10 de febrero 2025 - 14:54

La cristalería Rigolleau cerró el 2024 con pérdidas millonarias ante la caída del consumo

Una de las mayores fabricantes de envases de vidrios terminó con un rojo de $1.978 millones. Para salir a flote concretó un fuerte recorte en su plantel laboral.

En volumen vendió 15% menos que en 2023. 

En volumen vendió 15% menos que en 2023. 

El 2024 fue un año de desafíos para Rigolleau. La icónica fábrica de vidrio, con más de un siglo de historia en Argentina, sintió de lleno el impacto de la crisis económica y cerró el ejercicio con una pérdida de $1.978 millones, en contraste con los $720 millones de ganancia que había registrado en 2023. Con la caída del consumo, el desplome de la actividad industrial y el aumento de costos, la empresa tuvo que encarar ajustes en su estructura, reducir su dotación de empleados y reconfigurar su negocio para adaptarse a la nueva realidad del mercado.

El consumo masivo cerró el 2024 como el peor año en dos décadas, con una caída del 13,9%, y el sector industrial tampoco quedó al margen. En particular, la producción de bebidas –clave para la firma– cayó un 13,2%, lo que impactó directamente en la demanda de envases de vidrio. Este golpe, sumado a la menor competitividad de las exportaciones, hizo que la facturación de Rigolleau cayera 33% interanual a $105.953 millones. En tanto, en términos de volumen, la empresa despachó un 15% menos de toneladas de vidrio, reflejando el menor nivel de actividad.

Ante este panorama, la compañía tomó medidas para reducir costos y equilibrar sus cuentas. Uno de los ajustes más importantes fue la reducción de personal, que pasó de 862 a 757 empleados, lo que implicó la desvinculación de más de 100 trabajadores. Además, se adecuó la producción a la baja demanda, recortando el stock acumulado en un 25% y optimizando procesos para minimizar pérdidas. A nivel financiero, renegoció con proveedores y apostó por la sustitución de importaciones, lo que le permitió reducir su deuda bancaria a $6.323 millones, casi la mitad de los $14.994 millones del ejercicio anterior.

A pesar de estos esfuerzos, el balance refleja el impacto de la crisis. La rentabilidad de la empresa se vio fuertemente afectada: el margen bruto cayó al 8% de la facturación, cuando en 2023 había sido del 14,95%. Además, los gastos financieros aumentaron hasta representar el 6,9% de las ventas, impulsados por el alto costo del crédito en los primeros meses del año, cuando las tasas de interés superaban el 140% anual.

Pero no todo fueron números rojos. Rigolleau también avanzó en mejoras estratégicas para encarar el 2025 con una mejor posición. Según explica en su balance, puso en marcha el Horno 9, una inversión clave que sumará 100 toneladas diarias de producción para la fabricación de productos para el hogar, un segmento en el que espera recuperar competitividad. Además, reforzó su apuesta por la sustentabilidad con la modernización de su planta recicladora de vidrio, un pilar clave en su estrategia a largo plazo.

Lo cierto es que de cara al nuevo año, las perspectivas siguen siendo desafiantes, pero, según detalla en la memoria de su balance, la compañía confía en que la estabilización de la economía, la baja en las tasas de interés y una inflación más contenida le permitan recuperar parte del terreno perdido. También espera que la recuperación del consumo impulse la demanda de sus productos, aunque advierte que la competencia con productos importados seguirá siendo un factor a monitorear.

Más concretamente, Rigolleau reconoce que el 2024 fue un año de ajustes y cambios, pero se muestra optimista respecto al futuro. “Nos tocará seguir buscando competitividad en costos y diferenciales en nuestros modelos de negocio”, señala la empresa.

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