4 de octubre 2024 - 19:53

El peso mental de la deshumanización

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Reuters

Quiero pedirles perdón. Perdón porque hoy no quiero fingir demencia y abrazar la pasión por la ignorancia.

Vivimos una época donde la crueldad se manifiesta en todo su esplendor. La política como herramienta destinada a buscar él bien común se ha transformado en un instrumento al servicio de un aparato que tiene la crueldad como núcleo.

Una de las frases acuñadas por la administración actual es “NO HAY PLATA …” es una mentira atroz. Hay mucha plata, nuestro país es rico, el problema es la redistribución del ingreso. Pocos tienen mucho y muchos tienen poco. Argentina es uno de los primeros países del mundo en la producción de alimentos. Produce alimento para más de 400 millones de personas. En contraste más de siete millones de chicas y chicos viven en la pobreza. Cada día, un millón de niñas y niños se van a la cama sin cenar en el país, según un estudio publicado por UNICEF. El estudio también muestra que unos 10 millones de chicas y chicos en Argentina comen menos carne y lácteos en comparación al año pasado, solo una muestra de la miseria actual en la que viven muchas familias y todos sabemos las consecuencias desastrosas que tiene todo esto en el desarrollo físico y psíquico de niños y niñas. Tardaremos tres generaciones en recuperar la capacidad cognitiva de estas generaciones.

Vivimos en una nueva pandemia, la pandemia del odio. Esto no permite alojar al otro, barre con los sentimientos de amorosidad, empatía y humanidad. Desde el odio no se construye el bienestar de todos. Tomaremos algunos decires textuales para mostrar la empírea del discurso del odio; “vinimos a achicar el Estado para agrandarles el bolsillo a ustedes”; “Van a poder diseñar el sistema de despidos que quieran”; “Hay otras prioridades”; "Si la gente no llegara a fin de mes ya se hubiera muerto, digamos" y "Los alimentos no están más en los depósitos". Podría seguir y seguir… pero hay algo que sintetiza los lineamientos de esta forma de hacer política y es el slogan siniestro acuñado recientemente que tuvo origen en la última dictadura militar: “Achicar el estado es agrandar la nación”.

Asistimos con espanto a la destrucción de parte de nuestros derechos constitucionales, a la destrucción de la educación, de la salud pública y de la investigación. Al veto y represión de los jubilados. La mejora de jubilaciones vetada sólo implicaba el 0,45% del PBI y el veto de la de la ley de Financiamiento Universitario, que según la ACIJ representa solo el 0,14% del PBI. Todo lo enunciado es la demostración fáctica de la existencia de políticas de crueldad. Han trabajado mucho para que en un país rico en la producción de alimentos haya más gente con hambre. Han trabajado mucho para quitarnos nuestros derechos constitucionales. Hoy más de la mitad de los argentinos son pobres. Así lo muestran los datos económicos oficiales dados a conocer recientemente por el INDEC. El estudio refleja que la pobreza llegó hasta el 52,9% en el primer semestre del 2024, lo que representa un aumento de 11 puntos con respecto al segundo semestre del año pasado.

Esto es producto de la búsqueda enloquecida y cruel de lograr déficit e inflación del cementerio.

También es preciso señalar que la pandemia del odio y de las políticas de la crueldad no solo atañe a nuestro país. El mundo entero es escenario de guerras atroces, los medios de comunicación, con las redes en un lugar destacado, nos inundan de imágenes terribles de bombardeos a hospitales, escuelas, ciudades enteras arrasadas. Los campos de refugiados se multiplican por doquier. El racismo ha aumentado. Viejas disputas entre países, grupos han encontrado un terreno fértil donde desarrollarse. De nuevo, el odio prevaleciendo frente a toda posibilidad de dialogo.

¿Entonces, Porque un psicoanalista habla de estas cosas? simplemente porque no hay clínica sin contexto. Somos mejores profesionales de la salud mental, si no fingimos demencia y tenemos en cuenta la época que nos toca vivir o como diría Freud “el malestar de la época que nos toca vivir”. Subrayemos la palabra malestar. Hoy nos vemos enfrentados a una realidad adversa, una realidad que nos exige psíquicamente. El aumento de el suicidio, de las adicciones, de distintas formas de padecimientos se han transformado en hechos cotidianos. De esto hablamos cuando hablamos de el malestar de la época que nos toca vivir.

Toda esta crueldad empieza a tener su envés. Según el estudio de opinión "Escándalo, indignación, medios & política", el 92,2% asegura que el incremento de la pobreza es el principal tema de intranquilidad, considerándolo el más grave de lo que sucede en la Argentina. También vemos crecer la solidaridad entre los jóvenes y las fundaciones de muchas empresas se encuentran tratando de palear el hambre y la desesperación. Además, es creciente la preocupación por la redistribución de la riqueza. Todo esto pauta una creciente preocupación por el otro. Esperemos que esto sean señales de que nos estamos implicando y que podamos domeñar esta deshumanización. Simplemente porque es desbastador para el psiquismo singular y colectivo.

Por último, el futuro se nos muestra difuso y complejo, pero ampliado y novedoso. Vendrán épocas de mucho trabajo subjetivo para estar a la altura de este nuevo tiempo. Apostemos siempre a la palabra. Es la palabra la que nos cura y nos libera de la esclavitud de la pasión por la ignorancia. Sabemos que ganar verdaderos márgenes de libertad es terapéutico.

Construyamos un mundo donde se sostenga la diversidad. Donde la palabra no sea utilizada como un arma para devastar al otro. Eso que vemos frecuentemente en las redes y en la administración actual. La diversidad ya no es una idealización, es claramente la única posibilidad que tenemos si queremos sobrevivir como especie.

No hay salud mental posible si sostenemos la crueldad y la deshumanización.

Psicoanalista. Lic. en Ciencias de la Psicología (UBA). Especialista en Psicología Clínica (MSAL). Expresidente y miembro fundador de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM). Fundador y Coordinador del Hospital de Día Vespertino, División de Salud mental el Hospital Gral. de Agudos Dr. T. Álvarez (GCBA). Miembro vitalicio de la Word Federation for Mental Health (WFMH). Autor de publicaciones y libros en el campo de la Salud Mental.

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