Un juego de suma cero es cualquier interacción en la que la ganancia de una persona resulta en una pérdida equivalente para otro participante. Este concepto, central en la teoría de juegos, se caracteriza por la ausencia de ganancia neta: lo que uno gana, otro lo pierde. En este artículo, exploramos el concepto de juego de suma cero en el contexto de las finanzas, su impacto y su aplicación práctica en estrategias de inversión y transacciones específicas.
La "tablita" del dólar de Luis Caputo: ganadores, perdedores y las finanzas como suma cero
En este artículo, exploramos el concepto de juego de suma cero en el contexto de las finanzas, su impacto y su aplicación práctica en estrategias de inversión y transacciones específicas.
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Juegos de suma cero en las finanzas
El ajedrez es un ejemplo clásico de un juego de suma cero, donde la victoria de un jugador es exactamente igual a la derrota del otro. En el ámbito financiero, algunas transacciones también se consideran juegos de suma cero, como la negociación de futuros y opciones o contratos a término. Estos convenios son acuerdos bilaterales en los que una parte gana exactamente lo que la otra pierde, en el momento de ejecución. Por ejemplo, en un contrato a término sobre petróleo, si el precio subió, el comprador gana y el vendedor pierde en proporciones equivalentes. Lo mismo sucede si hubiera calls o puts. Un call u opción de compra es un contrato que da a su propietario el derecho a comprar un activo en una fecha determinada por un cierto precio, mientras que un put u opción de venta es un contrato que da al propietario el derecho a vender un activo en una fecha dada a un precio determinado. En cambio, cuando la tasa de interés y la tasa de devaluación están garantizadas y monopolizadas de antemano en la decisión, el negocio es redondo.
Aunque algunos aspectos del mercado financiero pueden clasificarse como juegos de suma cero, la mayoría de las transacciones económicas se consideran “juegos de suma No cero”. En estos casos, ambas partes pueden beneficiarse, como ocurre en el comercio, donde los bienes o servicios intercambiados son percibidos como más valiosos que los costos asociados a ellos. Ejemplos clásicos de suma no cero incluyen las inversiones a largo plazo, que generan empleo, ingresos y crecimiento económico.
La teoría de juegos proporciona un marco teórico para analizar los juegos de suma cero.
En “Teoría de juegos y comportamiento económico” (1944), John von Neumann y Oskar Morgenstern establecieron las bases para este campo. El equilibrio de Nash, desarrollado posteriormente, describe un estado en el que ningún jugador mejora su posición cambiando unilateralmente su estrategia. Este principio es particularmente relevante en mercados financieros competitivos, donde los participantes buscan optimizar sus rendimientos sin alterar significativamente las condiciones del mercado.
Caso Práctico: “La Tablita de Caputo” en 2024
En 2024, el ministro de Economía Luis Caputo implementó una política conocida como “la tablita”, basada en un esquema de crawling peg. Este enfoque generó resultados típicos de un juego de suma cero: algunos grandes actores del mercado obtuvieron ganancias extraordinarias, mientras otros micro ahorristas experimentaron pérdidas significativas.
Ganadores
- Bonos del Tesoro en pesos: El bono TO26 registró un rendimiento del 236,6% en pesos, equivalente a una ganancia del 176% en dólares tras considerar la evolución cambiaria.
- Acciones del sector bancario: Entidades como Grupo Financiero Galicia y Banco Macro lideraron las subas del índice Merval, que aumentó un 127% en dólares.
- Plazo fijo UVA: Esta herramienta, ajustada por inflación, ofreció retornos del 150%.
- Especulación financiera: La liberalización de los mercados financieros creó un terreno fértil para la especulación. Las tasas de interés en pesos traducidas a dólares atrajeron “capitales golondrinas” que hicieron ganancias extravagantes.
- Los bancos locales: La rentabilidad en dólares y sin riesgo de los bancos locales que acordaron tasas en pesos, traducidas a dólares fueron extravagantes.
- Los grandes conglomerados económicos: aprovecharon la brecha entre tasas de interés y “devaluaciones preanunciadas” para obtener rentas extraordinarias, Estos poseen capacidad de endeudamiento y relaciones con entidades del exterior y, se dedicaron al “carry trade” full time.
