Finalmente decide invertir el exiguo monto de “cashback”, que le acaba de acreditar su aplicación por sus consumos durante el mes, en el nuevo memecoin que tiene la figura del payaso Plinplin abrazando al elefante Trompita, alternativa que le parece riesgosa pero simpática.
Las facturas del agua, gas y electricidad las paga mensualmente con débito automático de su caja de ahorro remunerada que cuenta con garantía de depósitos.
María mantiene sus ingresos invertidos todo el tiempo en diversos instrumentos financieros locales e internacionales que contemplan los riesgos que está dispuesta a asumir, ha conseguido créditos a las mejores tasas y efectuado pagos locales y transfronterizos en forma inmediata con comisiones muy bajas.
Tecnología e inclusión financiera
La adopción de nuevas tecnologías ha mejorado sustancialmente la experiencia de los usuarios de servicios financieros en todos sus estratos.
El espectacular proceso de inclusión financiera (definida como la posibilidad de acceder a todo tipo de servicios financieros a poblaciones de escasos recursos) ha sido uno de los hitos más relevantes del último lustro.
Con sólo tener un celular y conexión a Internet cientos de millones de personas (y comercios) en el mundo han podido, por primera vez y en forma rápida y segura, realizar y recibir pagos, conseguir créditos o realizar inversiones de todo tipo.
Gran parte de estos avances en la digitalización financiera se han producido por la incorporación al sistema tradicional de nuevos actores denominados “fintechs” (empresas que brindan soluciones financieras a partir de la tecnología) que gracias a su carácter innovador y a la adopción de nuevas tecnologías han logrado brindarle mejores soluciones financieras a gran parte de la población.
Fintechs y Superapps
Dentro del universo Fintech han surgido nuevos actores relevantes a nivel global, las grandes empresas tecnológicas (Bigtechs), que se han volcado al negocio de servicios financieros proviniendo de ramas diversas como del comercio electrónico (Alibaba en China, Amazon en Estados Unidos), o de telefonía (Grab en el sudeste asiático o Vodafone en Africa) o del área tecnológica (como Apple a Google desde Estados Unidos).
En términos de alcance y diversidad de productos ofrecidos los ejemplos más exitosos de super aplicaciones han sido los de las dos grandes empresas tecnológicas chinas, Tencent y Alibaba, con sus respectivas fintechs, Wechat Pay y Alipay, que han posibilitado a gran parte de la población de ese país acceder a servicios financieros y no financieros (comercio electrónico, redes sociales, entretenimiento, entre muchas otras aplicaciones) a través de sus celulares.
En Europa y Estados Unidos, las normas antimonopolio vigentes en esos países han limitado el alcance de gigantes tecnológicos como Google, Apple o Amazon.
En Latinoamérica, Mercado Libre ha conformado el ecosistema online de mayor tamaño, jugando su Fintech, Mercado Pago, un rol clave en este proceso.
El poderío de todas estas compañías se basa en una conjunción de factores, principalmente en su enorme capacidad de innovar y adaptarse a entornos culturales, regulatorios y tributarios diversos y complejos, a lo que se suma la ligera carga regulatoria (en comparación con la banca tradicional) que afrontan, y a la adopción de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial o machine learning, que les permiten ofrecer productos a medida con una muy buena experiencia de usuario, monetizando la inmensa cantidad de datos que les proveen sus clientes.
Si bien el mundo financiero experimenta un gran dinamismo y ningún actor tiene el futuro asegurado, en Argentina el liderazgo de Mercado Pago dentro del mundo Fintech es notable. Si bien el universo Fintech es muy diverso, con perfiles distintos, ecosistemas con muchos componentes que tratan de potenciarse, como Ualá (que ya tiene un banco) o compañías de telecomunicaciones como Personal Pay aprovechando su extensa clientela, buscan crecer con estrategias muy enfocadas en las nuevas tecnologías.
De acuerdo con información provista a noviembre del 2024 en el último informe de Pagos Minoristas del Banco Central (BCRA), Mercado Pago concentra el 80% de todos los saldos de los proveedores de pago que ofrecen cuentas de pago (PSPCP), seguido por Ualá con el 4%; mientras que la Fintech de Mercado Libre concentra también el 86% de esos saldos invertidos en fondos comunes de inversión, seguido por Personal Pay con el 8,3%.
