19 de noviembre 2024 - 14:30

Era millonario, decidió vivir como "pobre" y se descubrió un secreto tras su muerte: qué pasó con Geoffrey Holt

Parecía una persona humilde y simple, pero al morir, le dejó 4 millones de dólares al pueblo donde nació.

El millonario que donó toda su fortuna a su pueblo natal.

El millonario que donó toda su fortuna a su pueblo natal.

El pueblo de Hinsdale, ubicado en New Hampshire, Estados Unidos se llevó una grata sorpresa cuando, tras la muerte de Geoffrey Holt, recibió la suma de 4 millones de dólares que él decidió donar. Para ellos era tan sólo un trabajador modesto, con ropa gastada, que vivía en una casa rodante casi sin muebles, ni televisor o computadora.

Al momento de su muerte tenía 82 años y trabajaba cuidando casas móviles. Contaba con una fortuna de 3,8 millones de dólares. No tenía esposa, ni tampoco hijos. En su testamento dejó bien en claro que su fortuna: "debería ser usada para beneficiar la educación, salud y recreación de la comunidad".

Geoffrey Holt

Cómo fue la increíble historia de Geoffrey Holt

Geoffrey Holt era un hombre que aparentaba ser pobre. Tenía ropa vieja y parecía alejado del deseo de consumir y comprar cosas. Se limitó a trabajar casi hasta los últimos días de su vida. Mantenía un perfil bajo y nunca contó que tras el cierre del molino en el que trabajó de capataz en Vermont se convirtió en un inversor de la industria de las telecomunicaciones.

Comenzó en una época donde todavía no existían los celulares, supo ser paciente y su inversión le dio rédito. Si bien tenía dislexia, pasaba horas estudiando sobre inversiones. Además, le gustaba leer sobre historia y escuchar discos de música clásica. Entre los posibles destinos de la herencia que dejó al pueblo, se considera la reparación del reloj local, o la creación de un curso de manejo en línea, porque Holt era conocido por dar clases de manejo a los jóvenes.

En su pueblo natal solían recordarlo por sentarse junto a la ruta a ver pasar autos, y de disfrutar de la vida como si nada le faltara, sin correr, trabajando tranquilo, a su ritmo. En el año 2001 se acercó a la Fundación Benéfica de New Hampshire y le contó sus propósitos. Con ellos pactó que, una vez muerto, le donaría los 3,8 millones al pueblo.

Dejá tu comentario

Te puede interesar