la empresa dice que en el segmento de frigoríficos no vislumbra "grandes cambios debido a la baja en el consumo interno y los precios internacionales".

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