La elevada relevancia de Mercado Pago en el sistema financiero argentino le genera conflictos no sólo con el sector bancario, sino también con algunos miembros de su propia tribu de Fintechs, que parecería no observan con buenos ojos algunas de sus prácticas comerciales.
Así como las fintechs han comenzado a incursionar en el mundo bancario (Ualá y ahora aparentemente Mercado Libre), los bancos también han expandido el alcance de sus negocios al mundo Fintech.
Entidades financieras como Brubank, Naranja o Reba ya operan desde hace años en forma mayoritariamente digital, mientras que entidades como el Banco Industrial, ofrecen su infraestructura y servicios bancarios a terceros, a través de APIS, interfaces de programación de aplicaciones, operatoria conocida como “Banking as a service”.
La expansión a otros países de estos actores, así como los cruces entre sectores son crecientes. Uno de los grandes jugadores digitales de la región, el Nubank brasileño, ha expresado su interés por salir a competir en el mercado argentino ofreciendo una variada gama de servicios financieros.
Infraestructuras de Pagos
Quizás la principal revolución de los últimos años en el sistema financiero ha sido la experimentada por el sistema global de pagos, potenciada por los avances en la biometría.
La posibilidad de efectuar transferencias instantáneas entre cuentas dentro de un mismo país es hoy una realidad expandida en el mundo, La misma se canaliza tanto a través de plataformas desarrolladas tanto por el sector público, como los casos de PIX en Brasil o UPI en India, como por el sector privado apuntando a la interoperabilidad en el caso de Argentina, impulsada desde hace años por el BCRA.
Las mejoras en los procesos de pago no se limitan a las personas físicas, sino que alcanzan a los comercios. Tanto en nuestro país como en el resto del mundo, los plazos en los que los comercios reciben los pagos de sus clientes se acortan cada vez más, reduciéndose las comisiones que abonan.
La popularización de billeteras digitales, actualmente el principal vehículo de pagos a nivel mundial, que ofrecen una multiplicidad de servicios financieros (y no financieros) ha abierto además una competencia feroz entre los distintos actores por atraer y mejorar la experiencia de los usuarios financieros.
Mientras que las superapps dominan el escenario en Asia, los rieles tradicionales de pagos siguen prevaleciendo en Europa y Estados Unidos a través del uso de las principales tarjetas (VISA y Mastercard), empresas que se han lanzado a incorporar las nuevas tecnologías y asociarse con los diversos actores que integran el universo financiero, sean éstos bancarios o no bancarios.
Otro fenómeno que está desarrollándose en este segmento es el denominado “orquestación de pagos” (payments orchestration) que consiste en una gestión centralizada y automatizada de múltiples procesos y métodos de pago a través de una única plataforma o sistema. Modo y Mercado Libre/ Pago son dos ejemplos en Argentina de esta tendencia.
Universo cripto
Posiblemente uno de los fenómenos más disruptivos que haya enfrentado el sistema financiero internacional en los últimos 15 años haya sido el advenimiento del ecosistema cripto.
Pese a sus notables paradojas y falencias estructurales, la pretensión de los desarrolladores del bitcoin desde su origen de crear un activo financiero competitivo a nivel global constituye uno de los experimentos más exitosos de las últimas décadas.
Lateralmente y a partir del surgimiento del bitcoin, la tecnología de cadena de bloques (blockchain) permitió crear un vibrante ecosistema cimentado en el desarrollo de contratos inteligentes y en la posibilidad de tokenizar (construir representaciones digitales) de activos de todo tipo, como dólares (USDT, USDC), euros (EURS), oro (PAXG), cereales (Agrotoken), obras de arte (NFTs), propiedades inmuebles o derechos de todo tipo.
Dentro de este universo, las denominadas cripto monedas estables vinculadas al dólar como USDT (emitida por la empresa privada Tether) o USDC (lanzada por Circle) han revolucionado el mundo de las transferencias transfronterizas, haciéndolas inmediatas, obligando a la banca tradicional a agilizar esa operatoria.
Al navegar por rieles anónimos o pseudo anónimos que muchas veces escapan al control regulatorio, la infraestructura cripto ha sido aprovechada por actores maliciosos para instrumentar operaciones delictivas de todo tipo, complejizando el accionar de la justicia.
