Verdún, la batalla más larga y cruel donde nació el "no pasarán"

Fue en la Primera Guerra Mundial, ante la posibilidad que los alemanes tomasen París en caso de caer esta línea defensiva.

BBC

El 21 de febrero de 1916 se iniciaba la batalla más larga y cruel de la Primera Guerra Mundial, donde nació una frase que se haría célebre en otra parte del mundo, pero adquirió un valor simbólico para toda resistencia heroica: “Ils ne passeront pas ”.

“No pasarán” tuvo su origen en el contexto bélico de Verdún, ante la posibilidad que los alemanes tomasen París en caso de caer esta línea defensiva. Fue entonces cuando el general Robert Nivelle (1856-1924) pronunció estas palabras que, años más tarde, Dolores Ibárruri (1895-1989), “La Pasionaria”, haría célebres en Madrid para frenar el avance de las tropas de Franco.

Curiosamente esta frase de alto contenido emocional, no siempre ha sido efectiva para aquellos que la han esgrimido. El mismo Nivelle fracasó cuando propuso la ofensiva que lleva su nombre y que causó no menos de 350.000 bajas aliadas y su caída en desgracia.

La derrota de Nivelle sería inmortalizada por el director Stanley Kubrick (1928-1999) en su film “Senderos de Gloria” (estrenada en 1957) donde se muestra en toda su magnitud la inútil pérdida de vidas que implicó esa ofensiva. La película fue prohibida en Francia hasta 1975.

Después de esta fenomenal derrota de la ofensiva, Nivelle hubo una serie de deserciones y desobediencias en la cadena de mandos. Los soldados franceses no querían seguir siendo inútil carne de cañón. Lamentablemente, la única forma que encontraron las autoridades fue derramar más sangre en fusilamientos sumarios.

Volviendo a la prolongada batalla de Verdún, a lo largo de casi un año, el V Ejército Alemán al mando de Erich von Fralkenhayn (1861-1922) con casi un millón de combatientes hostigó a igual número de soldados franceses. Mientras que los alemanes estuvieron fijos en sus posiciones a lo largo de toda la batalla, los franceses rotaban a sus soldados cada dos meses. De esta forma fue que el 75% del ejército francés pasó por las trincheras de Verdún. Era rara la familia francesa que no hubiese tenido un pariente o amigo en las trincheras o las tumbas de Verdún, donde 350.000 soldados dieron su vida por la patria.

En sus trincheras se consagró el liderazgo de dos oficiales que serían los jefes de dos facciones opuestas durante la segunda conflagración que azotó al siglo XX: el mariscal Philippe Petain (1856-1951) y el general Charles De Gaulle (1890-1970) …

El primero fue el héroe convertido en villano, el mariscal que conduzco los destinos de Francia para vencer a los alemanes durante la Primera Guerra y quien 20 años más tarde pactó con Hitler y constituyó el gobierno títere de Vichy.

En 1916, De Gaulle era un capitán de gran predicamento entre sus camaradas, pero nadie podía augurarle un futuro auspicioso, más cuando cayó prisionero de los alemanes en los primeros días de Verdún, durante la defensa de Fort Douaumont, a pesar de su coraje indómito.

Desde marzo del 16 hasta el final de la guerra, De Gualle fue prisionero de los alemanes quienes endurecieron las condiciones de cautiverio del oficial francés ante sus varios intentos de fuga. Fue compañero de prisión de Mikhail Tukhachevsky (1893-1937), quien sería el más importante de los generales soviéticos de la Segunda Guerra.

Petain era el mentor del joven De Gualle y ambos se tuvieron mutuo aprecio hasta que la derrota de Francia en los primeros días de la Segunda Guerra, los separó. Uno eligió el sometimiento, el otro la rebelión y la libertad...

Hoy, este pueblo y la zonas aledañas donde se peleó está contienda se ha convertido en un museo con un fuerte valor simbólico para los franceses, un lugar visitado por miles de turistas que reviven los horrores de la guerra, buscan entre sus cientos de miles de tumbas el recuerdo de los parientes fallecidos defendiendo Francia o el homenaje al coraje de aquellos que sobrevivieron a esta masacre en el enfrentamiento estático y brutal de la terrible guerra de trincheras que caracterizó a la larga batalla Verdún.