Para Orlando J. Ferreres, fundador de la consultora homónima, la llegada de fondos frescos por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) no es determinante. Entiende que los u$s 10.000 que el organismo eventualmente otorgaría, podrían llegar por otras fuentes de ingreso dentro del sector privado.
Orlando Ferreres: “El FMI no tiene necesidad de entregarle dólares frescos a la argentina”
El economista y consultor de Orlando J. Ferreres opina sobre las condiciones en las que podría darse un acuerdo con el FMI. También sostiene que el esquema monetario al que se dirige el Gobierno es a una competencia de monedas. Advierte por la salida de dólares vía importaciones y consumos en el exterior.
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A su vez, el ex Secretario de Coordinación y Programación Económica del Ministerio de Economía considera que mantener “bajo” el tipo de cambio es una decisión “fundamental”, aunque “coyuntural”, ya que el objetivo de recibir divisas será administrar de forma más flexible el dólar.
Asimismo, el reconocido consultor se pregunta si el ingreso de divisas durante 2025 alcanzará para paliar la salida de dólares vía importaciones y consumos en el exterior. “Coincido con otros economistas que piensan lo mismo en este sentido”, aseguró. A continuación, lo más destacado de una extensa entrevista con el economista.
Periodista.: Finalmente, el Banco Central bajó la tasa de política monetaria. ¿Por qué piensa que lo anunció quince días después de dar a conocer la baja del crawling peg al 1% y no se hizo justamente con anterioridad?
Orlando Ferreres.: Porque no se tenía seguridad sobre la evolución del costo de vida, por eso esperaron unos días. Me parece que otro motivo no hay para tener ese tipo de retardo.
P.: Un costo de vida que será menor al de diciembre, ¿no?
O.F.: Sí, se entiende que va a estar más cercano al 2%.
P.: ¿Es sostenible la ganancia anual en dólares que está generando el carry trade?
O.F.: Yo creo que es una tasa que no es sostenible, pero que por el momento está generando una especie de conexión par la persona que tiene que traer los dólares y usa la tasa de interés local como para ganar una diferencia. Parece que eso no va a ser siempre así, pero por el momento está ocurriendo y la baja de la tasa de interés trata de moderar esa perspectiva.
P.: El Banco Central está comprando dólares a través del aumento de préstamos en divisa extranjera al sector privado. ¿Considera necesario ampliar el universo deudor de moneda dura?
Sí. El hecho de ir generando un nuevo mercado en dólares, aumentando los depósitos y sobre todo los préstamos, es un tema que siempre que no se haga de forma exagerada, como pasó en el 2001, puede ser importante poder hacerlo. No para cualquier tema, sino para los temas que tienen relación con el dólar como fuente de ingreso. Eso va a ser permitido siempre que haya esta restricción, que por ahora no la veo posible superar, pero que podría verse superada con el paso del tiempo, como era en la época la Convertibilidad, que se tomaba dinero a largo plazo en dólares, aunque después eso produjo un problema serio al salir a la pesificación. Ya lo hicimos una vez, esperemos no tener que hacerlo de nuevo.
P.: ¿Es correcto pensar que la política cambiaria hoy es el corazón del modelo, por encima del ajuste fiscal?
O.F.: Yo creo que la decisión de Milei de bajar el gasto público hasta el 25% del PBI es una decisión fundamental para tener una economía con muchos menos impuestos y sin inflación. En cambio la idea de mantener bajo el tipo de cambio es una decisión fundamental, pero coyuntural y más dependiente de este año 2025.
P.: ¿Cree que el tipo de cambio real se encuentra en zona de equilibrio?
O.F.: Todavía falta, porque por más que no tengamos un problema fiscal, eso no cambia todas las cosas. El tipo de cambio atrasado se nota, por ejemplo, en el turismo que sale para Brasil, Chile, Uruguay, Estados Unidos y Europa. Vivir en la argentina cuesta más caro que en otros países.
P.: Con este tipo de cambio, ¿hay entrada de capitales?
O.F.: Ahora no hay entrada de capitales, hay entrada de todo lo que es energía, petróleo y minería, que se suman a los ingresos de la pampa húmeda. Son tres sectores que están aportando mucho a la balanza comercial y que entonces da un cierto superávit, pero no sabemos si va a haber entrada de capitales. Pensamos que sí, que eso es lo probable.
P.: ¿De qué depende esa entrada de capitales?
O.F.: Depende básicamente de la promoción para la inversión, que está bastante bien con la ley RIGI, pero falta un régimen de inversión para las empresas chicas y medianas, para las pymes que son las que más invierten.
P.: ¿Una macroeconomía ordenada es condición suficiente para la inversión?
