El empresario mendocino Enrique Pescarmona fundó en 1988 ImpSat, una de las empresas consideradas pioneras del sector de las telecomunicaciones en Argentina. Su dueño era cabeza de un grupo que tenía a Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa) como su nave insignia.
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La historia de ImpSat: qué queda hoy de la empresa pionera de las telecomunicaciones en Argentina
Luego de seis cambios de manos en 36 años, la compañía fundada por Enrique Pescarmona, ahora se llama Cirion. Ofrece infraestructura y conectividad a 5.500 clientes corporativos en América latina.
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Y el avance arrollador de las nuevas tendencias tecnológicas a partir de la expansión de Internet lo llevaron a diversificar sus inversiones hacia ese segmento en crecimiento.
En poco tiempo la compañía se convirtió en un actor clave no sólo en el mercado local sino también en la región con su oferta de servicios innovadores de conectividad y datos para clientes corporativos.
Implementó una red de satélites y fibra óptica que permitió a empresas argentinas y latinoamericanas acceder a soluciones de telecomunicaciones de avanzada.
Su éxito la llevó a ser una de las primeras multinacionales argentinas. Durante la década de 1990, se estableció en varios países de América latina, incluyendo Brasil, Chile, Colombia, Venezuela y Perú. También desembarcaría en Estados Unidos.
En los años 90 tuvo una fuerte presencia en países de Asia, donde llegó a facturar u$s600 millones anuales.
Para sostener este crecimiento acelerado, Pescarmona concretó inversiones millonarias en infraestructura y tecnología. Sin embargo, esa expansión fue la que generó desequilibrios financieros que afectaron los planes de la compañía.
En febrero del año 2000 la empresa consiguió un fuerte respaldo cuando comenzó a cotizar en el Nasdaq, el panel tecnológico de la bolsa de Nueva York. En su primer día de cotización el precio de la acción creció un 70% y la empresa alcanzó una capitalización de casi u$s3.000 millones.
Para entonces, su socio principal era British Telecom y ya tenía acuerdos comerciales con Global Crossing, otro gran jugador del mercado de telecomunicaciones.
Se convertía además en la segunda empresa argentina (la primera fue Banco Galicia) en ingresar al Nasdaq y una de las primeras del sector telecomunicaciones en la región en lograr ese objetivo.
Pero en todo ese período la empresa acumuló deudas significativas, derivadas tanto de las inversiones necesarias para mantener su competitividad como de la volatilidad económica en la región.
La crisis económica argentina de 2001 fue un punto de inflexión, ya que afectó gravemente a muchas empresas locales, incluyendo a ImpSat.
En 2002, ya con el nombre Impsat Fiber Networks, el grupo Pescarmona se vio obligado a negociar con sus acreedores una reestructuración de su deuda que acumulaba casi u$s1.000 millones.
Sorprendentemente, consiguió una reducción del 70% del monto en discusión. "Nuestros acreedores evaluaron que ImpSat vale más viva que muerta porque creen en nuestro negocio”, explicó entonces un directivo de la empresa.
ImpSat ingresa en un cambio de dueños constante a partir de 2006
Pero a partir de ese momento la compañía ingresó en un proceso acelerado de cambio de dueños. En 2006 la multinacional Global Crossing se quedó con la empresa tras un pago de u$s336 millones.
Bajo la administración de Global Crossing, las operaciones de ImpSat fueron integradas en una red global más amplia y su marca fue desapareciendo gradualmente.
En 2011 Global Crossing fue absorbida por otro gigante del sector: Level 3 Communications, que pagó u$s3.000 millones por todos los activos de la compañía, incluyendo las operaciones que habían estado a cargo de ImpSat.
Pero la escalada de traspasos no terminó ahí. El 31 de octubre de 2016, CenturyLink anunció un acuerdo para comprar Level 3 por la gigantesca cifra de u$s34.000 millones. La operación se completó el 1 de noviembre de 2017.
En 2020 CenturyLink sufrió una transformación, que no modificó su propiedad, al cambiar de nombre a Lumen Technologies, en el marco de una reorganización estratégica del grupo.
