5 de octubre 2024 - 00:00

¿Cómo la educación financiera puede combatir la ludopatía juvenil?

Los efectos de esta práctica en adolescentes son alarmantes: aislamiento social, apatía, desconexión de la realidad y graves perjuicios económicos para ellos y sus familias.

La educación financiera no solo proporciona a los jóvenes las herramientas para manejar sus finanzas, sino que también les permite identificar y evitar los riesgos asociados con las apuestas online.

La educación financiera no solo proporciona a los jóvenes las herramientas para manejar sus finanzas, sino que también les permite identificar y evitar los riesgos asociados con las apuestas online.

Apostar no es un juego de chicos. Aunque en Argentina está prohibida la participación de menores de 18 años en plataformas de apuestas online, casinos y bingos, la ludopatía está ganando terreno en edades cada vez más tempranas. Esta problemática, impulsada por la accesibilidad digital, se manifiesta de manera preocupante entre adolescentes que, sin siquiera alcanzar la mayoría de edad, ya enfrentan los efectos de esta adicción.

Las apuestas online se han convertido en un fenómeno omnipresente, especialmente en la vida de los jóvenes. Influencers promocionando plataformas de juego –casinos online, apuestas deportivas, entre otros–, anuncios que inundan redes sociales, y una conectividad fulltime, han convertido a las apuestas en una amenaza constante.

Los efectos de esta práctica en adolescentes son alarmantes: aislamiento social, apatía, desconexión de la realidad y graves perjuicios económicos para ellos y sus familias.

Apuestas online, las cifras que no podemos ignorar

Los números no mienten. Según un informe reciente del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense un 12,5% de los jóvenes argentinos entre 18 y 24 años han participado en apuestas online.

Esta cifra se eleva al 15,5% en personas de entre 25 y 34 años. El crecimiento de la ludopatía entre los jóvenes es preocupante, y la edad promedio de los afectados sigue disminuyendo.

La ludopatía, un trastorno psicológico caracterizado por la compulsión a apostar, tiene un impacto devastador en la vida personal, familiar, académica y económica de quienes la padecen. Tradicionalmente, los jugadores patológicos solían ser personas mayores de edad.

Hoy, el juego online ha cambiado ese perfil, afectando a una población mucho más joven, muchos de ellos estudiantes, que juegan desde la comodidad de sus hogares, en pijama desde la cama; en el colectivo, mientras se desplazan de un lugar a otro; e incluso en las aulas.

Un estudio de Opina Argentina revela que un 16% de los jóvenes admite realizar apuestas online, siendo los hombres más propensos a este comportamiento.

Más preocupante aún es que 3 de cada 10 personas en Argentina conoce a alguien afectado por la ludopatía, y el 24% identifica a los adolescentes de 12 a 16 años como el grupo etario más vulnerable.

Educación financiera: una herramienta clave desde la infancia

La falta de educación financiera es un factor que agrava la problemática de las apuestas online. En muchas familias el dinero sigue siendo un tema tabú, y solo el 35% de los jóvenes argentinos de entre 14 y 19 años participa activamente en conversaciones sobre la economía familiar, según el informe “Los adolescentes y las finanzas”, realizado en 2022 por Junior Achievement Argentina y la Universidad Torcuato Di Tella, con apoyo de BBVA.

Esta desconexión entre los jóvenes y el manejo del dinero los deja vulnerables ante las promesas engañosas de multiplicar sus ingresos de una forma fácil, inmediata y prácticamente sin esfuerzo. Apropiarse del manejo de dinero desde una edad temprana es fundamental para estimular la confianza, la autonomía y la salud financiera en la sociedad en su conjunto.

La educación financiera no solo proporciona a los jóvenes las herramientas para manejar sus finanzas personales de manera responsable, sino que también les permite identificar y evitar los riesgos asociados con las apuestas online.

En este contexto, la educación financiera no solo se refuerza como una capacitación necesaria, sino como una obligación social. Debemos equipar a los jóvenes con conocimientos, habilidades y herramientas para enfrentar los desafíos del mundo real, con sus oportunidades y amenazas. Todos los actores sociales –gobiernos, organizaciones, escuelas y familias– tenemos la responsabilidad de garantizar que estén preparados para tomar decisiones informadas y responsables, y así protegerlos de caer en trampas como la ludopatía.

Directora de Operaciones de Junior Achievement Argentina.

Dejá tu comentario

Te puede interesar