2 de noviembre 2024 - 07:59

Llevar el banco hacia afuera: un deseo acerca del marco regulatorio de las fintech

Si bien incentivar la interoperabilidad entre bancos y fintech resulta fundamental, el marco regulatorio debe contemplar las diferencias entre unos y otros.

La relación entre bancos y fintech  muestra que los primeros se resisten a dar algo de su terreno y compartir el ecosistema financiero, y que los segundos no quieren tener regulación que puedan limitar su agilidad. 

La relación entre bancos y fintech  muestra que los primeros se resisten a dar algo de su terreno y compartir el ecosistema financiero, y que los segundos no quieren tener regulación que puedan limitar su agilidad. 

En muchos países del mundo (y en Argentina también) se piensan las cosas de manera opositora. Si decís que no te gusta un candidato presidencial es porque vas a votar al partido contrario; si no sos de Boca entonces sos de River; si decís que preferís lo salado entonces no te gusta lo dulce. Lo que se pierde de vista es la complementariedad de las cosas y cómo, a través de ella, se pueden enriquecer.

Con el mercado financiero pasa exactamente lo mismo cuando en general se piensan a las fintech y los bancos como antagónicos. Si alguien es fiel usuario del banco se le dice que es anticuado y si solo maneja su economía de manera digital se le dice que pueden sufrir una estafa y que es mejor volver a lo tradicional, por ejemplo. La realidad es que ninguno de los dos tienen que convertirse en el otro sino que tienen que trabajar en conjunto.

A rasgos generales las fintech cuentan con mayor accesibilidad para los prestatarios y mayor agilidad en la tramitación de los préstamos, y en un menor costo financiero total frente las entidades financieras no bancarias reguladas. Por otro lado, el desarrollo de las fintech conllevan un aprovechamiento de la tecnología para brindar soluciones que los bancos tradicionales no ofrecen y son más ágiles e innovadoras.

El trabajo en conjunto debería pasar por llevar el banco hacia afuera y para eso es necesario que exista un marco regulatorio para las fintech. Ya es imposible e inviable escapar a los avances tecnológicos que día a día nos ofrecen nuevas maneras de operar financieramente, por eso la regulación hará que las billeteras virtuales, que hoy en día no tienen un modelo de negocios, se vuelvan más competitivas respecto a los bancos.

Las billeteras digitales y los bancos tradicionales operan bajo marcos regulatorios distintos en Argentina, lo que da lugar a una dinámica compleja. Las fintechs, con su menor carga regulatoria, pueden innovar rápidamente y ofrecer servicios más ágiles y accesibles. Sin embargo, esta flexibilidad también implica menores estándares de protección de fondos, lo que puede representar un riesgo para los clientes. Por otro lado, los bancos, sujetos a regulaciones más estrictas, garantizan una mayor seguridad y estabilidad financiera, aunque a costa de una menor capacidad de innovación rápida.

Esta relación tensa la relación entre bancos y fintech y muestra que los primeros se resisten a dar algo de su terreno y compartir el ecosistema financiero y las fintech, por su lado, no quieren tener regulación que puedan limitar su agilidad y allí es donde el open banking puede desempeñar un papel crucial.

Fomentando la cooperación y la interoperabilidad entre bancos y fintechs, el open banking tiene el potencial de mejorar significativamente el mundo financiero combinando la innovación y accesibilidad de las fintech con la seguridad y confianza de los bancos tradicionales. Todo esto mejoraría la competencia, obligaría a todas las instituciones financieras a mejorar sus servicios y ofrecer mejores experiencias a los usuarios, y le daría a los clientes mayor poder sobre el control sobre sus datos y relaciones financieras.

Si bien incentivar la interoperabilidad entre bancos y fintech resulta fundamental, el marco regulatorio debe contemplar las diferencias entre unos y otros. En lugar de imponer regulaciones pesadas, se debería optar por un enfoque basado en el riesgo que ajuste los requisitos según el tamaño, la complejidad y el modelo de negocio de cada fintech. Además, la normativa debería fomentar la adopción de nuevas tecnologías de pago, como pagos instantáneos y criptomonedas lo que terminará mejorando la eficiencia y la velocidad de las transacciones.

Ahora mismo, mientras estoy escribiendo esto, las fintechs continúan diversificándose. Están evolucionando hacia super apps de lifestyle que integran pagos, comercio electrónico, entretenimiento y gestión personal en una sola plataforma. Seguramente las asociaciones estratégicas con bancos tradicionales serán cada vez más comunes, combinando la innovación de las fintech con la infraestructura bancaria para brindar un servicio integral y de mejor calidad para los usuarios.

Al fin y al cabo, se trata de convivir tanto entre los bancos y las fintech. Cooperación, interoperabilidad y competencia son las palabras claves sobre las que debe versar el marco regulatorio de la nueva era digital.

Founder y chairman de Callao Holding y B2FI. Ejecutivo experimentado con más de 20 años dedicados a las finanzas tecnológicas: fintech, procesamiento de pagos, bancos físicos y virtuales y pagos digitales.

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