Después de años de restricciones cambiarias, el Gobierno anunció el levantamiento del cepo y una serie de cambios en la política monetaria que reconfiguran el mapa económico argentino. Para muchos, esto genera entusiasmo. Para otros, incertidumbre. Pero para todos, representa una oportunidad para revisar cómo manejamos nuestro dinero y qué decisiones tomamos de cara al futuro.
Argentina, sin cepo: ¿y ahora qué hacemos con los pesos?
Este nuevo escenario económico nos invita a pensar en estrategias más sólidas. Invertir en instrumentos diversificados, atados a la inflación o al dólar, buscar fondos comunes o CEDEARs, y mantener una visión de largo plazo.
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El fin del cepo abre la puerta a un sistema más transparente, donde la moneda puede empezar a recuperar algo de la confianza perdida.
El cepo fue, durante más de una década, un protagonista silencioso (y a veces ruidoso) de nuestra economía. Su extinción no significa que ahora todo será simple, pero sí abre la puerta a un sistema más transparente, donde la moneda puede empezar a recuperar algo de la confianza perdida.
En este nuevo contexto, se definió un esquema de flotación administrada con bandas cambiarias: un piso en $1.000 y un techo en $1.400. En un principio, el mercado creía que el tipo de cambio iba a apuntar al techo, como una señal de descontrol. Pero sucedió lo contrario: el protagonismo giró hacia la banda inferior. El dólar abrió en $1.250 y llegó rápidamente a un mínimo de $1.090 en los primeros días.
Desde mi punto de vista, hay actores incentivados a vender dólares cerca del techo ($1.300/$1.400) y otros dispuestos a comprar en la zona baja ($1.000/$1.100). Esa tensión entre fuerzas compradoras y vendedoras es la que termina determinando el valor de referencia. Además, sabiendo que el BCRA recién va a intervenir comprando si se toca el piso de $1.000, el mercado mismo parece autorregularse: si todos sabemos que en $1.000 el BCRA va a comprar, muchos van a anticiparse comprando en $1.050 o más, para ganarle de mano al propio Central. Esa dinámica genera, en la práctica, una especie de “profecía autocumplida” que sostiene al dólar en una zona más intermedia.
En esta última semana de abril, vimos un rebote desde $1.090 hasta $1.200, y creo que ese valor es más lógico en este contexto. Hay reservas en el BCRA, poder de fuego para intervenir no falta. Y también estamos en plena época de cosecha, con los exportadores liquidando divisas. Todo esto ayuda a sostener la calma.
Nuevo escenario económico: estrategias de inversión
En este nuevo contexto, se empieza a hablar mucho del "carry trade". ¿Qué es esto? Básicamente, consiste en aprovechar tasas de interés locales elevadas para invertir en pesos y luego, más adelante, cambiar esos pesos por dólares a un tipo de cambio más favorable. Funciona si la tasa que cobrás en pesos supera la devaluación esperada del dólar. Es decir, si el tipo de cambio se mantiene “calmo”, ganás.
Ahora bien, esto suena tentador, pero ojo: es una estrategia especulativa. Y como toda apuesta de corto plazo, no es para cualquiera. Requiere entender bien los riesgos y tener capacidad de reacción ante cambios bruscos. Porque si el dólar se escapa o la tasa cambia, la ganancia se puede evaporar en cuestión de días.
Por eso, más allá del "carry", lo importante es volver al eje: ¿estamos invirtiendo o estamos apostando? La diferencia es enorme. Invertir tiene que ver con construir, con proyectar a largo plazo. Apostar tiene que ver con adivinar qué va a pasar mañana. La primera requiere constancia. La segunda, suerte.
Este nuevo escenario económico nos invita a pensar en estrategias más sólidas. Invertir en instrumentos diversificados, atados a la inflación o al dólar, buscar fondos comunes o CEDEARs, y mantener una visión de largo plazo. Porque lo que vale no es solo aprovechar el momento, sino mantenerse en el camino.
La economía argentina empieza una nueva etapa. Y como siempre, más allá de los cambios políticos o monetarios, las mejores decisiones siguen siendo las que tomamos con información, paciencia y coherencia.
* Director de Guardian Capital
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