Con una gran fortuna de miles de millones de dólares, John Paul Getty se convirtió en una de las figuras más influyentes del siglo XX. Sin embargo, su legado no solo estuvo marcado por su éxito en la industria petrolera, sino también por su fama de ser extremadamente tacaño. La historia que mejor lo refleja ocurrió en 1973, cuando su nieto fue secuestrado y el magnate se negó a pagar el rescate.
Era un exitoso multimillonario, pero se negó a pagar una ínfima parte de su fortuna por un nieto secuestrado
Acumuló millones, pero cuando pidieron 17 millones por su nieto secuestrado, se negó a pagar. La historia del magnate que antepuso su fortuna a su familia.
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Este impactante suceso acaparó titulares en todo el mundo y dejó en evidencia la frialdad con la que Getty manejaba incluso los asuntos familiares. A pesar de las súplicas de su hijo y la angustia de su nieto en cautiverio, el empresario decidió regatear el monto exigido y, cuando finalmente accedió a pagar, lo hizo con condiciones insólitas.
Quién fue John Paul Getty
Nacido en Minnesota en 1892, John Paul Getty creció en una familia vinculada al negocio del petróleo. Su padre, George Franklin Getty, le inculcó la importancia del esfuerzo personal y le impuso la condición de no recibir apoyo financiero después de cierta edad. Esto lo motivó a buscar su propio camino en el mundo de los negocios.
Desde joven, el magnate trabajó en los pozos petrolíferos de su familia con un salario modesto. Sin embargo, su visión estratégica le permitió adquirir pequeños pozos en California a precios bajos, lo que le generó sus primeras grandes ganancias. En 1916, logró su primer millón de dólares, marcando el inicio de su imperio.
En 1942, fundó la Getty Oil Company, consolidando su posición como líder del sector energético en Estados Unidos. Su fortuna creció exponencialmente y, en 1957, la revista Fortune lo nombró el hombre más rico del país. En 1966, Guinness World Records lo reconoció como el multimillonario más acaudalado del mundo.
A pesar de su enorme riqueza, Getty era conocido por su aversión a gastar dinero, incluso en su vida personal. Se trasladó a Inglaterra en los años 50 y dirigió sus negocios desde su mansión en Sutton Place, donde vivió hasta su fallecimiento en 1976, dejando un legado que combinaba éxito financiero y controversia familiar.
La historia del secuestro de John Paul Getty III
En 1973, John Paul Getty III, nieto del magnate, fue secuestrado en Roma por la mafia calabresa ’Ndrangheta. Los secuestradores exigieron inicialmente 17 millones de dólares por su liberación, pero la respuesta de Getty fue tajante: se negó a pagar, argumentando que hacerlo podría poner en riesgo a sus otros nietos.
La familia del joven, desesperada, intentó convencer al multimillonario de que accediera a la demanda. Sin embargo, Getty sospechó que el secuestro podía ser una estrategia de su familia para obtener dinero de él. Solo cuando los captores enviaron un paquete con un mechón de cabello y un trozo de la oreja del joven, Getty aceptó negociar.
Aun así, el magnate no abandonó su estilo de negocios ni siquiera en esta crisis familiar. Logró reducir el rescate a 3 millones de dólares, pero solo accedió a pagar 2,2 millones, ya que era el máximo monto deducible de impuestos. El resto del dinero lo prestó a su hijo con un interés anual del 4%.
Tras cinco meses de cautiverio, John Paul Getty III fue liberado el 15 de diciembre de 1973. Aunque sobrevivió al secuestro, su vida estuvo marcada por el trauma. Cayó en una espiral de adicciones que, en 1981, le provocó un derrame cerebral que lo dejó tetrapléjico. Falleció en 2011, sin haber logrado reconciliarse completamente con su familia.
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