9 de diciembre 2024 - 00:00

Argentina es como "El Día de la Marmota"

Pasaron 48 años desde que se fundó Ámbito, en esos 48 años diferentes gobiernos usaron el "carry trade" para darle tranquilidad transitoria al mercado de cambios y usar el tipo de cambio como ancla contra la inflación y siempre fracasó esa receta.

Periodista y Economista.

Periodista y Economista.

Ámbito

Ámbito nació en 1976 como un boletín que todos los días informaba las tasas de interés que pagaban los bancos por los depósitos a plazo fijo. Ese boletín era muy demandado porque la gente hacía depósitos a plazo fijo a tasas altas. Fue tal el éxito de esa información que luego se transformó en el diario más influyente en materia económica y política.

En los 48 años que transcurrieron desde que nació Ámbito (primero fue Ámbito Financiero) pasaron varios gobiernos y en casi todos se dio lo que hoy estamos viviendo: el juego de atrasar el tipo de cambio para que la gente venda sus dólares, con los pesos que recibe haga un depósito a plazo fijo y apueste a que en el período que tiene su dinero a plazo fijo la tasa de interés le va a ganar al dólar.

Esto lo vimos en el período de la tablita cambiaria en la década de los 70, luego con el plan primavera en 1988 que terminó en la crisis del 6 de febrero de 1989 y en la hiperinflación.

Domingo Cavallo Ex Ministro de Relaciones Exteriores de la Nación Argentina
Domingo Cavallo estableció la convertibilidad en abril de 1991.

Domingo Cavallo estableció la convertibilidad en abril de 1991.

Se repitió en 1990, luego del plan BONEX, cuando se subió la tasa de interés y el tipo de cambio se mantuvo estable en los 5.500 australes de aquel año, mientras la inflación se mantenía en niveles que superaban ampliamente la tasa de interés, pero el dólar se mantenía quieto. Eso hizo que el tipo de cambio real cayera hasta que los que apostaron a la tasa dijeron basta y volvieron a comprar dólares.

Otro estallido cambiario y financiero que hizo que renunciara el entonces ministro de economía Erman González y lo reemplazara Domingo Cavallo que en abril de 1991estableció la convertibilidad.

Convertibilidad que duró hasta diciembre de 2001, cuando cae Fernando De la Rúa y en enero con Eduardo Duhalde ya en la presidencia se abandona la convertibilidad, se pasa a la pesificación y de nuevo el tipo de cambio se vuelve a atrasar hasta que en 2011 Cristina Kirchner establece el cepo.

La diferencia con los casos anteriores fue que, en vez de devaluar el peso, Cristina Kirchner estableció un racionamiento de quiénes podían comprar dólares al tipo de cambio oficial.

Dolares
Desde que se produjo el rodrigazo en 1975, el argentino adoptó al dólar como moneda de reserva de valor.

Desde que se produjo el rodrigazo en 1975, el argentino adoptó al dólar como moneda de reserva de valor.

Aclaremos que el cepo no es otra cosa que igual al racionamiento que establecen los supermercados cuando se imponen precios máximos. Uno entra al supermercado y le venden 1 litro de aceite por persona, un kilo de azúcar por persona, etc.

Ese cepo se eliminó con Macri que volvió el juego de apostar a la tasa que le gane al dólar, en esta oportunidad con las LEBACs, hasta que en abril de 2018 voló todo por los aires y se terminó estableciendo el cepo al final de Macri que continuó durante todo el gobierno de Alberto Fernández y ahora con Javier Milei.

Lo curioso es que siempre terminó mal esa apuesta de que la tasa le va a ganar al dólar y hoy, luego de 48 años, vemos que se insiste con esa apuesta que ahora se llama "carry trade".

Desde que se produjo el rodrigazo en 1975, el argentino adoptó al dólar como moneda de reserva de valor. Esto implica que quien vende dólares para hacer "carry trade", por definición, en algún momento desarma su plazo fijo en pesos y compra los dólares nuevamente.

El punto a considerar es que si alguien vende u$s1.000.000 para hacerse de pesos y gana el 20% en tasa de interés en dólares. Si el dólar se mantuvo quieto, cuando el inversor realiza la ganancia y compra dólares, no sale a demandar u$s1.000.000, sale a demandar u$s1.000.000 más los intereses ganados. Es decir, la presión sobre el mercado de cambios no es por u$s1.000.000 sino que es por u$s1.200.000.

El interrogante que se presenta hacia 2025 es, ¿en qué momento los inversores van a realizar la ganancia? Y cuando realicen la ganancia, la historia va a terminar como terminó en los últimos 48 años. Salvo que alguien sostenga que a los argentinos les va a dar un ataque de confianza en el peso o que Trump le va a prestar a Milei u$s15.000 millones para que los inversores puedan salir del "carry trade" sin que salte el tipo de cambio.

De ocurrir este último caso estaríamos frente a un hecho de inmoralidad dado que el conjunto de la sociedad tendría que pagar la deuda de u$s15.000 millones para que los que apostaron a la tasa puedan salir sin tener perdidas.

Los contribuyentes seríamos una especie de compañía de seguros que le estaríamos asegurando la ganancia a los que apostaron al "carry trade".

En síntesis, pasaron 48 años desde que se fundó Ámbito, en esos 48 años diferentes gobiernos usaron el "carry trade" para darle tranquilidad transitoria al mercado de cambios y usar el tipo de cambio como ancla contra la inflación y siempre fracasó esa receta.

Argentina es como el día de la marmota. Repetimos todo el tiempo el mismo error y pretendemos que en algún momento tenga un resultado diferente.

Veremos si esta historia se repite en 2025 o en 2026. Cuanto más tarde en desarmarse el "carry trade" más complicada va a ser la salida.

Periodista y economista

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