Argentina libertaria
Argentina 2024 está absorta con el fenómeno Milei, que ha trascendido fronteras, en línea con el resurgimiento en occidente de las ideas de la ultraderecha libertaria.
El gobierno de Javier Milei está haciendo un buen trabajo en materia regulatoria, pero no se ven reformas sostenibles y eficientes en las áreas fiscal, cambiaria y laboral.
Argentina 2024 está absorta con el fenómeno Milei, que ha trascendido fronteras, en línea con el resurgimiento en occidente de las ideas de la ultraderecha libertaria.
Los Republicanos, con Trump al frente, ganaron ampliamente las elecciones en EEUU. Tomaron el control del Ejecutivo y ambas Cámaras. Javier Milei tiene una afinidad ideológica y amistad con Donald Trump y muchos apuestan a una posible ayuda económica a través de éste.
Puede ser. EEUU necesita contrarrestar la creciente influencia de los socialistas en Sudamérica y en especial de China en Argentina. Trump en eso es más inteligente que los Demócratas.
El plan de estabilización se basó al principio en una enorme devaluación que elevó el precio del dólar en 114%. Esta devaluación activó un impuesto transitorio (PAIS) sobre las compras de moneda extranjera, licuó ingresos, jubilaciones y otros gastos sociales. Además se paralizó la obra pública y transferencias a provincias.
Se congelaron gastos nominales del gobierno en medio de la suba de la inflación, que en diciembre fue de 25.5%, lo cual contribuyó a la licuación temporaria de partidas. La licuación, junto con la motosierra resultaron en la generación casi inmediata de un superávit primario en las cuentas públicas.
Si bien hay dudas sobre la sostenibilidad política del drástico ajuste inicial, el Gobierno ha continuado el ajuste fiscal a través de privatizaciones (en curso) y la racionalización del empleo público.
Se pasó de un golpe la deuda remunerada del BCRA al Tesoro. El procedimiento, en términos simplificados fue así: BCRA rescató los Pases con emisión y esa emisión fue rescatada por el Tesoro con títulos llamados LECAPS. Esos pesos los depositó en la cuenta del Tesoro en el BCRA.
Podría decirse que las LECAPS son un instrumento financiero copiado de la banca Islámica. La tasa de interés no aparece por ningún lado en las cuentas públicas. El interés está implícito en el valor de rescate del título. Las LECAPS se sirven con más LECAPS, pero eso no figura en el déficit financiero del Tesoro. Pero sí aumenta la deuda pública.
Esa maniobra contable permite al Tesoro mostrar un superávit fiscal financiero. Si se computara el interés que efectivamente devengan las LECAPS, el Tesoro tiene déficit financiero en 2024.
Una medida meritoria del Gobierno ha sido el detener la alta inflación que sufríamos a fines de 2023 y llevarla a un nivel de alrededor de 2%/3% .
Creo que ese logro se debe en gran parte a la baja importante que implementaron en la Tasa de Política Monetaria. Hace décadas que vengo escribiendo que la tasa de inflación en Argentina está en gran parte determinada por la tasa de interés sobre los pasivos remunerados del BCRA, la que determina la tasa de expansión de la liquidez.
Un logro muy importante del Gobierno han sido la enormidad de cambios en regulaciones microeconómicas que impedían el normal funcionamiento de los mercados.
Además de la ley Hojarasca, que elimina cientos de regulaciones perimidas por el tiempo y el desuso, diariamente se anuncian cambios significativos en la estructura del Estado y marco regulatorio.
Se generalizó el IVA y se racionalizó la AFIP, dividiéndola nuevamente en DGI y DNA, con lo que se posibilitó la eliminación de los sobresueldos atados a la recaudación y también varios miles de puestos innecesarios. También sacaron trámites claramente proteccionistas en la Aduana.
Las reformas desreguladoras “micro” continúan a paso acelerado. Terminar con los monopolios del Correo Argentino, Intercargo y permitir "cielos abiertos" son sólo tres de ellas…
Las jubilaciones, luego de la reducción drástica que tuvieron en los primeros meses, han recuperado y algo exceden el nivel de noviembre 2023. Eso implica que el ahorro fiscal que implicó el serrucho jubilatorio de los primeros meses no estará en 2025. Tampoco estará el Impuesto País, que ha sido una importante fuente de ingresos fiscales.
