2 de febrero 2025 - 00:00

Wanda Nara: la reina del marketing que convierte el escándalo en dinero

Tras cada polémica, la mediática encuentra la forma de capitalizar su imagen. Desde su canal de WhatsApp hasta su rol en la TV, cómo transforma su vida personal en un negocio rentable.

En el verano la mediática viajó a Punta del Este contratada por varias marcas. 

En el verano la mediática viajó a Punta del Este contratada por varias marcas. 

Si algo dejó claro Wanda Nara después del escándalo con Mauro Icardi y la China Suárez es que de las lágrimas no se vive, pero del marketing sí. La mediática no perdió el tiempo lamentándose y, fiel a su estilo, convirtió la controversia en una máquina de hacer dinero. Su Instagram es un shopping virtual: cremas, ropa, zapatos, celulares y todo lo que se te ocurra aparece en sus historias a modo de publicidad. Pero no se quedó solo con eso: la nueva era digital le dio otra idea. Abrió su propio canal de WhatsApp, donde, además de compartir fragmentos de su día a día, promociona su línea de maquillajes, Wanda Cosmetics, y hasta sortea un auto en alianza con una reconocida casa de apuestas online.

Desde hace tiempo, Wanda entendió que su mejor negocio es ella misma. Con más de 17 millones de seguidores en Instagram, cada publicación suya es oro en polvo para las marcas. Mientras algunos siguen hablando de su divorcio con Icardi, ella continúa cerrando contratos publicitarios y engrosando su cuenta bancaria. La ex de Maxi López y del delantero del Galatasaray convirtió cada golpe mediático en una oportunidad. Donde otros ven drama, ella ve billetes.

A río revuelto, ganancia de pescadores

El famoso "Wandagate" sacudió al mundo del espectáculo y del fútbol en 2021. La historia era digna de una telenovela: mensajes comprometedores, rumores de encuentros secretos y un Mauro Icardi que, desesperado, intentó recuperar a su esposa con gestos de amor que incluyeron vuelos relámpago y cartas de arrepentimiento. La China Suárez, por su parte, quedó en el ojo de la tormenta como la supuesta tercera en discordia. Mientras el escándalo crecía, Wanda, con su ya clásico olfato comercial, lo aprovechaba para potenciar su marca personal.

La cronología del escándalo bien podría estudiarse en escuelas de marketing. En abril de 2021, Wanda había lanzado su propia marca de maquillaje con un éxito moderado. En octubre explotó la bomba del "Wandagate" y, mientras el mundo entero seguía de cerca la polémica, ella se enfocó en hacer crecer su emprendimiento. En diciembre, abrió el primer local de su marca en un reconocido shopping porteño con una cobertura mediática garantizada.

Cuando todo parecía indicar que la tormenta mediática había pasado y Wanda aseguraba haber perdonado la infidelidad de su esposo, llegó un lucrativo contrato. Telefe apostó fuerte por ella y la sumó como figura. En 2022, se desempeñó como investigadora en la primera edición de ¿Quién es la máscara?, conducido por Natalia Oreiro, y en 2023 tomó la conducción de MasterChef, mientras alimentaba nuevos rumores de separación con Icardi. El rating explotaba y la mediática seguía facturando.

En 2024, la mayor de las hermanas Nara condujo otro éxito de Telefe, Bake Off, y a fin de año el triángulo amoroso volvió a explotar, pero esta vez con confirmación de Icardi sobre su relación con la China Suárez y una separación ¿definitiva? de Wanda Nara.

Si bien su divorcio con Icardi es millonario y se especula con la división de bienes y propiedades de lujo en varios países, eso no la detuvo. Su vida siempre estuvo rodeada de excentricidades, desde autos de alta gama hasta vacaciones en paraísos exclusivos, pero lo que realmente marca la diferencia es su habilidad para convertir cada aspecto de su vida en una fuente de ingresos. Este verano, mientras discutía la tenencia de sus hijas con su ex, Wanda viajó especialmente a Punta del Este, contratada por varias empresas y marcas. Clinck, caja, una vez más.

Lujo y excentricidad

Si algo caracteriza a Wanda es su gusto por el lujo. Viajes en jets privados, carteras de diseñador, mansiones en diferentes puntos del mundo y cenas en los restaurantes más exclusivos forman parte de su día a día. Pero más allá de los lujos, lo que realmente destaca es su instinto para hacer dinero. No importa si el panorama parece adverso, ella siempre encuentra la manera de convertirlo en una nueva oportunidad de negocio.

Mientras muchos la critican y otros la admiran, Wanda sigue facturando. Su vida es una novela de enredos, sí, pero con un libreto que ella misma escribe y dirige. No importa si el escándalo es propio o ajeno, si la aman o la odian: al final del día, siempre encuentra la manera de transformar el revuelo en billetes. Porque si algo demostró con creces es que, en su mundo, el show nunca termina.

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