Michael Gargiulo era un aspirante a estrella de cine que logró ser reconocido por millones de personas por sus horrorosos crímenes. El estadounidense fue apodado el “destripador de Hollywood” por el largo historial que se reveló tras el intento de asesinato a Michelle Murphy. Las autoridades conocieron que el delincuente mató a tres mujeres para saber cómo se sentía.
Su sueño era convertirse en un multimillonario actor de cine pero su sed criminal lo llevó a ser el destripador de Hollywood
El estadounidense logró ser famoso tras aterrar a millones de sus compatriotas por sus oscuros crímenes y fue apodado como el destripador de Hollywood.
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Sus crímenes horrorizaron a millones de personas.
El asesino elegía víctimas que se entraran cercanas a su hogar para poder vigilaras y controlarlas. Las mimas solían ser mujeres jóvenes, que lo atraían por tener personalidades extrovertidas y apariencias atractivas. Gargiulo buscaba formar parte de sus vidas con algún vínculo de amistad o sentimental y ninguno de sus presas se sintió amenazado antes de que él las matara.
El norteamericano tenía una apariencia inofensiva y había desapercibido hasta que uno de sus intentos de homicidio falló. Michelle Murphy logró defenderse de Gargiulo en la noche del 28 de abril de 2008, cuando el asesino serial entró a su habitación y la apuñaló mientras dormía. La mujer pudo golpearlo e hizo que se cortada a él mismo antes de que hullera. La sangre que el delincuente dejó en el piso fue la clave para que la policía pueda hacer un examen de ADN y dar con el culpable.
La historia de Michael Gargiulo, el destripador de Hollywood que asesinó a la novia de Ashton Kutcher
La detención del norteamericano permitió conocer que también era el autor de los asesinatos de Asheley Ellerin, María Bruno y de Trizia Pacaccio. Este último caso fue el que más tiempo llevó para hallar la resolución del mismo porque su información se reveló 18 años después del fallecimiento de la adolescente. La misma se trataba de una vecina y hermana de uno de sus compañeros de clase, a quien asechó por la noche, asaltó de camino a su casa y la apuñaló 12 veces.
El asesinato de Pacaccio ocurrió el 13 de agosto de 1993 y la investigación recaudó todo tipo de pruebas pero no logró dar con el culpable del crimen. Esto ocurrió a pesa de que la policía reunió los restos que quedaron bajo las uñas de la joven asesinada pero no contaban con la tecnología para hacer un análisis de ADN. Este hecho hizo que Gargiulo lleve un bajo perfil por cinco años hasta que se mudó a Hollywood, con la aspiración de ser una estrella de la gran pantalla.
El destripador de Hollywood tuvo su primera víctima en la ciudad el 21 de febrero de 2001. Su objetivo fue Ashley Ellerin, la novia del actor de ciernes, Ashton Kutcher. Ella era una estudiante de moda de 22 años que se preparaba para una cita con su pareja hasta que su vecino se infiltró en su hogar y la apuñaló 47 veces mientras la joven se duchaba. Esta escena, al mejor estilo de Alfred Hitchcock, alarmó a toda la ciudad cuando su compañera de piso encontró el cuerpo y avisó a las autoridades.
Su última víctima fatal fue Maria Bruno, una madre de 32 años que tenía a cuatro hijos a su cargo. Ella falleció tras recibir 17 apuñaladas en el interior de su dormitorio en la noche del 1 de diciembre de 2005. Las pruebas sólo recuperaron sangre de la mujer y el arma homicida, un escarpín quirúrgico de color azul pero ningún rastro que pueda llevar al asesino.
Tras el encarcelamiento de Michael Gargiulo, sus allegados comentaron la agresividad que el estadounidense tenía desde su infancia. Su vecindario sufrió su mal genio y había tenido fama de matón en su adolescencia. Además se conoció que el asesino cambiaba su comportamiento en sólo unos segundos y se volvía inhumano sí alguien lo alteraba.
El juicio final para el destripador de Hollywood llegó el 2 de mayo de 2019. En aquella fecha, el Tibunal Superior de Los Ángeles declaró a Gargiulo como el culpable de los asesinatos de Asheley Ellerin, María Bruno y de Trizia Pacaccio y del intento de homicidio de Michelle Murphy. Este juicio tardó 11 años y llevó 79 testigos y 350 pruebas.
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