Llegó a ser uno de los millonarios más ricos del mundo pero tomó la peor decisión al perder su fortuna

El magnate alemán levantó un imperio de miles de millones de dólares, pero la crisis del 2008 lo derrumbó.

La crisis del 2008 causó innumerables muertes.

El mundo de las finanzas es cruel y volátil, si bien existen personas capaces de beneficiarse con las inversiones en este sector, una mala decisión puede cambiar repentinamente la realidad económica del perjudicado. Adolf Merckle llegó a ser una de las personas más ricas del mundo, y después de perderlo todo se arrojó a las vías del tren para poner fin a su vida asediada por los problemas financieros.

Adolf Merckle nació el 18 de marzo de 1934, en Blaubeuren, Alemania. Se graduó de abogado, y en el año 1967 heredó la compañía química que fundó su abuelo, para convertirla en la farmacéutica Phoenix Pharmahandel, donde comenzó su crecimiento en el rubro de las empresas del sector.

La historia de Adolf Merckle y su riqueza

Después de transformar la empresa heredada, creó Ratiopharm, una compañía que en la actualidad es líder en la venta de medicamentos genéricos y desde el 2010 es propiedad de Teva. A comienzos del siglo XXI, él y su familia expandieron sus inversiones financieras al sector de la metalúrgica (convirtiendose en accionistas mayoritarios de HeidelbergCement) y además compraron acciones de compañías productoras de vehículos todo terreno, caña de azúcar, textiles y software.

Llegado el año 2008, su conglomerado empresarial contaba con cien mil empleados y facturaba 40.200 millones de dólares, para fines de ese mismo año, Merckle había perdido mil millones de dólares con sus inversiones especulativas en Volskwagen, y sus empresas estaban endeudadas entre 3mil y 16mil millones de euros.

La crisis que tuvo que enfrentar

Todo se complicó cuando estalló la crisis financiera de 2008. Principalmente porque la situación económica golpeó directamente a los principales negocios del grupo y en segundo lugar por la inversión a la baja contra Volkswagen que salió mal. Después de una intervención de Porsche que hizo crecer abruptamente las acciones de la compañía automovilística Merckle perdió alrededor de 1000 millones de dólares.

Ante este escenario, se reunió con el gobierno regional para pedir ayuda pero no tuvo éxito, y tuvo que afrontar deudas por 5 mil millones de dólares con los bancos. Gracias a un préstamo de 400 millones, parecía enderezar las cosas, asegurando la viabilidad del grupo empresarial, que generaba 30 mil millones de dólares al año y daba empleo a 100.000 personas.

Pero todo cambió el fatídico lunes 5 de enero de 2009. Después de despedirse de su mujer y de dirigirse a su trabajo como todos los días, optó por terminar con su vida arrojándose a las vías del tren. Murió en el acto y los restos de su cuerpo fueron encontrados horas después.