La inflación de 2,7% en Octubre ha sido un logro realmente importante. Se está llegando a la Convergencia de Tasas de Variación. O sea que la inflación llega al nivel de la tasa de devaluación (exógena) más la devaluación internacional.
La caída en la inflación fue posible por la gran disminución de tasa de interés del BCRA, y el ajuste fiscal (serrucho), que posibilitaron la virtual eliminación de la emisión monetaria.
Sin embargo, las tasas de inflación han sido mayores que la tasa constante de devaluación del 2% del plan. La convergencia de tasas de variación se está logrando a costa de una importante caída en el nivel del Tipo Real de Cambio. (TRC)
Falta obtener ahora la convergencia del Nivel del TRC. Para eso, dentro del sistema implementado, la inflación debería ser menor a la devaluación (más la inflación internacional) por suficiente tiempo y montos, como para que se consiga la Convergencia de Niveles.
El ministro Martínez de Hoz , en su plan de diciembre 1978 que en la práctica duró hasta diciembre 1980, logró finalmente la Convergencia de Tasas a costa de un enorme atraso cambiario. La pequeña devaluación de Enero 1981 (10%) sólo generó desconfianza y salida de capitales. Al asumir el nuevo ministro Sigaut en marzo 1981 el mercado estimaba un atraso cambiario de 30%. Sigaut abandonó la Tablita y recurrió a la tradicional macrodevaluación. Empezó por una de 30% que sólo generó más corridas y mayor inflación. Tras repetidas devaluaciones, fracasadas todas, el gobierno cayó a fines de año. El resto es historia.
No cabe duda de que a lo largo de 2024, argentina se ha convertido en un país caro. Como hay tipos de cambio múltiples y control de cambios esa afirmación depende del tipo de cambio que se use. La realidad es que el gobierno abastece dólares al turismo saliente a través del Dólar Tarjeta de $1600 (sólo vende, no compra), mientras que el dólar comercial sostenido con Cepo es de $1000 con retenciones, impuesto país y otros edulcorantes.
El dólar libre ha caído significativamente en los últimos meses, producto del blanqueo implementado y de un importante "xarry trade". El "carry trade" disminuye la demanda de dólares cuando se arma y la aumenta cuando se desarma.
También ha habido una gran caída en la prima de riesgo país. Se depositó anticipadamente en NY los fondos requeridos para servir los vencimientos de Bonos Soberanos de Enero 2025. Una movida inteligente que agradó a los mercados financieros. Claro está que los fondos de amortización no provienen de un superávit financiero, que no lo hay, sino de la emisión de títulos LECAP que cuestan en pesos bastante más que la tasa de 2% que sube el dólar.
Un dato para no olvidar es que la economía real continúa con el tren negativo iniciado en el gobierno previo. El Índice Tendencia-Ciclo del nivel de actividad global, el EMAE presenta hasta Agosto (último dato) 25 meses consecutivos de caídas mensuales (m/m).
Mas allá de mi desconfianza sobre la sostenibilidad del ajuste fiscal y los problemas de la economía real, es obvio que los mercados han bendecido las políticas fiscal, cambiaria y financiera del gobierno con una caída del riesgo país desde 1900 bpp hasta los actuales 750 bpp a mediados de noviembre.
El atraso cambiario ha sido hasta ahora el verdugo de todos los intentos de ajuste de la economía. Esto pasa porque los gobiernos se empeñan en bajar primero la inflación usando la política cambiaria, antes de hacer las reformas estructurales necesarias para soportar la restricción cambiaria. Yo creo que lo correcto es flotar, sacar al BC del mercado financiero, emitir lo menos posible y hacer las reformas estructurales en las áreas fiscales, laboral y regulatoria.
Si la política no permite esas reformas, fijar el tipo de cambio y recurrir al Cepo, Carry Trade o préstamos externos es mantener una economía inviable y postergar una crisis inevitable y recurrente. Esa ha sido la experiencia argentina de los últimos cien años.
Este Gobierno está haciendo buen trabajo en materia regulatoria, pero no veo reformas sostenibles y eficientes en las áreas fiscal, cambiaria y laboral.
El atraso cambiario es evidente, y es incompatible con lo que debería venir al final de todo el ajuste: la apertura comercial. Se han invertido las prioridades que debería tener un plan sostenible de estabilización con ajuste estructural. Sólo resta esperar. Las cartas están echadas. Falta un año para las elecciones de medio término. También ya nos acercamos al primer año del gobierno.
Como siempre se dijo: un año es una eternidad en la Argentina.
Académico y economista
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