O.F.: La inversión va a esperar a que se salga el cepo, el cepo dificulta el ingreso de capitales justamente porque impide la salida de los mismos, es fundamental ese punto, pero pienso que se arreglará durante este año con el préstamo del Fondo Monetario Internacional, préstamos de bancos privados. Hasta ahora lograron un REOP a una tasa de 8,8%, eso puede bajar un poco todavía.
P.: El último informe del Bank of América marca que el FMI podría desembolsar u$s 10.000 millones caso de que Argentina devalúe un 30%. ¿Usted ve viable esa posibilidad?
O.F.: No, yo no la veo muy viable. Me parece difícil que el Gobierno vaya a hacer eso, sobre todo en un año en el cual la lucha principal es contra la inflación, por lo menos va a esperar hasta las elecciones o más. A lo mejor es lo que habría que hacer, pero no es lo que se va a hacer.
P.: Entonces, ¿cómo podría tomar el mercado la posibilidad de que el FMI aceptara renegociar la deuda para estirar vencimientos, pero no desembolsar dinero fresco?
O.F.: Bueno, lo puede tomar relativamente bien porque el FMI no tiene necesidad de desembolsar más dinero fresco. El Gobierno lo pide, pero tampoco es una cosa que va a ser mortal si no sucede, porque puede ir obteniendo préstamos de bancos como el último que obtuvo, bajando el riesgo de un país un poco más yo creo que sería fácilmente obtener ese dinero por una tasa de interés menor.
P.: Se podría pensar que, sin ese dinero, el proceso de salida del cepo sufriría una demora más larga de la esperada.
O.F.: Por supuesto que es una situación difícil, pero también somos amigos de Donald Trump, y nos va a ayudar a que nos den dinero fresco, por lo cual el Gobierno está confiado ciertamente en el apoyo de Estados Unidos.
P.: ¿Cómo debería administrar ese dinero Argentina, eventualmente? ¿Debería apostar por un tipo de cambio fijo o flexible?
O.F.: Yo creo que tendrían que dejar que el tipo de cambio flote libremente, no debería tenerlo fijo, aunque ahora no tiene más remedio que hacerlo, pero yo creo que el dinero fresco va a traer libertad como para poder dejar que el tipo de cambio suba o baje de acuerdo a las presiones del mercado. Al principio entiendo que el dólar va a subir, pero no es lo más seguro.
P.: ¿Podría estimar cuánto puede llegar a subir? ¿O la pregunta es muy abstracta?
O.F.: Es muy abstracta, por ahora podemos pensar que va a subir 15-20% en un año porque eso va a ser la inflación del 25% para el año 2025.
P.: Hay economistas que plantean que los dólares ingresados por la energía o minería podrían no ser suficientes para compensar la pérdida por importaciones o consumos en el exterior. ¿Está de acuerdo con esta idea?
O.F.: Sí, lo veo similar. Por más que haya un resultado positivo en la minería, en el petróleo y en la energía, eso no va a alcanzar a compensar el resto del movimiento y podría haber una situación de tensión, coincido con otros economistas que piensan lo mismo así que estamos de acuerdo en ese punto de acuerdo. Sin embargo creo que el Gobierno va a poder sobrellevar esa tensión.
P.: ¿De qué manera?
O.F.: Regulando la cantidad entregada, es la única forma que tiene pero para eso debe estar seguro de tener la cantidad necesaria de dólares antes de abrir el cepo, porque ahora no se anima a abrirlo por temor a que pudiera haber una corriente de salida de capitales que no fuera afrontable.
P.: ¿Le preocupa la apertura de importaciones y el efecto que pueda tener sobre la industria nacional?
O.F..: Yo creo que sí, esto ya ocurrió varias veces en nuestro país, está más barato importar que producir localmente, creo que va a tener su influencia en la argentina, esperemos que con la salida del cepo ese problema se pueda regularizar.
P.: ¿A qué esquema monetario estamos yendo? ¿Estamos yendo a una dolarización o competencia de monedas?
O.F.: Yo creo que vamos a una competencia de monedas, porque todos los días se aprueban más operaciones en dólares y se pueden utilizar para cosas más simples, no solamente para comprar autos, departamentos o casas, sino también para comprar en el supermercado pagando de forma directa, sin pasar por el crédito.
Entiendo que eso va a ir desembocando en una competencia de monedas que, en consecuencia, traerá la ampliación de la dolarización, pero eso no quiere decir que solamente los dólares se vayan a usar para pagar todo.
P.: ¿Usted cree que un ciudadano común va a vehiculizar sus dólares de manera voluntaria para comprar?
O.F.: Es más difícil, pero si no hay mucha alternativa va a tener que arriesgar un poco, lo puede hacer blanqueándolos, pagando en efectivo. Creo que es la forma en la que se va a usar.
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