18 de marzo 2025 - 16:04

Vicentin, sin materia prima ni fondos, apunta contra la Justicia mientras crecen las presiones

Las dos plantas de molienda de la empresa siguen paralizadas, hasta el momento abonó solo la mitad de los salarios y crece la incertidumbre sobre su futuro.

Desde el 7 de marzo pasado las plantas de Vicentin están paralizadas. 

Desde el 7 de marzo pasado las plantas de Vicentin están paralizadas. 

Vicentin atraviesa el peor momento desde que entró en concurso de acreedores. Con sus plantas paralizadas por falta de materia prima y apenas abonado el 50% de los salarios de febrero, la empresa realizó una dura presentación ante la Justicia en la que denuncia que la demora en la homologación de su acuerdo preventivo es la causa directa de su crisis terminal.

El escrito, firmado por los directores Daniel Foschiatti, Carlos Sartor y Fernando Bougain, sostiene que "la injustificada dilación en la homologación del acuerdo preventivo, que ya lleva cerca de dos años y medio, ha generado un gravísimo perjuicio a la empresa, sus trabajadores y todas las partes involucradas". Según la compañía, este retraso dejó a Vicentin sin acceso a los recursos necesarios para financiar su operación, provocando el colapso de su caja.

Según explican desde la firma, la imposibilidad de cerrar contratos de molienda debido a la incertidumbre judicial impide la reactivación de sus plantas. "Necesitamos facturar para pagar costos fijos. Desde marzo de 2024, las proyecciones indicaban que la caja sostenía la actividad hasta marzo de 2025, pero la incertidumbre judicial impidió concretar nuevos negocios", afirmaron los directivos. Las estimaciones indican que la compañía dejó de moler más de 230.000 toneladas de soja en los primeros meses de este año, lo que significó un impacto financiero superior a los $8.200 millones.

La realidad más concreta es que el parate productivo agravó la situación de los empleados. Hasta el momento, la empresa solo pudo abonar el 50% de los salarios de febrero y no tiene certeza sobre cómo afrontar las próximas obligaciones. Mientras tanto, los sindicatos presionan por soluciones inmediatas. En este marco, la presentación judicial de Vicentin advierte que "algunos actores sindicales promueven medidas que generarán nuevas cargas sobre la ya comprometida caja de la empresa".

Por su parte, y en medio de este profundo conflicto, Vicentin presentó un Recurso Extraordinario Federal ante la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe del que espera una respuesta y en caso de que no sea afirmativa, promete llegar hasta la Corte Suprema de la Nación. “Estamos trabajando insistentemente con los inversores estratégicos para garantizar la estabilidad y continuidad de la empresa, pero la falta de homologación nos impide avanzar”, sostuvieron los directivos en el documento. Además, la empresa cuestionó a actores financieros y políticos que, según su postura, buscan tomar el control de Vicentin sin un plan viable. “El principal acreedor Grassi-Commodities-Cima arriesga una excelente operación financiera por la voracidad de querer quedarse con Vicentin sin mostrar jamás un plan serio y sustentable”, expresó la presentación judicial.

De cualquier manera, el futuro de Vicentin sigue rodeado de incertidumbre. Mientras los empleados y el gremio aceitero insisten en el pago total de sus salarios, desde la empresa advierten que no hay fondos ni acuerdos que permitan seguir operando. En paralelo, su principal acreedor presiona para que avance el cramdown, una alternativa que podría redefinir el control de la compañía. Mientras tanto, Bunge y ACA analizan sus próximos movimientos en un escenario donde aún no hay soluciones claras a la vista.

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