11 de junio 2025 - 10:40

La ingeniería también se exporta: el caso de ABB y el talento argentino que cruza fronteras

La multinacional suiza instaló en el país un centro de ingeniería global. Qué distingue al ingeniero local y cómo retienen talento en un contexto desafiante.

En 2024, desde ABB Argentina se exportaron más de 22.200 horas de servicios técnicos.

En 2024, desde ABB Argentina se exportaron más de 22.200 horas de servicios técnicos.

Cuando una refinería en México necesita digitalizar procesos, cuando una planta offshore en Brasil requiere automatización, o una instalación industrial en Estados Unidos busca mejorar su confiabilidad, hay una probabilidad creciente de que parte de esa solución haya sido diseñada y ejecutada desde la Argentina.

Esa es la apuesta concreta de ABB, la multinacional suiza especializada en electrificación, automatización y digitalización de procesos industriales, que consolidó en el país un Centro de Operaciones de Ingeniería a nivel global. Y no se trata solo de un título institucional: en 2024, desde ABB Argentina se exportaron más de 22.200 horas de servicios técnicos a proyectos en Estados Unidos, Canadá, Alemania, Brasil y México.

“Desde aquí participamos en todas las etapas de los desarrollos: desde la ingeniería básica hasta el comisionado. Y en muchos casos lideramos el diseño de soluciones críticas para la operación”, explicó a Ámbito Hernán Kavaliauskas, Region Division Manager de Energy Industries.

La compañía no es nueva en el país: lleva más de un siglo operando localmente, con una planta industrial en Bella Vista, Tucumán, donde fabrica interruptores, relés térmicos, contactores, diferenciales y otros productos de baja tensión; y con sede corporativa y técnica en San Telmo, Ciudad de Buenos Aires. Pero en los últimos años, su peso estratégico cambió de escala. ABB ya no solo fabrica en Argentina: exporta talento, conocimiento y soluciones industriales a todo el mundo.

Ingenieros argentinos al frente de la transformación energétic

ABB trabaja con grandes clientes de sectores como petróleo, gas, energía renovable, industria química, tratamiento de agua, ciencias de la vida y alimentos. Y en esos proyectos globales, hay ingenieros argentinos participando.

“Participamos, por ejemplo, en proyectos de automatización para plantas de tratamiento de residuos líquidos en Estados Unidos, refinerías en México, y plataformas petroleras offshore en Brasil”, detalló Kavaliauskas. “Nuestros profesionales se involucran en todas las fases del proyecto: diseño, pruebas de fábrica, configuración, y puesta en marcha”.

Pero el aporte argentino no se limita a ejecutar tareas. En muchos casos, los equipos locales lideran desarrollos completos. Un ejemplo concreto fue la participación en una planta industrial en Estados Unidos, donde ABB Argentina estuvo a cargo del diseño y la configuración de todo el sistema de control. “Ese hito nos abrió las puertas a nuevas colaboraciones internacionales y consolidó nuestro perfil como centro de excelencia”, remarcó.

A la par, el equipo local desarrolla soluciones 100% propias. Los sistemas de almacenes inteligentes construidos por ABB Argentina ya están instalados y funcionando en centros logísticos de empresas de primera línea del país. Y la incorporación de herramientas con inteligencia artificial permitió reducir significativamente los tiempos de configuración y parametrización en sistemas de control. “La innovación es parte de nuestro ADN, y es una herramienta concreta para mejorar la eficiencia en entornos industriales cada vez más complejos”, sostuvo.

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Por qué el talento argentino marca la diferencia

Consultado sobre qué distingue al talento argentino dentro de la red global de ABB, Kavaliauskas fue contundente: “La capacidad de adaptación, la creatividad frente a situaciones desafiantes y una sólida formación técnica. Esas tres cualidades son las que más se valoran en contextos multiculturales donde brindamos nuestros servicios”.

La compañía trabaja con profesionales formados en universidades públicas y privadas del país, como la UBA, la UTN y otras instituciones técnicas que, según ABB, están “a la altura de muchas universidades de primer nivel en el mundo”. Y buena parte de esos ingenieros mantiene vínculos con el ámbito académico: participan en cátedras, consejos, seminarios y espacios de articulación entre empresa y universidad.

“Muchos de nuestros ingenieros e ingenieras no solo tienen un excelente dominio técnico, sino que también se desempeñan con gran eficacia en entornos multiculturales. Nos adaptamos rápidamente a normativas locales, husos horarios y cambios de condiciones en los proyectos, y eso marca una diferencia concreta en la ejecución global”, señaló.

Además de la capacidad técnica, ABB destaca la actitud. “Nuestros profesionales demuestran visión crítica, pensamiento analítico y una gran vocación de servicio. Eso nos permite liderar proyectos complejos en distintos países con un desempeño reconocido”, afirmó Kavaliauskas.

Desarrollar una carrera internacional, sin emigrar

En un contexto donde cada vez más profesionales consideran irse del país, ABB propone una alternativa concreta: proyección global desde la Argentina.

“Hemos consolidado a Argentina como uno de los centros de Ingeniería de ABB en el mundo. Eso permite ofrecer a nuestros equipos la posibilidad real de trabajar en proyectos internacionales sin necesidad de relocalizarse”, explicó Kavaliauskas.

La compañía promueve un entorno de crecimiento profesional sostenible, con acceso a cursos técnicos, capacitaciones en management, programas de mentoría y movilidad interna. Además, todas las oportunidades laborales globales se publican en una plataforma accesible para los colaboradores argentinos. “Cualquiera puede postularse a proyectos internacionales y construir su carrera desde aquí”, destacó.

Dentro de ABB, los ingenieros argentinos ocupan roles estratégicos. Son líderes de proyecto, gerentes de ingeniería, referentes técnicos y coordinadores regionales. “Fomentamos su crecimiento dentro de nuestras unidades de negocio. Buscamos que cada persona pueda especializarse y expandir sus conocimientos en contextos diversos”, explicó.

El futuro del sector energético y el consejo a quienes empiezan

ABB identifica varios desafíos que marcarán el rumbo de la industria en los próximos años: la transición hacia energías limpias, la eficiencia energética, la integración de tecnologías digitales y la reducción de costos. “Estamos desarrollando soluciones innovadoras enfocadas en la calidad de productos, eficiencia en procesos y especialización tecnológica. Nuestro objetivo es ser referentes globales en un mercado cada vez más competitivo, y el talento argentino es parte central de esa estrategia”, sostuvo Kavaliauskas.

Para los jóvenes profesionales que aspiran a desarrollarse en una empresa como ABB, el ejecutivo dejó un mensaje claro: “Actitud de aprendizaje constante, base técnica sólida, dominio del inglés y familiaridad con herramientas digitales. Esas son las habilidades clave”.

También recomendó participar en intercambios universitarios, construir redes de contacto y ser proactivos en la búsqueda de nuevas oportunidades. “Con pasión, preparación y una visión global, el talento argentino no solo puede integrarse en escenarios internacionales. Puede liderarlos”.

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