Esta época del año, sumergida en pleno clima festivo, es ideal para hacer balances. Mejor hacerlo con el calor de Buenos Aires que con el frío de Nueva York. En la principal capital financiera del mundo, los arbolitos de los traders de equity se lucieron más que los de renta fija. Así, el S&P 500 y el Nasdaq subieron 27% y 33% YTD, mientras que hacia fines de 2023 la 10Y cotizaba en 3,88% y hoy ya se ubica en 4,59% (+71 pbs).
Qué se espera en Wall Street a partir de 2025
Dos grandes eventos marcaron 2024 y definirán el rumbo de la economía mundial en 2025. Enterate de todo en esta nota.
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Dos grandes eventos marcaron 2024 y definirán el rumbo de la economía mundial en 2025. Como sucede en la mayoría de los casos, estos estuvieron relacionados con la política: la monetaria y la tradicional. Por el lado de la política monetaria, el 18 de septiembre, la Reserva Federal bajó la tasa de política en 50 pbs, poniendo fin al famoso higher for longer —mantener el nivel de tasas elevado por un tiempo prolongado—, que duró casi un año y dos meses.
En cuanto a la política tradicional, las elecciones presidenciales estuvieron atravesadas por una campaña con varios momentos inesperados. Trump sufrió un atentado que lo dejó herido en la oreja derecha, mientras que Joe Biden decidió abandonar la contienda tras múltiples episodios donde no logró mostrar claridad, incluido el primer debate presidencial.
Finalmente, Donald Trump terminó compitiendo con la candidata demócrata Kamala Harris y ganó la elección. La clave del 2025 estará en entender cuán lejos intentará avanzar con sus promesas de campaña, las cuales no solo tendrían un impacto en la economía real, sino que también podrían condicionar el accionar de la Fed.
La Reserva Federal ya está trabajando con más incertidumbre ante lo que pueden ser las posibles políticas de Trump. Al menos así lo dijo Powell en la ronda de preguntas de la conferencia de prensa posterior a la decisión de tasa. Esta mayor incertidumbre podría romper la unión que tuvo el Board en 2024. De hecho, ya algo se vio en las últimas reuniones.
La gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, votó en contra de la decisión de septiembre de reducir las tasas en medio punto porcentual, prefiriendo un recorte menor.
Por su parte, Beth Hammack, presidenta de la Fed de Cleveland, se opuso a la reducción en diciembre, argumentando que no era necesaria. Es probable que esta dinámica se profundice en 2025.
Más allá de esto, no quedan claros los incentivos de Trump para romper con el esquema actual e implementar un plan completamente diferente. Biden dejó una economía que creció 3,1% trimestral anualizado en el 3T, y se espera un crecimiento de 3,1% en el 4T. Por otro lado, aunque con cierta inercia, la inflación muestra una tendencia a la baja.
Los grandes eventos de 2024 ya quedaron atrás. En estos días, se conocerán algunos datos económicos de menor relevancia, por lo que el desenlace de esta etapa parece estar claro. Para anticipar los próximos capítulos, habrá que esperar al estreno de 2025. A partir del 20 de enero, Trump asumirá la presidencia, y será crucial observar qué cambios logra implementar y en qué magnitudes.
Por ejemplo, de manera simplificada, podría suponerse que la baja de impuestos y la desregulación favorecerían el crecimiento económico, mientras que las restricciones a las importaciones tendrían un efecto negativo. Por eso, será determinante analizar cuánto se avanza en cada frente para evaluar el impacto neto de las nuevas propuestas.
La perspectiva hacia adelante para el S&P 500 es de cautela, dado que se encuentra cercano a sus máximos, tanto en términos nominales como reales, y su ratio PE (indicador que compara el precio de las acciones con las ganancias de las empresas) supera los promedios históricos.
Actualmente, el PE y el PE ajustado están en 27,2 y 24,9, respectivamente, niveles que se ubican por encima de los promedios históricos de los últimos 5 años (21,4), 10 años (19,5) y 24 años (17,9). En particular, desde 1990, el PE ajustado solo superó estos tres promedios en dos momentos históricos: la crisis de las dot-com y la pandemia de COVID-19. Esto no quiere decir nada en particular y la historia no necesariamente tiene que repetirse. De momento, no vemos un catalizador claro para una corrección del índice.
Sin embargo, es importante prestar atención a estos indicadores, a la macro y a la evolución de las empresas vinculadas a la inteligencia artificial, especialmente Nvidia, tercera empresa más relevante del S&P 500 por su capitalización bursátil, luego de Apple y Microsoft, y la de mayor importancia relativa en el rally del 2024.
Analista de PPI.
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