23 de octubre 2024 - 14:30

Fue uno de los hombres más ricos de Gales y terminó viviendo en un motorhome : la historia de Rob Lloyd

Tenía una gran habilidad para generar dinero a través de la compra y venta de propiedades pero todo se derrumbó.

Llegó a tener un patrimonio de 50 millones de dólares pero terminó viviendo en un motor home.

Llegó a tener un patrimonio de 50 millones de dólares pero terminó viviendo en un motor home.

El empresario galés Rob Lloyd llegó a ser uno de los hombres más ricos del Reino Unido, pero de tenerlo todo pasó a quedarse con tan sólo 135 dólares en su cuenta bancaria y tener que vivir en su motor home. Se trata de un ex magnate inmobiliario que vio cómo se derrumbaba su fortuna con el colapso internacional del año 2008.

Tenía una gran capacidad para comprar casas en ruinas, y con una leve inversión sacarles una gran rentabilidad. En 1998 fundó la inmobiliaria Eatonfield Group, que 8 años después empezó a cotizar en la Bolsa de Londres. Llegó a valer 50 millones de dólares, y el magnate no se privó de ningún gasto extravagante.

Rob Lloyd

Cómo fue la historia de Rob Lloyd

Inició invirtiendo en propiedades menores que se encontraban en la ruina, y con más trabajo que dinero, comenzó a revenderlas luego de una reconstrucción y a ganar mucho dinero. Así pudo fundar su inmobiliaria Eatonfield Group en el año 1998. Con esta metodología, continuó con la compra y venta de propiedades, y tan sólo 8 años después logró que su empresa cotizara en la Bolsa de Londres.

Se decía que "todo lo que tocaba lo convertía en oro". El valor aproximado de su empresa era de 50 millones de dólares, y en ese tiempo no se privaba de nada. Construyó una pista de carreras de caballos, compró algunos de estos animales y granjas. En aquel entonces, se calculaba que su salario anual era de 472.000 dólares.

De millonario a mendigo: cómo perdió todo

Con el crash inmobiliario del año 2008 comenzaron los problemas. Las inversiones que tuvo que realizar empezaron a generar más deudas que ganancias, y llegado el año 2011 su empresa quebró y quedó en la ruina. A pesar de desesperados intentos por recomprar su compañía, lo perdió todo.

Tuvo que vender la pista de carreras, los caballos y las granjas. Además, su segundo matrimonio fracasó y terminó teniendo que vivir en su motor home en un campo con un saldo bancario de 135 dólares. Por si fuera poco, en el año 2019 descubrió que padecía cáncer, después de un sangrado constante de su nariz en una maratón de Londres.

En la actualidad se encuentra reconstruyendo su fortuna a través de una empresa llamada Bearmont Group, que opera en el mismo sector que Eatonfield Group, y la cual define como un negocio bastante saludable.

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