La empresa agroindustrial Vicentin anunció un esquema de pago para saldar los salarios adeudados a sus trabajadores, en un contexto marcado por la paralización de sus plantas y la falta de materia prima. La compañía, que hasta el momento había abonado el 50% de los salarios de febrero, informó que logró reunir fondos para depositar un 25% adicional y prevé completar el pago total el 26 de marzo.
Vicentin plantea esquema de pago de salarios y busca retomar la actividad
Hasta el momento abonó el 50% de los sueldos de febrero. Ahora promete depositar 25% esta semana y el 25% restante la próxima.
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Vicentin solo pagó el 30% de los sueldos y crece la incertidumbre

Las plantas de la empresa están paralizadas desde la primera semana de marzo.
Sin embargo, el conflicto financiero y judicial que atraviesa sigue sin resolverse, mientras crecen las tensiones con los acreedores y el sector sindical.
En un comunicado fechado este miércoles, la firma reconoció la gravedad de la situación y ratificó su intención de normalizar las operaciones lo antes posible. Según Vicentin, la imposibilidad de acceder a financiamiento y la demora en la homologación de su acuerdo preventivo de acreedores dificultaron el cumplimiento de sus obligaciones. Ante este escenario, la empresa enfatizó la necesidad de reanudar la actividad para evitar una mayor crisis interna.
La crisis de Vicentin se remonta a diciembre de 2019, cuando la empresa se declaró en cesación de pagos por más de u$s1.300 millones, lo que derivó en un concurso de acreedores que aún no se resolvió. Más acá en el tiempo, se sumó la parálisis de sus plantas desde el 7 de marzo, debido a la escasez de materia prima y la dificultad para cerrar nuevos contratos de molienda.
A nivel judicial, según fuentes de la empresa, la demora en la resolución del concurso de acreedores mantiene trabado el acceso de la compañía a nuevas fuentes de financiamiento. Mientras tanto, los principales acreedores continúan presionando para que avance el proceso de cramdown, una instancia que permitiría que otros actores tomen el control de la firma si no se llega a un acuerdo definitivo.
Pero eso no es todo, porque además de las dificultades económicas y sindicales, Vicentin enfrenta cuestionamientos por parte de la Justicia. Existen denuncias en su contra por presuntas irregularidades en su manejo financiero previo al default de 2019. Algunos sectores sostienen que hubo desvío de fondos y maniobras que perjudicaron a los acreedores, lo que generó investigaciones y procesos judiciales en curso.
Ahora la empresa espera que la Suprema Corte de Santa Fe revea el fallo que desestimó la homologación de su concurso de acreedores. Algo, que en la práctica, es muy poco probable que suceda, y es por eso que los directivos de Vicentin prometen llegar hasta la Corte Suprema de la Nación con su reclamo.
En el mientras tanto siguen las negociaciones con el tridente conformado por Bunge, Viterra y ACA para volver a cerrar acuerdos de molienda, pero lo cierto es que estos gigantes evalúan los pasos a seguir. Porque si no avanza el concurso de acreedores tal como quiere Vicentin, también se diluye la posibilidad de quedarse con los activos de la firma. La novela continúa y promete sumar muchos más capítulos.
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