El tipo de cambio salvó a Mastellone: menos ventas, pero ganancias por $54.565 millones

El impacto de la apreciación del peso benefició los resultados financieros de la compañía, aunque la caída del consumo y el aumento de costos afectaron su negocio principal.

La empresa alcanzó una facturación de $1.449.631 millones.

Mastellone Hnos., una de las principales firmas lácteas de Argentina, cerró el 2024 con resultados financieros mixtos en un contexto económico signado por la caída del consumo. Más concretamente, la compañía registró una ganancia neta de $54.565 millones, en contraste con la pérdida de $28.721 millones del año anterior. Sin embargo, este resultado positivo se debe en gran parte al impacto de la apreciación del peso argentino, que generó ganancias contables por diferencias de cambio en sus operaciones en moneda extranjera. Este factor contable compensó la caída en el negocio principal, que mostró signos de deterioro por la baja en el consumo y la presión sobre los márgenes de rentabilidad.

Según diversos relevamientos, durante el año pasado el consumo masivo se contrajo un 17% y el sector de alimentos experimentó una caída del 5,9%. En este marco, los lácteos fueron especialmente golpeados, con una baja del 14,2% en las ventas, afectando directamente a Mastellone, que vio disminuir sus volúmenes un 5,5%. "Nuestros volúmenes de venta tuvieron una caída en el período con respecto al 2023, aunque resultaron inferiores a las registradas por el nivel general y más significativamente en comparación con el consumo de lácteos", destaca el informe de la compañía.

En términos financieros, la compañía reportó ingresos por $1.449.631 millones, apenas un 1,7% por encima de 2023. A pesar de este leve crecimiento, el resultado operativo arrojó una pérdida de $7.393 millones, equivalente al 0,5% sobre ventas. Esta cifra, si bien representa una mejora respecto a la pérdida operativa del 1% en 2023, sigue reflejando las dificultades del negocio principal.

Por su parte, las exportaciones de Mastellone crecieron en volumen, alcanzando los 373 millones de litros de leche equivalentes, lo que representó un incremento del 15,1% respecto al año anterior, pero se vieron afectadas por la apreciación del peso argentino, que redujo la competitividad de la empresa en los mercados internacionales. "Luego de un primer trimestre positivo en términos de volumen e incluso de rentabilidad, la misma fue deteriorándose gradualmente por el aumento de los costos en pesos medidos en dólares", señala la memoria anual. Además, la empresa advierte que "el peso fue la moneda que más se apreció en el mundo durante 2024, mientras que países como Brasil han registrado la mayor devaluación mundial de su moneda. Esta situación sin duda continuará afectando la competitividad de las exportaciones lácteas de Argentina".

Finalmente, para este año, la gigante láctea anticipa un escenario desafiante pero con algunas señales positivas. La empresa espera que la baja en la inflación permita una recuperación gradual del consumo, aunque advierte que la apreciación del peso podría seguir afectando su competitividad en exportaciones. "Este clima de estabilidad en materia monetaria e inflacionaria implicará la ejecución de todas las acciones destinadas a sostener nuestra competitividad", afirma el informe. En este sentido, la compañía planea un estricto control de costos y gastos, al tiempo que buscará recuperar volumen de ventas en el mercado interno y capitalizar las condiciones favorables en la producción primaria de leche. "El desafío será mantener nuestra posición de liderazgo en un mercado con consumidores cada vez más sensibles a los precios y con márgenes de rentabilidad ajustados", sostiene la empresa en su memoria.