Quién es Ted Ngoy, el hombre que se hizo millonario dos veces con diferencia de un año

Tras perder su fortuna por su adicción al juego, el camboyano regresó a su país natal, donde reinventó su vida en el sector inmobiliario y dio un giro a su historia personal.

Ted Ngoy logró construir un imperio de tiendas de rosquillas en California.

Ted Ngoy, conocido como el "rey de las donas", es un inmigrante camboyano que construyó una enorme fortuna en Estados Unidos. Nació en Nom Pen, Camboya, y después de huir de la violencia y la inestabilidad política en su país, se trasladó a California. Allí, comenzó a trabajar en el sector de las rosquillas, donde aprendió el oficio. En poco tiempo, logró crecer y fundó una cadena de locales que alcanzó un notable éxito

Sin embargo, en la historia del empresario no solo se encuentran logros, sino que también atravesó grandes caídas. A pesar de haber alcanzado la cima y convertirse en millonario en dos ocasiones, su vida estuvo llena de altibajos, incluyendo una adicción al juego que lo llevó a perder casi todo.

La adicción al juego llevó a Ted Ngoy a perder su fortuna y a tener que vender sus negocios.

La historia de Ted Ngoy, el hombre que supo generar mucho dinero... y varias veces

Nacido en Nom Pen, Camboya, Ted Ngoy vivió una infancia llena de dificultades. El caos político obligó a su familia a abandonar la nación y a buscar refugio en Estados Unidos. Tras vender casi todo, se trasladaron en 1975 a California, donde la dura realidad se mezcló con la esperanza de un futuro distinto. Durante su tiempo en el campo de refugiados, la formación en una reconocida cadena de rosquillas le permitió asumir la gestión de su primer establecimiento, dando comienzo a una etapa de reconstrucción junto a otros migrantes que ansiaban una nueva oportunidad.

Con trabajo conjunto y dedicación, la red de rosquillas creció de forma sorprendente, alcanzando hasta 60 locales en pocos años. La unión familiar y el apoyo de allegados impulsaron una expansión notable. Cada nuevo establecimiento se convirtió en un símbolo de esfuerzo y superación, evidenciando el compromiso de Ngoy por ofrecer a sus compañeros una salida a la adversidad.

Tras perderlo todo, Ngoy regresó a su país natal, donde encontró nuevas oportunidades en el sector inmobiliario.

Sin embargo, el éxito se vio amenazado cuando la adicción a los juegos de azar en Las Vegas comenzó a tener una gran influencia en la vida del empresario. Las noches en el casino derivaron en pérdidas enormes que impactaron no solo sus finanzas, sino también el bienestar de las personas que lo rodeaban. La obsesión por apostar terminó arruinando su patrimonio y provocó un distanciamiento doloroso de su familia. A su vez, la acumulación de deudas y el desprestigio forzaron la venta de sus establecimientos.

En 1993, tras perder casi todo y vivir uno de los momentos más duros, Ted Ngoy volvió a Camboya con la idea de empezar de nuevo. El camboyano decidió incursionar en el negocio de bienes raíces y se involucró en la política para impulsar el desarrollo de su país. Un contacto le abrió las puertas en el mercado de propiedades y le permitió recuperar parte de lo perdido. Su participación en las primeras elecciones democráticas y el esfuerzo por atraer inversiones marcaron un antes y un después en su carrera. Este nuevo comienzo también le dio la oportunidad de reorganizar sus relaciones y restablecer su vida familiar, demostrando que siempre se puede salir adelante a pesar de las caídas.