Ese proceso derivó en otra decisión que implicó un nuevo cambio para las operaciones que alguna vez había manejado ImpSat: en 2022, el fondo estadounidense Stonepeak Partners compró a Lumen Technologies toda su operación en Latinoamérica por u$s2.700 millones.
Stonepeak centra sus inversiones en los sectores de infraestructura y en el segmento inmobiliario. Cuenta con activos gestionados por un valor que supera los u$s61.000 millones.
Con la compra del negocio de Lumen en Latam nació una nueva empresa denominada Cirion que pasó a funcionar de manera independiente de sus nuevos dueños y que heredó las operaciones y los clientes de la vieja ImpSat.
Más aún, el CEO designado por Stonepeak para Cirion fue Facundo Castro, un argentino que estaba en el grupo desde la época de la fundación de la empresa de Enrique Pescarmona. Castro había sobrevivido a todos los cambios de dueños y su último cargo había sido presidente regional de Lumen Latinoamérica.
Una característica llamativa fue que a pesar de los cambios de manos, la mayor parte de los clientes originales de ImpSat en Argentina y otros países de la región, continuaron contratando los servicios a los nuevos dueños como si nada hubiera cambiado. Incluso, cada traspaso mantuvo buena parte del equipo técnico y administrativo original. Esta familiaridad también contribuyó a crear ese lazo de fidelidad que todavía perdura.
En la actualidad, Cirion cuenta con un plantel donde hay varios directivos históricos como Castro. El caso más visible es Luis Piccolo, actual VP de Ventas de Cirion para Argentina, Chile y Perú, y referente local de la compañía.
Cirion, la heredera de ImpSat a 36 años de su fundación
La empresa es proveedora líder regional de infraestructura digital y tecnología, y ofrece al mundo corporativo soluciones de colocación, infraestructura en la nube y de servicios de redes de fibra terrestre y submarina. Cuenta con más de 5.500 clientes latinoamericanos y multinacionales, incluidas empresas, agencias gubernamentales, proveedores de servicios en la nube, operadores, ISP y otras organizaciones.
La red de Ciron abarca un anillo de fibra óptica de más de 50.000 kilómetros de extensión que bordea toda Sudamérica, más una cantidad de nodos de interconexión. Por caso, el vínculo de conectividad entre Argentina y Chile.
El mes pasado anunció las obras de instalación de un nuevo cable submarino que se extenderá desde Myrtle Beach, Carolina del Sur, en la costa este de los EEUU, hasta la estación de amarre de cable neutral de Cirion en Las Toninas, Argentina. Se estima que estará funcionando durante el primer trimestre de 2025.
Este año concretó una inversión de u$s300 millones en los países de la región donde opera. Y espera igualar o superar esta cifra el año próximo de la mano del incremento de las necesidades de conectividad y servicios afines que están previendo en este mercado.
En diálogo con Ámbito, Piccolo destacó: “Los ejes de nuestra plataforma de infraestructura son dos. La red de fibra desplegada en toda la región más la red de cables submarinos, que conectan Latinoamérica con Estados Unidos y que interconecta los países latinoamericanos. A esto se suma una red de 18 data centers desplegados en las principales ciudades en toda la región, que son las que soportan esta infraestructura de datos que permite dar conectividad, facilita que las empresas accedan a los servicios de la nube pública, a los contenidos y otras necesidades”.
¿Cuál es la tendencia que observa para el futuro inmediato en este rubro?
“Se viene una oleada nueva a partir de la inteligencia artificial y como se están resolviendo las relaciones de negocios, esto hace que el data center se convierta en centro de un ecosistema en el cual las empresas logran realizar todas sus interconexiones para sustentar su operación. Y esto se potencia con la incorporación de la Inteligencia Artificial. Ahora hay que tener interconectados los data center en la región. Es como si estuviéramos construyendo el sistema neurológico de la red de datos, con los data centers como los cerebros de esta red y las conexiones de fibra como la interconexión nerviosa de ese entramado”, completó Piccolo.
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