30 de marzo 2025 - 19:17

La pequeña gran diferencia entre un plan y un capricho

Que los precios y el dólar pueden estabilizarse si no hay déficit fiscal es una idea debatible, pero es lo que los operadores creen. Ante ello, corresponde saber cuál es el verdadero déficit argentino para comprender si estamos efectivamente ante un plan económico o, en su defecto, ante un capricho del Gobierno.

El presidente Javier Milie y el ministro de Economía, Luis Caputo. 

El presidente Javier Milie y el ministro de Economía, Luis Caputo. 

En Argentina hemos aprendido desde chiquitos que los precios y el dólar pueden mantenerse estables siempre y cuando no haya déficit fiscal. Tal idea es debatible, pero lo cierto es que es lo que los operadores creen. Y como es lo que creen, se non è vero ben trovato como dirían los abuelos. Por lo tanto es atinente preguntarse: ¿Cuál es el verdadero déficit fiscal argentino?

Pues bien, supongamos que hay ahora un equilibrio de caja del Tesoro, o sea un déficit operativo igual a cero. Debemos andar por ahí, dado que el Tesoro no se financia con emisión pero tampoco ahorra crecientemente fondos ni en los bancos ni en el BCRA. Calculemos entonces el verdadero déficit financiero estatal.

Tomemos la deuda en pesos del Tesoro. Solo la de pesos. Seamos benévolos y calculemos que es de unos 200 billones de pesos, aunque es algo más. Tomemos una tasa de remuneración promedio del 2,7% mensual que pagan todas las letras y bonos del Tesoro, incluidas las colocadas a “cupón zero” y las capitalizables. Pues bien, los intereses mensuales a pagar son 5,4 billones de pesos al mes. Ese es el déficit financiero por la deuda en pesos del Tesoro.

En este punto no falta nunca quien dice que solo hay que tomar la parte “real” de la tasa de interés y no toda, lo que haría descender el déficit incluso a cero. Pamplinas, la meta del gobierno y la estabilidad de precios y dólar es la quietud cambiaría, no la indexación . O sea, precios nominales y dólar nominal estables. Por lo tanto, es necesario tomar toda - si, toda - la tasa de interés a los fines de calcular el déficit relevante. De otra manera estaríamos comparando peras con manzanas. Siganos entonces: a un dólar de 1300, esos intereses equivalen a 4.154 millones de dólares al mes. En el año son entonces...USD 49.800 millones. Si, 50.000 millones de dólares anuales de déficit financiero solo por los intereses de los bonos en pesos. Ese es el déficit financiero en pesos: el equivalente a 50.000 millones de dólares anuales. Calculando un PBI de 600.000 millones de dólares a un dólar de 1300, hoy hay un déficit financiero de 8,3% del PBI. Entre los más altos de la historia. Esa es la cruda verdad.

Ministerio de Economía Economia MECON

Ahora bien, aún falta computar los intereses de la deuda en dólares, la cual ronda los 250.000 millones de dólares. Seamos permisivos y benévolos y supongamos una tasa de interés promedio de solo el 4% anual. Los intereses anuales a pagar por la deuda pública externa son entonces USD 10.000 millones anuales. Ello significa un 1,7% del PBI. Sumando entonces el 8,3% de déficit financiero en pesos más el 1,7% de déficit financiero en dólares, encontramos que el déficit financiero real hoy es....voilå, la bicoca de 10% del PBI.

Si, 10% del PBI de déficit financiero real. Ese es el déficit financiero real. Los argumentos del tipo de que el déficit es refinanciable de poco y nada importan. La presión sobre el dólar no es una cuestión de chance de financiación o no. Bien podemos pensar que no sería nada difícil renovar los bonos y letras en pesos aún en circunstancias complicadas. Y seguramente así va a ser. Pero ello no impide que parte de los inversores en bonos y letras vendan sus bonos y compren dólares, presionando a este a la suba. Otro inversor podrá comprar esos bonos e incluso renovarlos a su vencimiento, pero la presión sobre el dólar se da igual a pesar de que el total de bonos y letras quede inalterado. No es un problema de renovación.

Tampoco es una excusa que una parte muy minoritaria de todos los bonos y letras estén en manos de la ANSES, si tenemos en cuenta que los fondos de la ANSES son en última instancia de los jubilados, y no del Tesoro. Hemos llegado a un punto en el cual ahora podemos entender la presión sobre el precio del dólar y los mercados agitados. Cómo bien canta Serrat: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.

Y colorín, colorado, este cuento ha terminado. No sabemos si nuestros gobernantes terminarán siendo felices y comiendo perdices o no. Pero si podemos arribar a una conclusión de oro para el futuro. Moraleja: en Argentina, siendo el Estado un formidable deudor, jamás de los jamases confíes en un plan económico de estabilización cuya tasa de interés es mayor al 1% mensual luego de….10 minutos de iniciado el plan. Porque no se está en presencia de un plan económico, sino de un capricho económico.

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