Perdedores
- Exportadores y empresas dependientes del tipo de cambio: Estas entidades enfrentaron pérdidas debido a la apreciación del peso, que redujo su competitividad. Prueba de esto es el default de un poderoso grupo del complejo sojero.
- Pequeños ahorristas: Muchos ahorristas que desde hace 50 años ahorran en dólares en la Argentina, no accedieron a los instrumentos financieros más rentables, quedando expuestos a la hiperinflación en dólares más grande de la historia.
- Industria Argentina: La sobrevaluación del peso favoreció las importaciones, perjudicando a la industria nacional.
- Incremento del endeudamiento interno: La jugada financiera, al 31 de diciembre acumulaba un aumento de la deuda pública de alrededor de u$s 91.000 millones.
- Las empresas nacionales: Las industrias y las pymes que se financiaron en el mercado local, asumieron un “costo financiero convertido a dólares” demoledor. Las exuberantes ganancias en dólares de los colocadores en pesos, no se comparan con las inconmensurables tasas de interés activas de quienes tomaron crédito. No hay empresa que subsista a un costo financiero piso de 40% en dólares en ninguna parte del mundo.
- Inflación y redistribución regresiva: La llamarada inflacionaria que provocó la devaluación temprana destruyó el ingreso de los sectores más vulnerables de la población; jubilados, asalariados, trabajadores informales.
- Generaciones futuras: La acumulación de deuda alcanza niveles de incierta sostenibilidad, convirtiéndose en una hipoteca para las generaciones futuras.
- Recesión prolongada: La caída de la actividad industrial generó aumento del desempleo y precarización del trabajo.
- Concentración del ingreso: La transferencia de recursos hacia el sector financiero consolidó un modelo regresivo de distribución del ingreso, ampliando la brecha entre ricos y pobres.
- Desplome del PBI: alrededor de 3% del PBI (p.)
- Desplome de la Demanda Doméstica: Se derrumbo el consumo de los hogares, el gasto del gobierno y la inversión.
Impacto del juego de suma cero
El juego de suma cero en las finanzas y aun en este tipo de enfoques macroeconómicos neo cuantitativistas, influye directa y negativamente en el bienestar general. Las fluctuaciones de precios, impulsadas por decisiones de quienes ejercen mayor poder (la oferta), ha reflejado la dinámica inherente a este modelo.
La naturaleza del juego de suma cero intensificó el aprovechamiento de las brechas de costos y precios y los tiempos por parte de los ganadores. Los movimientos bruscos en los precios liberados crearon oportunidades de ganancia insólitas, nunca vista en balances y cuadro de resultados de empresas de alimentación, financieras, de energía, pero también aumentaron los riesgos sociales considerablemente con pérdidas que influyeron en las familias que perdieron su cobertura médica, bajaron la calidad de alimentación y suprimieron toda clase de esparcimiento en tiempos de ocio.
La comprensión de las reglas del juego de suma cero es esencial para diseñar estrategias de inversión eficaces para transferir ingresos de una manera feroz. Los inversores exitosos aprovecharon el acceso ya que el ministro de Economía les garantizó el triunfo a los ganadores.
Epílogo
La especulación financiera promovida por el gobierno no solo resultó en un esquema devastador para los sectores más vulnerables de la economía, sino que profundizó las desigualdades estructurales del país. Este modelo económico-financiero, basado en una lógica de fuerza asimétrica, funcionó como un juego de suma cero en el que el bienestar de los pocos más poderosos se aseguró a costa de la desdicha de las grandes mayorías. Los ingresos de los sectores más vulnerables fueron erosionados implacablemente, mientras los actores con acceso privilegiado al sistema financiero capturaron ganancias desproporcionadas.
En última instancia, esta dinámica no solo comprometió la estabilidad económica, sino que también atentó contra el tejido social, exacerbando la pobreza y consolidando un régimen de exclusión estructural. La experiencia argentina demuestra que un sistema económico que prioriza la especulación por sobre la producción y el trabajo solo conduce al estancamiento económico y a un profundo deterioro social.
Referencias
- Nash, J. (1951). Non-Cooperative Games. Annals of Mathematics.
- Neumann, J. von, & Morgenstern, O. (1944). Theory of Games and Economic Behavior. Princeton University Press.
Director de Fundación Esperanza. https://fundacionesperanza.com.ar/ Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros
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