16 de marzo 2025 - 00:00

JD Vance y la derecha post liberal: ¿cómo piensa el vicepresidente de Estados Unidos?

A lo largo de su carrera, Vance ha sido influenciado por una variedad de pensadores y corrientes filosóficas que moldean su visión tanto de la sociedad como de la política internacional.

El pensamiento de JD Vance se enmarca dentro de un movimiento más amplio dentro de la derecha estadounidense conocido como la derecha post-liberal.

El pensamiento de JD Vance se enmarca dentro de un movimiento más amplio dentro de la derecha estadounidense conocido como la derecha post-liberal.

JD Vance, el actual vicepresidente de Estados Unidos, es un personaje complejo cuya evolución ideológica se aleja de las corrientes tradicionales de la política estadounidense. Desde su famoso libro Hillbilly Elegy hasta su papel como defensor de una derecha post-liberal, Vance ha ido más allá de los límites del movimiento MAGA para adoptar una postura más radical e ideologizada que rechaza el liberalismo contemporáneo.

A lo largo de su carrera, ha sido influenciado por una variedad de pensadores y corrientes filosóficas que moldean su visión tanto de la sociedad como de la política internacional. Su perspectiva sobre el orden mundial y el rol de Estados Unidos ha tenido un impacto significativo en la política exterior del país, especialmente en lo que respecta a la intervención en Ucrania y las relaciones con otras potencias globales.

El pensamiento de JD Vance se enmarca dentro de un movimiento más amplio dentro de la derecha estadounidense conocido como la derecha post-liberal. Esta corriente busca una respuesta al liberalismo moderno, el cual se caracteriza por su énfasis en los derechos individuales, el libre mercado y la globalización. Para Vance, estos principios han erosionado los lazos comunitarios tradicionales y no han generado una mejora para la sociedad, sino que han impulsado la fragmentación social y la individualización.

La influencia más importante en este giro ideológico de Vance proviene del filósofo político Patrick Deneen. En su libro Why Liberalism Failed (2018), Deneen argumenta que el liberalismo ha fracasado al anteponer el individualismo y el mercado sobre los valores que cohesionan la sociedad, como la familia, la religión y las economías locales. La crítica de Vance al liberalismo, inspirada por Deneen, también se extiende al sistema de gobierno estadounidense, al cual considera corrupto y dirigido por una élite tecnocrática alejada de las necesidades de la clase trabajadora.

Junto a Deneen, otras figuras clave que han influido en la visión política de Vance son Peter Thiel, un magnate de Silicon Valley, y Curtis Yarvin, un teórico neo-reaccionario. Aunque Vance no adopta completamente las ideas de Thiel, especialmente en lo que respecta a la tecnología, comparte con él una crítica a las élites que perpetúan un sistema que, según ellos, no favorece el bienestar común. En cuanto a Yarvin, su visión de una reforma radical del sistema político hacia una monarquía moderna ha influido en la postura de Vance sobre la necesidad de cambiar las estructuras de poder existentes.

Además de estas influencias filosóficas, Vance también se ha acercado a la obra de René Girard, el filósofo francés cuya teoría de la rivalidad mimética ha sido central para su entendimiento de la polarización política y social. Según Girard, la rivalidad humana genera tensiones que, eventualmente, se resuelven a través del sacrificio de un chivo expiatorio. Vance ha citado a Girard como una forma de explicar cómo las divisiones sociales y políticas actuales en Estados Unidos pueden ser vistas como una consecuencia de la rivalidad mimética exacerbada por las redes sociales y los medios de comunicación.

Desde que asumió un rol destacado en la política, Vance ha sido crítico con la política exterior tradicional de Estados Unidos. En particular, ha cuestionado el apoyo continuo a Ucrania en su conflicto con Rusia, una postura que ha influido profundamente en la política del Partido Republicano en los últimos años. Vance ve el sistema internacional post-Segunda Guerra Mundial como un modelo que ha favorecido a las élites globales a expensas de la clase trabajadora estadounidense, exacerbando las desigualdades tanto dentro de EE.UU. como en el resto del mundo.

La crítica de Vance al intervencionismo en Ucrania se basa en la creencia de que la guerra no representa una lucha legítima por los valores democráticos, sino más bien un esfuerzo egoísta de las élites para mantener el orden internacional en su propio beneficio. En lugar de continuar financiando una guerra en Ucrania que no cambiará el curso del conflicto, Vance aboga por una reorientación de la política exterior de EE.UU. hacia un enfoque más nacionalista, centrado en los intereses internos del país.

Este enfoque más aislacionista también incluye una crítica a la globalización y la dependencia de EE.UU. de aliados europeos y potencias extranjeras. Vance ha expresado la necesidad de que los países europeos asuman una mayor responsabilidad en términos de seguridad colectiva, especialmente dentro de la OTAN, sin esperar que Estados Unidos sea el principal financiador de la defensa europea.

La visión de Vance sobre la política exterior no se limita solo a su oposición a Ucrania. Su enfoque busca una reconfiguración completa del orden internacional, en el que EE.UU. no se vea comprometido en guerras lejanas ni en la expansión de un sistema global que no beneficia a sus ciudadanos. En su lugar, Vance propone una política exterior que priorice la seguridad nacional, la autosuficiencia económica y la defensa de los intereses de la clase trabajadora estadounidense.

Vance ha respaldado políticas que favorecen la producción nacional, como la fabricación de chips en EE.UU. y el envío de armas a Taiwán para defenderse de una posible invasión china. A nivel europeo, también ha defendido una postura que impulse a los países de la OTAN a fortalecer sus capacidades militares sin depender demasiado de Estados Unidos. Esta visión refuerza la idea de que EE.UU. debe centrarse en sus propios intereses y proteger sus fronteras económicas y geopolíticas.

JD Vance ha logrado forjar una visión política que trasciende las divisiones tradicionales dentro del Partido Republicano, creando una alternativa post-liberal que cuestiona las bases del liberalismo moderno. A través de sus conexiones con pensadores influyentes como Patrick Deneen, Peter Thiel y René Girard, Vance ha desarrollado una crítica profunda tanto a la política interna de Estados Unidos como a su papel en el orden internacional.

En su papel de vicepresidente, Vance ha llevado sus ideas a la administración Trump, influyendo en una reevaluación de la política exterior estadounidense. Su oposición al intervencionismo global, su crítica al sistema internacional post-Segunda Guerra Mundial y su enfoque en la seguridad y el bienestar económico de EE.UU. están configurando el futuro de la política exterior del país. Aunque sus posturas son controvertidas, la creciente influencia de Vance en el Partido Republicano y en la política estadounidense no puede ser ignorada, ya que se perfila como una de las figuras más complejas y de mayor impacto en la política estadounidense contemporánea.

Profesor Universitario

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