21 de febrero 2025 - 12:52

SanCor en la cuerda floja: buscan rematarle quesos en medio del concurso de acreedores

El acreedor de la compañía, el fondo inversor IIG Structured Trade Finance Fund Ltd, decidió ejecutar la garantía de 436.922 kilos de queso. La subasta está programada para el 28 de febrero.

La empresa había logrado frenar otro remate el año pasado. 

La empresa había logrado frenar otro remate el año pasado. 

SanCor enfrenta una nueva amenaza de remate de su mercadería en medio del proceso de concurso preventivo de acreedores. El fondo inversor IIG Structured Trade Finance Fund Ltd., el mismo que intentó subastar productos de la empresa en julio del año pasado, ahora busca rematar 268.672 kilos de queso de pasta dura y 168.250 kilos de queso semiduro. La subasta se realizará el 28 de febrero en la Ciudad de Buenos Aires, con una base de casi u$s3 millones.

Según el edicto judicial publicado el 20 de febrero, los quesos se encuentran en los depósitos de SanCor ubicados en La Carlota (Córdoba) y Gálvez (Santa Fe) y están respaldados por los warrants N° 7281, 7282 y 7352 de la serie "U", emitidos por Control Union Argentina S.A. en favor de SanCor, pero negociados a IIG Structured Trade Finance Fund Ltd. en calidad de acreedor.

Esta situación no es nueva para la cooperativa. En julio del año pasado, logró frenar un remate de casi 700.000 kilos de quesos valuados en aproximadamente u$s5 millones, tras alcanzar un acuerdo con el mismo fondo acreedor. Este antecedente es clave, pero con una diferencia sustancial, ahora la empresa está en concurso de acreedores, lo que complicaría llegar a un acuerdo para evitar la subasta.

Por otra parte, según fuentes del sector, de acuerdo con el artículo 24 de la Ley de Concursos y Quiebras, una vez declarado el concurso preventivo, los acreedores deben presentar sus créditos para ser verificados por el síndico designado. En este contexto, cualquier ejecución o subasta de bienes de la empresa concursada podría ser suspendida si se determina que afecta el proceso de reorganización patrimonial de SanCor. Este marco legal podría influir en la subasta programada, abriendo la posibilidad de que la cooperativa solicite medidas para proteger sus activos y garantizar la continuidad de sus operaciones.

De mal en peor

SanCor llegó a esta situación crítica debido a una combinación de factores financieros y estructurales. En los últimos años, la cooperativa acumuló deudas millonarias con proveedores, entidades bancarias y el propio Estado, lo que derivó en dificultades para adquirir materia prima y sostener su operatividad. La falta de inversión en tecnología y la pérdida de confianza por parte de los productores tamberos también fueron determinantes en su declive.

El proceso de reestructuración iniciado en 2017, que incluyó la venta y el cierre de varias plantas, junto a la reducción de personal, no fue suficiente para revertir la crisis. A esto se sumaron conflictos sindicales y problemas de gestión que terminaron de erosionar la competitividad de la cooperativa.

La empresa llegó a procesar más de 1,2 millones de litros diarios y actualmente opera en el mínimo de su capacidad con apenas 200.000 litros por día. SanCor, además, perdió su fuerte presencia en las góndolas de los supermercados, por lo que volver a su brillo de antaño parece hoy prácticamente una utopía.

Según explican en el sector, la cooperativa recurrió al concurso de acreedores porque ya no tenía más herramientas para salir a flote. El ingreso de capitales externos nunca llegó a concretarse, mientras las deudas se seguían acumulando. Incluso, muchos productores tamberos explican que hoy la empresa está prácticamente quebrada y lo que queda es simplemente la liquidación de sus activos.

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