11 de abril 2025 - 17:31

Vicentin, sin plan ni respaldo: el juez le dio tres días para informar cuentas, contratos y deuda salarial

Tras una audiencia judicial con más de 300 participantes, el juez Lorenzini exigió un informe urgente del estado real de la empresa y pidió medidas para pagar sueldos y reabrir plantas.

Vicentin entró en default en diciembre de 2019 con deudas por alrededor de u$s1.500 millones. 
Vicentin entró en default en diciembre de 2019 con deudas por alrededor de u$s1.500 millones. 

El proceso concursal de Vicentin entró en una fase crítica. En una audiencia pública celebrada este viernes, el juez Fabián Lorenzini emplazó al directorio a entregar en un plazo de tres días un informe detallado sobre la situación de la empresa. La resolución judicial apunta a conocer los contratos vigentes, el stock de insumos y mercaderías, los bienes ociosos y, sobre todo, los saldos de cuentas en el exterior, a través de las subsidiarias Vicentin Uruguay y Vicentin Europa. La condición es clara: presentar medidas concretas para pagar salarios atrasados, afrontar deudas crecientes y reabrir las plantas cerradas.

El requerimiento se dio en el marco de una audiencia de más de tres horas con participación física y virtual de trabajadores, funcionarios, dirigentes políticos y representantes del sector privado. A lo largo del encuentro, se evidenció la parálisis operativa total de la empresa y el estado de deterioro financiero que atraviesa.

Según el veedor Andrés Schocron, la deuda posconcursal ya asciende a u$s38 millones. De ese total, más de u$s18 millones corresponden a Renova -la firma que opera la planta de Timbúes-, mientras que los salarios adeudados suman u$s3 millones y la deuda por servicios energéticos supera los u$s5 millones. Las plantas de Ricardone y Avellaneda están paralizadas y, para recuperar algo de actividad, se estima que se necesitaría una inversión mínima de u$s1 millón solo en mantenimiento.

En tanto, el juez, al cierre del encuentro, tomó nota de dos propuestas que sobrevuelan desde hace años el proceso: la intervención judicial directa y el desplazamiento del actual directorio. Aunque no resolvió sobre ese punto, dejó abierta la posibilidad de avanzar si el escenario no cambia. En la misma línea se expresó el abogado de la Federación de Trabajadores del Complejo Oleaginoso, Sebastián Spiller, quien reclamó una intervención urgente de la empresa: “El directorio no está capacitado para seguir adelante”, afirmó.

También participó el diputado provincial Carlos Del Frade, que apuntó a una cuestión clave: los fondos fugados al exterior. “Resulta llamativo que, al borde de la quiebra y luego de cinco años de concurso, recién ahora se pida saber cuánto dinero tienen los miembros del directorio en cuentas bancarias fuera del país”, expresó. Según detalló el diputado, en julio de 2020, el fiscal federal Gerardo Pollicita ya había probado que parte del préstamo del Banco Nación -por entonces de u$s788 millones- fue desviado hacia paraísos fiscales.

Convocatoria al agro sin respuestas: nadie quiere rescatar a Vicentin

En paralelo a la audiencia, el directorio de la empresa convocó a una reunión urgente con los principales actores del sector agroexportador. La cita fue este miércoles y tuvo como objetivo conseguir propuestas concretas para evitar el colapso total. Pero el resultado fue negativo: nadie ofreció soluciones.

De las once compañías invitadas, solo participaron seis: ACA, Bunge, Viterra, Commodities, Unión Agrícola Avellaneda (UAA) y Bioenergías Agropecuarias. Todas escucharon el planteo, pero ninguna presentó alternativas que permitan reactivar la actividad industrial o generar ingresos inmediatos.

La empresa Bioenergías se limitó a manifestar preocupación por la continuidad de sus contratos. Commodities, uno de los acreedores más activos, avisó que solo evaluará intervenir en una futura etapa de salvataje. UAA declaró directamente que no tiene una propuesta viable. Bunge, Viterra y ACA aseguraron que seguirán cumpliendo los contratos firmados, pero sin asumir compromisos nuevos.

La reunión, informada luego por el abogado de Vicentin Guido Ferullo, dejó en evidencia el aislamiento creciente de la firma. Ni siquiera aquellos actores que en su momento estuvieron interesados en una asociación o en la adquisición de activos aparecieron con algo concreto.

Otra empresa en riesgo por el parate: el caso del algodón Estrella

Las consecuencias del cierre también afectan a otras industrias. La firma Buyanor S.A., ubicada en el Parque Industrial de Avellaneda, depende del vapor que provee la caldera de Vicentin para elaborar algodón hidrófilo, producto comercializado bajo la marca Estrella y utilizado en sectores clave como la salud y la industria farmacéutica.

En una carta enviada al juez Lorenzini, el presidente de Buyanor, David Benvenutti, advirtió que el cese total de actividad en Vicentin podría paralizar su producción. “El vapor es un insumo imprescindible. Sin él, se vuelve inviable el proceso de lavado e hidrolizado del algodón”, explicó. La empresa emplea a 280 personas en la región y su parálisis tendría efectos económicos directos en Avellaneda. En este marco, Buyanor pidió una audiencia urgente para evaluar alternativas que permitan sostener su operación. Hoy, la única unidad que sigue funcionando en la planta de Vicentin es la caldera, precisamente por su importancia para terceros como Buyanor y Friar. Si se apaga, el daño sería aún mayor.

Lo cierto es que, con más de cinco años de concurso, una deuda que no deja de crecer y sin propuestas concretas a la vista, Vicentin enfrenta hoy su etapa más crítica. El aislamiento empresarial, la parálisis operativa y el desgaste judicial acercan cada vez más a la compañía al escenario que todos quieren evitar: la quiebra.

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