Muchas veces hemos dicho y escuchado que el mundo está cambiando a una velocidad sin precedentes. Las crisis globales, las disrupciones tecnológicas y las transformaciones sociales están redibujando el panorama social y por ende, empresarial. En este nuevo contexto, las empresas deben adaptarse rápidamente para no solo sobrevivir, sino prosperar. En el corazón de esta adaptación se encuentra un concepto que cobra cada vez más relevancia: la eficiencia.
Departamento de eficiencia empresarial
La eficiencia implica hacer más con menos, pero la clave está en hacerlo de forma rápida, pues la realidad se nos viene encima, y con método para hacer los cambios sostenibles. Para alcanzar este objetivo de transformación hay que hacer foco en tres pilares fundamentales: los procesos, la tecnología y la comunicación.
En Argentina, tenemos el ministerio de desregulación que busca eliminar todos los días barreras que sufren las empresas para operar en el país. Estados Unidos, tendrá en breve y bajo el mando de Elon Musk, la dirección del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) cuyo propósito es reducir el gasto federal (EEUU tiene un déficit creciente) y simplificar la estructura burocrática.
La eficiencia implica hacer más con menos, pero la clave está en hacerlo de forma rápida, pues la realidad se nos viene encima, y con método para hacer los cambios sostenibles. Para alcanzar este objetivo de transformación hay que hacer foco en tres pilares fundamentales: los procesos, la tecnología y la comunicación.
En Argentina, las empresas podían “ocultar” sus ineficiencias gracias a la inflación pero frente a un panorama estable, ahora hay que enfocarse en lograr más impacto con menos recursos.
Claudio Zuchovicki señala que el país está dando pasos importantes hacia la normalización económica, con un dólar más estable y previsible, alineado con la inflación y las tasas de interés. Ello permite, según el economista, que las empresas y los individuos vuelvan a priorizar la economía real, concentrándose en costos, competitividad y eficiencia.
El fondo y las formas
Procesos: la estructura que sostiene el cambio
La eficiencia no puede lograrse sin procesos bien definidos y adaptables. En esta era de incertidumbre, las organizaciones necesitan procesos ágiles que permitan responder rápidamente a los cambios del mercado y las necesidades de los clientes. Esto implica revisar constantemente las operaciones, identificar cuellos de botella y eliminar redundancias. Los procesos claros, consistentes, ayudan a reducir costos y minimizar errores, aumentando la competitividad.
Tecnología: el catalizador de la transformación
La tecnología se incorpora luego de tener claro las zonas de dolor y las oportunidades que tiene nuestra operación. Las herramientas digitales permiten automatizar tareas repetitivas, analizar grandes volúmenes de datos y tomar decisiones basadas en información precisa y oportuna. La implementación de soluciones tecnológicas no solo mejora la productividad, sino que también abre nuevas oportunidades de negocio. Sin embargo, es fundamental que la tecnología sea utilizada como un medio y no como un fin en sí mismo. Su implementación debe estar alineada con la estrategia y los objetivos organizacionales.
La comunicación: el motor de la cohesión
Transformar una empresa o negocio requiere un cambio cultural no solo interno sino también externo pues los cambios afectarán al personal claro, pero también a proveedores y clientes por las nuevas formas de trabajo y relacionamiento. Una comunicación clara y transparente fomenta la confianza entre los equipos, alinea objetivos y garantiza que todos los integrantes de la organización trabajen en la misma dirección, bajo los procesos propuestos y dando uso a la tecnología incorporada. Además, una comunicación abierta permite detectar problemas antes de que se conviertan en crisis y facilita la colaboración en la búsqueda de soluciones.
La nueva realidad desafía nuestros paradigmas. Los modelos mentales que desarrollamos hasta aquí requieren revisión. Transitar de un estadio al otro requiere valor, esfuerzo, compromiso y paciencia, y aún así los resultados no sabemos si llegarán, pero seguir por el mismo camino cuando las premisas cambiaron sin dudas será una necedad.
Socio de Consultora HRC
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