En este contexto el tema de la ciberseguridad adquiere especial relevancia en todo el universo digital financiero.
Mas allá de las recomendaciones de los organismos internacionales destinados a prevenir operaciones de lavado de dinero (como el Grupo de Acción Financiera -GAFI-), desde hace un par de años numerosos países avanzan en la creación de monedas digitales públicas de Bancos Centrales (CBDCs), mientras que el Banco de Pagos de Basilea (BIS) que agrupa a gran parte de los bancos centrales del planeta está encarando distintas iniciativas de pagos transfronterizos.
En la Argentina de los últimos años, pese a no existir un marco regulatorio claro, la búsqueda de dolarizar carteras en un contexto de inestabilidad y de controles cambiarios, así como la atracción que ejercen estos novedosos productos virtuales, en especial entre los jóvenes, hizo que millones de argentinos abrieran cuentas en plataformas globales como Binance (cuestionada en Estados Unidos y Europa), o en billeteras de origen argentino que se expanden a otros países de Latinoamérica como Lemon Cash, u otras que vienen de México como BITSO, entre muchas otras.
Desde marzo del 2024 la Comisión Nacional de Valores ha empezado a regular a los denominados proveedores de servicios de activos virtuales (PSAVS), abriendo un registro en el que se han anotado provisionalmente hasta el momento cerca de 100 plataformas.
Hasta hace un par de años entidades como el Brubank o el Banco de Galicia y proveedores de servicios de pago con cuentas de pago como UALA llegaron a ofrecer criptoactivos a sus clientes hasta que esta operatoria fue prohibida por el BCRA.
Actualmente grandes bancos y proveedores de servicios de pagos argentinos se preparan para volver a este ruedo, analizando diversos modelos posibles de negocio que le permitan ofrecer estos activos virtuales a sus clientes ni bien el banco Central levante la prohibición vigente.
¿Concentración y nacionalización?
La conformación de los distintos grupos de actores del sistema financiero argentino parece enfrentar un nuevo punto de inflexión.
De acuerdo con información publicada en el último informe de estabilidad financiera por el BCRA, el sistema financiero argentino, tanto en los saldos de depósitos como en los créditos es uno de los menos concentrados de la región.
Partiendo de ese nivel bajo, durante el último año, la compra de dos bancos de origen extranjero por parte de bancos de capital nacional ha llevado una mayor concentración y nacionalización de este segmento.
La reducida escala relativa del sistema financiero argentino, si bien presenta potencialidades de crecimiento importantes, lleva lentamente a eficientizar a los diversos segmentos que integran su infraestructura. Un ejemplo en este sentido lo han evidenciado dos de los principales mercados que operan en el país, el Mercado Abierto electrónico (MAE) y el MATBA ROFEX quienes han anunciado que avanzan formalmente en su fusión.
En el futuro próximo la caída en los niveles de inflación y la tendencia natural a ganar mercado por parte de los jugadores de mayor tamaño (gracias a su mayor acceso a información de usuarios) lleve posiblemente a un proceso lento y creciente de concentración tanto en el sistema financiero tradicional bancario, como en el de las Fintechs en general y en los proveedores de servicios virtuales en particular.
Reconfiguración y valor
Mientras parece reconfigurarse el sistema financiero global con actores disruptivos, como el recientemente empoderado Elon Musk buscando posicionar a X (twitter) como una nueva super aplicación financiera, el partido de ajedrez que enfrentan los principales actores del sistema financiero argentino asoma apasionante.
Con un escenario macroeconómico más estable financieramente y competencia creciente, los bancos han comenzado a adoptar estas nuevas tecnologías saliendo a retener y a disputar clientela ofreciendo más productos crediticios, de inversiones o de pagos en forma individual o a través de canales colectivos como MODO.
Mientras tanto el universo Fintech se sigue expandiendo en todo tipo de sectores, aportando innovación, con actores de diverso porte que compiten, o tratan de competir, entre sí.
Los usuarios agradecidos.
(*) Ex presidente de la Comisión Nacional de Valores y Profesor de Posgrado de Fintechs, Bigtechs, Criptoactivos y Monedas Digitales. Universidad de Buenos Aires.
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